Setas

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Hacia rato que habiamos parado a descansar cuando Bombur me dijo si podia ir a buscar unas cuatas setas para darle algo de sabor al guiso y eso hice.

Para ser sincera:

No tenía ni la más minina idea de setas.

Lo unico que sabia es que nunca debia de coger una seta roja con lunares blancos, era venenosamente mortal, por lo demás no tenia ni idea. Pero no iba a quedar mal delante de todos, así que me alejé del campamento para buscarlas, no seria tan dificil ¿no?

Tuve suerte de encontrar un pequeño grupo de setas no muy lejos del campamento y cuando volví cargada con ellas me ofrecí a hacer la comida, estaba más contenta que unas pascuas, yo solita habia conseguído salir del aprieto.

Como dice mi hermana:" Lo que fácil viene, fácil se va" y en mi caso, fue la suerte.

Los enanos ansiosos por probar mi guiso empezaron a comer sin ningún miramiento mientras que yo me mantenia soplando y removiendo mi plato porque estaba practicamente hirviendo. A punto estuve de empezar a comer cuando todos ya habian acabado pero de repente Kili empezó a gritar y a señalar en mi dirección:

-¡Cuidado con el conejo azul!-

Fruncí el ceño pero enseguida mi confusión se disipó a sabiendas de que sería alguna broma, ojalá lo hubiera sido. Fijé mi vista en Fili quién se hayava sentado en un tronco con una sonrisa bobalicona ne la cara y se reía entre dientes de vez en cuando:

-¿Qué és tan gracioso?- Le pregunté hacercandome a él.

-Tienes una nariz-Dijo entre risas tontas aplastándomela con el dedo índice como si fuera un botón, y después estalló en risas.

Bilbo por su parte lloraba desconsoladamente no muy lejos de allí con la cara entre las manos:

-¿Pero que ocurre?-

Levantó la cara y entre sollozos y sorbidas de mocos me contó:

-Nunca me ha picado una abeja-Dijo en voz muy alta completamente histérico antes de sumirse otra vez en el llanto.

-Pero eso es bueno, hombre- Le consolé a la vez que le acariciaba la espalda. Un sonido me alertó y levanté la vista.

-¿¡Quién ha tocado mi diario?!-Gritaba Ori como un loco golpeando ese supuesto cuaderno contra una roca.

Mis ojos estaban abiertos de par a par "¿Pero que circo es este?" pensé.

Kili ahora se habia atado a la cabeza dos palos y se había quitado su chaqueta quedándose solo con su túnica azul oscuro, tenía las manos juntas contra el pecho y brincaba por todo el asentamiento como un conejo, después de observarlo un rato me percaté de que cada 4 segundos se agachaba a mordisquear la hierba antes de volver a saltar, Fili seguia riendose del echo de que tubiera nariz y ahora se agarraba la suya como nuevo descubrimiento, Ori seguía estampando violentamente su diario y gritando como un poseso, Bilbo lloraba y sollozaba que quería que una abeja le picara, Bofur usaba su gorro para beber vino, Dori servia un té invisible a su difunta madre, Nori estaba repartiendo su amor a una supuesta mujer que en realidad era un arbol, Bifur saltaba intentando cazar pajaros con las manos y blasfemando a gritos en kuznhul, Bombur masticaba una piedra, Gloin acunaba a su mochila mientras le susurraba dulces palabras y le llamaba Gimbli, Oin estaba tratando con primeros auxilios a una de sus botas que aun tenía puesta pero ahora estaba venada y chorreante de alguno de sus remedios, Balin (uno de los más normales) se dedicaba a dar dos pasos adelante y uno hacia atrás pero después de llegar hasta mi repetia el proceso pero marcha atrás, Dwalin discutía y combatía con su sombra a base de placages varios y amenazas obscenas multiples, Thorin por su parte bailaba consigo mismo una especie de tango o bachata tal vez y Gandalf no estaba.

