Eructos y Quesos

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Por raro que parezca en este instante estoy sentada en el quinto escalón de mi escalera que conduce al piso de arriba, estoy replanteandome mi vida.

A las 20:00 de esta misma tarde, estaba terriblemente aburrida. Estaba sola en casa, lo que para mi es como una liberación, pero hoy en concreto queria compañia, y ¡tanto que tuve compañia!

Llamé a Sandra aproximadamente a las 20:15 y le pregunté si le apetecia cenar en mi casa y quedarse a dormir. A los minutos de recibir su respuesta me puse a hacer la cena para que cuando viniera estubiera todo a punto.

Más o menos a las 21:45 ya estaba la mesa puesta y la cena echa, todo preparado, pero Sandra no aparecía. Siempre que quedabamos solíamos llegar tarde, las dos, pero ya era muy tarde, le mandé un mensaje y ella apareció en casa a las 22:30.

Tan solo habia acabado de entrar cuando llamaron a la puerta, bueno, más bien estaban dando una paliza a la puerta, yo que me enfado enseguida, me dirigí a zancadas hacia la puerta y abrí sin mirar quién era despotricando:

-¡Ya puede estar aqui el rey de Roma!-

-No yo no, él es rey-Dijo Fili señalando a Thorin.

-Rey, pero no de esa tal Roma-Aclaró Kili extrañado por el nombre.

SI, SI Y SI!!!!! He dicho Fili, Kili y Thorin, los mismos.

Yo al principio solo pude mirarles petrificada como una piedra pero mi vocecilla racional decia que solo eran amigos de Sandra disfrazados, ¿porque si no iba ella a tardar tanto? Mientras me hacia esa pregunta los enanos terminaron de abrir la puerta y empezaron a entrar en MI casa sin ningún miramiento.

Aunque fuera gente de "Cosplay" mi mente solo podia pensar en una cosa: Hay demasiada gente.

Odiaba, odio y odiaré toda mi vida las grandes multitudes, y si, para mi 14 ersonas en un salón es una gran multitud:

-Sandra, ¿de donde...?- Empecé a preguntar mientras me asomaba al salón, pero uno de los chillidos agudos de mi amiga casi me tumbó al suelo, no chilla más bien lanza ultra sonidos que haria llorar a los perros.

-¡Son ellos! ¡Son ellos, Alba! ¡Son ellos!- Me gritaba en el interior de salón mientras los señalaba y daba saltitos.

-Sandra de verdad que estan muy bien disfrazados, muy currados los trages pero vamos a cenar que tengo...- Mi voz se apagó en cuanto vi que en la mesa ya no habia nada.

¡¿Pero cuando se lo había zampado?!

Ni idea, yo miraba con cara lastimera los platos hasta que el supuesto Thorin se me acercó y con su voz grave me dijo:

-Somos los ...-

Le interrumpí:

-Ya ya, el cuento ya me lo sé-Le respondí agitando la mano-Somos los enanos de Erebor y venimos a recuperar nuestra tierra-Dije imitándole, cosa que no le sentó bien-¿A recuperar vuestra tierra o a vaciarme la nevera?- Le pregunté con los brazos en jarra a la vez que veía que todos habia empezado a sacar comida, cubiertos y vasos más deprisa de lo que yo lo hubiera echo, conocían más la casa que yo.

Thorin por el momento volvió a dirigirme la palabra, normal, como dirian mia hermanas:"Alba siempre haciendo amigos"

No es que sea la más simpatica del mundo pero tengo que decir las cosas como son y en ese momento era necesario. La cuestión, yo aún no sabia que hacian esos tios peludos en mi casa, cantando, baildando y bebiendo cerveza con Sandra.

Yo sería la primera que me ilusionaria y estaria haciendo el gamba con ellos, pero evidentemente no eran ellos de verdad, ¿no? ¡Que va! Como iban a serlo, era imposible. Intentaba sujetarme a ese hilo tan fino que hay entre la locura y la cordura.

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