Todo había acabado, el dragón estaba muerto, habían recuperado la montaña y tu estabas sola en la biblioteca.
No tenías ganas de ver a nadie y simplemente paseaste por las estanterías planteándote tu vida hasta ese momento. No eras de ese mundo, no habías nacido en La Tierra Media.
Llevabas contigo tus cosas del "tu mundo" por así decirlo: unos vaqueros algo oscuros, tus pascueras negras y una camiseta de media manga también negra. En el bolsillo de tus vaqueros había un pequeño bulto rectangular perteneciente a tu mobil que curiosamente al llegar allí la bateria se había congelado y no se gastaba.
Habían pasado tres días desde la batalla y después de esos tres dias de insistencia acabaste por ceder y quedarte a vivir con los enanos.
Si el año pasado te hubieran preguntado si querías vivir con ellos te hubiera faltado tiempo para hacer la maleta, pero ahora no, todo lo que querías era irte de allí y estar sola.
La batalla se había llevado a tu hermano mayor,quién también habia aparecido en La Tierra Media contigo.
Como recuerdo, te quedaste con su muñequera negra y blanca a cuadros. La tocaste inconscientemente por un segundo pero apartaste la mano, para tí esa prenda quemaba, preferías olvidar por el momento, el dolor era demasiado reciente. Indecisa, te sentaste en una mesa y empezaste a hacer el inventario de los libros, por hacer algo más que nada, y no pensar. Después de trabajar un rato en silencio cogieste tu teléfono y abriste el emoticono de música morado y buscante una canción tranquila, enseguida te decidiste por una de tus favoritas de "Imagine Dragons", "Demons". Pusiste el volumen bajo para que solo tu pudieras escucharla, no querías que nadie viniera a buscarte. Apenas había empezado a sonar cuando las lágrimas te empezaron a correr por las mejillas y dejaste de escribir, apretando los dientes.
Sentías como todo había sido culpa tuya. Siempre deseaste ir a aquel mundo de fantasía donde todo iba a ser como tu quisieras, pero te equivocaste. Desde que tú y tu hermano llegasteis a esa tierra para vosotros no desconocida decidisteis mantener a salvo a la Linia de Durin, el objetivo se cumplió, pero las cosas se torcieron...
Al sentir que estabas siendo observada levantaste la vista y tus ojos fuero directos a los del enano que estaba en pie frente a ti viendote llorar. Kili apartó la mesa y te cogió con delicadeza por un brazo levantandote; "Demons" había terminado y ahora donaba "Dream" otra de tus favoritas del mismo grupo.
Dejaste de llorar y te dejaste llevar por él, sin darte cuenta se puso a bailar e intentaba que tú le siguieras, no tenía ninguna gracia para bailar pero no le importaba estar haciendo el ridículo. En el momento más lento de la canción Kili te acercó a su pecho y te abrazó mientras tu te aferrabas a su cuello y aspirabas su olor con tus ojos volviéndose cristalinos de nuevo, te aferraste con fuerza a su túnica azul y enterraste tu cara en su cuello, él te mecía de manera muy suave, de modo casi imperceptible como si te fueras a romper en cualquier momento. Lo que él no sabía esque tu ya estabas rota, que una parte de ti murió con tu hermano. Kili no dijo nada, estaba atento a tus sollozos y gemidos, preocupado porque te desvaneciera, con miedo a que te apagaras como una pequeña vela.
Aquellas cavernas repletas de oro no eran lo suficientemente profundas como para ocultarte de tu pérdida, aquellos muros de inerte roca eran cálidos al tacto en comparación a tus lágrimas. Sabías que él simpre estaría allí, esperándote, pero no de la forma que hubieras deseado.
Quería dedicar este capítulo a mis hermanas mayores: Carmina y Noelia y a mi hermano mayor Sera. Si alguien tiene hermanos, por favor intentad cuidarlos y quererlos todo lo que podaís, un hermano esta unido a ti por mucho más que por lazos de sangre. No me puedo imaginar la vida si perdiera a uno de ellos. Estarán siempre a vuestro lado y por favor repito por favor ¡QUEREDLOS! Es todo lo que puedo decir a la gente con hermanos ya que no sé como decir con palabras cuanto quiero a los mios.