Actualmente vivías en Erebor.
Hacía aproximadamente unos 6 meses que habíais recuperado la montaña, todo iba bien y las primeras caravanas de las Montañas Azules empezaban a llegar.
Cuando la aventura terminó, no tenías a donde ir por lo que los enanos te ofrecieron un nuevo hogar en su montaña, ahora tenías una nueva familia con sus hermanos, tios, primos, abuelos y padres, todo en forma enana.
Te encantaba vivir en Erebor, te sentías muy agusto paseando por sus jardines, visitando sus bibliotecas y admirando el trabajo artesano de las minas, pero lo que más te gustaba eran las cocinas.
Aun eran solitarias y los únicos que habían ahí eran Bombur, Fili, Kili y tu.
Fili y Kili principalmente lo que hacían era estorbar, se entretenían picando y probando de allí y de allá de cada receta que preparabas (en especial dulces).
"Ahora que eres nuestra hermana debemos protegerte" Decían.
"¡Protegedme de vuestras manos largas y largaos de aquí!" Les gritabas muchas veces mientras que ellos salían corriendo y riendo de las cocinas.
Además de picotear cada pastelillo, chinchaban al pobre Bombur y te distraían mientras el enano bonachón intentaba darte leciones de cocina, porque una cosa era que te gustara cocinar y otra muy distinta es que se te diera bien... No era el caso -_-
Una tarde Thorin baja las escaleras para comunicarte de que Dis llegaría en unos días.
Bombur se había ido por la mañana a sustituir a su hermano en la retirada de escombros, el alegre sombrerero se había lesionado y estaría unos días fuera de juego por lo que necesitaban a un sustituto con rapidez. Decidíste prepararle un pastel de nueces, su favorito, para que tuviera una alegría al final del día.
Cuando ya lo tenías todo listo lo metiste en el horno, con una mirada a la cocina empezaste a recoger todo lo usado y te dirigíste a lavarlo.
Thorin llevaba una media sonrisa mientras bajaba las escalera, estaba contento y esperaba con ansias la llegada de su hermana. Se sintió algo agobiado, aquellas escaleras de caracol no las recordaba tan estrechas y pequeñas, tal vez era la emoción . A mitad de trayecto un humo espeso y negro empezó a inundar la escalera, su corazón se congeló y los recuerdos afloraron "Mahal otra vez no" pensó.
-¡Dragón!- Gritó mientras bajaba a toda prisa las escaleras pero sin durar mucho pues rey, capa, espada y corona cayeron rodando por las escaleras de piedra maziza. Al final del recorrido una bola peluda estaba estendida en la cocina.
Salíste corriendo aun con las manos mojadas del agua y con cuidado sacaste el pastel chamuscado del horno, abríste un par de ventanas intentando despejar un poco el humo negro que había.
Una vez todo se había calmado, viste a una especie de pelota gigante y peluda que no paraba de moverse y msldecir, te pusiste en cuclillas a su lado y cogiste un mechón negro, levantándolo dejando al descubierto un ojo azul que estaba abierto de par a par y te miraba alarmado.
Con la cabeza levantada gritó:
-¡Dragón!-
Asustada solte el mechón, pero lo volviste a coger enseguida:
-No hay dragón- Parapadeate curiosa.
El rey se quitó la capa de encima y se sentó en el suelo con las piernas abierta y las manos apolladas delante dándole un aspecto totalmente infantil.
-¿No hay dragón?- Preguntó casi susurrando con un tic algo psicótico en el ojo.
-No-Negaste con la cabeza-Solo un pastel de nueces quemado- Hiciste una pausa para mirar al susodicho- ¿Quieres?-
-No- Dijo levantandose y ofreciendo un pecho hinchado y postura majestuosa, pero de orgullo herido.
-¿Quieres un poquito de musse?-
No contestó.
-¿Te has echo daño?-
Asintió de una forma triste como si estubiera a punto de llorar.
-Oy...No llores, vamos, vamos a comer musse-
Lo llevaste hasta un taburete y le diste una cuchara, tu cogiste otra. En poco tiempo los dos os terminasteis un bol lleno de musse, preparado por Bombur claro.
Ahora ya va!!!! Espero que os haya gustado y que un Thorin llame a vuesta puerta un dia de estos con dos cucharas y un bol de musse! :3