"Setas" Pensaste, te habias olvidado de las setas aluciogenas, sabias de la existencia de esos vegetales pero desconocias su duración o que otros efectos podían tener.

El mago se había marchado hacia tres dias, no tardaria en volver o eso pensaste al menos, de repente Fili se acercó con una hoja en la mano, con el ceño fruncido y con expresión seria:

-¿Tu vives aquí?- Preguntó agitando la hoja.

-No- Le dijiste alternando sus ojos con la hoja y él. El enano asintió y miró intrigado a la verde hoja:

-Bueno es saberlo- Y se fue no sin antes volver a pulsar tu nariz.

Te diste cuenta de que Bilbo había desaparecido y lo buscaste preocupada con la mirada. Estaba de pie encima de un tronco cortado a no más de dos palmos del suelo, se tapaba los ojos con una mano y gritó dramático:

-¡No puedo vivir así!- Y se dejó caer de boca al suelo, no se movió y realmente te preocupaste. Cuando le diste la vuelta estaba dormido, eso era bueno, los demás no tardarían por eso intentaste reunirlos a todos en un mismo sitios para tenerlos controlados:

-Kili-Le llamaste sin recibir respuesta-Oye tú, conejo azul- El alzó la cabeza y se dirigió brincando hasta ti. Esparciste unas cuantas hierbas al rededor de Bilbo y él se quedó allí masticando, llamaste a Fili y él acudió a ti con paso lento pero decidido, dándo tumbos como un borracho y agitando la mano, abrió la boca para decir algo y alzó más una de sus manos pero sus pies se liaron, calló todo lo largo que era boca abajo y allí se quedó.

No le disté importancia pues aun tenías que reunir a 11 enanos drogados.

Poco a poco fuiste reuniendolos a todos y finalmente solo quedaban Gloin y Thorin cada cual pendiente de su tarea.

Arrancaste la mochila de los brazos de Gloin y te persiguió en busca de su "bebé" pelirojo durante un buen rato hasta que calló rendido sobre los demás enanos amontonados.

-Thorin ven aquí- Le ordenaste vidiblemente molesta cogiéndolo del brazo y dirigiendolo con los demás.

-¿Desde cuando tu y yo tenemos un hijo?- Señalo a la mochila.

-Tu y yo no tenemos un hijo, es de Gloin-

Esta vez él te cogió a ti por los hombros y te giró hacia él:

-¡¿Desde cuando tu y Gloin teneis un hijo?!-Gritó alarmado.

Lanzaste la mochila a ver su reacció y él enseguida te soltó y te miró confusa:

-¿Desde cuando tienes tu dos ojos?-

-Desde ayer, me compré uno-Le seguiste la corriente agotada y te sentaste en un tronco cercano.

-Claro, ahora todo tiene sentido-Dijo levantando un dedo. Se acostó en el tronco y sin que te dieras cuenta apoyó su cabeza en tu regazo.

-No, no, no, tú vete con los demás-Dijiste empujándolo.

-Pero ellos apestan-Se quejó como un niño y no pudiste evitar reír- Sobre todo el conejo azul-

Miraste a Kili quién ahora solo tenía un palo en su cabeza y abrazaba a Bilbo por el cuello como a un peluche, pobrecillo.

-Y a ese rubio...-Gruño como un perro-Como un dia de estos lo coja...-Amenazó.

-Luego, luego irás a por él y podrás bañar a ese sucio y apestoso conejo-

-Si, si, eso, ya verán-Murmuró con los ojos cerrados dándote la razón y acabádose de acomodar en tus piernas-Buenas noches Scarfy-

-Buenas noches por la tarde Escudo de Roble- Sonreíste.

-Thorin de Escudo, Roble de  Montaña Bajo Rey, para ti- Aclaró arrastrando las palabras y levantando la cabeza.

-Claro, claro-

  

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