Pelillos

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El primer pelo de Fili fue el 2 de febrero.
El chico le había dado mucha importancia a su barba, ya la quería y cuidaba antes de que estubiera presente. Había cogido como modelo la espesa y abundante barba de su padre, llevaba un gruesos y tenzados bigotes, o eso podía recordar.
Se propuso llevar un barba que sería capaz de competir con la de su padre.
Seguía los consejos de cuidado de barbas (aunque no hubiera nada aun) que seguían y le daban sus mayores, los cumplia bajo la mirada de una bolita de pelo castaña.
Cuando apareció el primer pelo en la cara de Fili, cundió el caos. Se dirigió con el pecho hichado y con una sonrisa arrogante presumiendo frente a los demás y siguió con los cuidados barbiles aun más estricatamente para cuidar y alargar la vida de ese rubio pelo, incluso dejó de jugar durante una temporada con Kili porque decía que el pequeño tenía celos y podía arrebatárselo.
Y sí, en efecto, Kili estaba celoso.
Ahora que Fili tenía indicios de barba todos le prestaban atención y le alagaban sobre lo mayor que se había echo y lo responsable e importante que sería en un futuro, él también queria una barba, o lo que fuera que tenía su hermano.
El pequeño empezó a pasarse horas y horas delante del espejo con sus ojos alternando entre:
Barbilla
Mejillas
Lavio superior
Línia de la mandíbula.
Cuando se cansaba de mirar uno se concentraba en otro.
Los años pasaban y su hermano ya tenía una barba completa, no era frondosa ni larga pero, era barba, sin embargo él por más que hacía fuerza delante del espejo no le salía nada.
Dejó de comprobar si crecía algo, pues como niño que era, al fi al se aburrió.
Cuando vino la época de interesarse por las chicas Kili, inexplicablemente, volvió a fijarse en su carencia de vello facial.
Una mañana en particular, aun con los ojos legañosos entró en el cuarto de baño para asearse y al mirarse al espejo...descubrió un pelo.
Un insignificante, diminuto y ridículo pelillo que hizo que cundiera en pánico.
Corrió bajando las escaleras gritando:
-¡Tio Thorin, Tio Thorin!-
Su tio, alargó la cabeza y pudo ver como su sobrino rodaba por las escaleras y frunció el ceño preocupado para luego ver como el joven se levantaba como si nada y se plantaba a su lado.
-¿Estas bien?- Le preguntó con desconcierto.
-¡Si, si! ¡Pero tio, es que ...!-
-Lo siento, ahora no, tengo trabajo- Le interrumpió acabando de colocarse el abrigo gastado- Tienes algo ahí- Le paso la mano por barbilla-Adiós-
Kili se paso la mano por la barbilla también, ahora más tranquilo ya que su tio no le había echo caso y se había ido como si nada.
Quedó algo extrañado al no notar nada.
De nuevo, corriendo, fue al baño y acercandose lo más que pudo al espejo comprobó que no había nada.
Su tio le había arrebatado su primer pelo...

Kili no se dirigió a Thorin durante 1 mes, pero no se limitó a ignorarle, si no que le hizo la vida imposible durante ese mes entero.

Se hacía el sordo cuando Thorin se quedaba afuera mientras nevaba y solo estaba él en casa, hacía caso omiso de lo que le hablara, olvidaba recados importantes que le debía comunicar y un dia mientras dormía cogió unas tijeras y llevó a cabo su venganza.
Cortó un unico y pequeño pelo de la barba de su tio, sonrió malevolamente; la deuda estaba saldada.
Dejó atrás ese comportamiento infantil (más o menos...) y el dia menos esperado empezó a crecerle la barba, no era gran cosa, no era larga ni espesa ni siquiera le cubría aun toda la cara pero, era suya.

Sueña con ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora