Viernes. ¡Mi precioso y amado viernes por fin ha llegado! Después de una semana de arduo trabajo, nada me emociona más que los fines de semana.
—Jisung y yo iremos por unas bebidas. ¿Te gustaría acompañarnos? —Hyunjin se dirige a mí tan amable como siempre.
—Di que sí. —suplica el más bajo al ver que me tardo en darle una respuesta.
Debo admitir que no estoy del todo exhausta, pero tengo cero ganas de andar por esos lugares a pesar de que no me vendría mal.
Antes de poder decir algo, la presencia de Minho entrando al despacho se lleva nuestra atención.
—Hey, ¿podrías quedarte un poco más? —se dirige a mí.
—De hecho, me urge ir a casa. —miento lo más serena posible.
¿Yo? ¿Quedarme? ¡Pft! Por supuesto que no.
—No te quedarás de gratis. Te pagaré el tiempo extra.
Aunque...
No quiero, pero cuánto más dinero haga, mejor. Suena tentador y tampoco tengo algo que hacer en casa, puesto a que ya he desempacado y ordenado todo. ¿Pero quién demonios quiere pasar tiempo con este tipo que no dice más de cinco palabras? A veces me resulta incómodo compartir el mismo espacio con él.
Miro a los chicos con la esperanza de que puedan darme alguna sugerencia, mas su única respuesta es encoger los hombros.
—Bien, me quedaré.
—Te espero en mi oficina.
Tras decir esto, se marcha.
Puedo sentir la perversa mirada del par a mi lado y confirmo mis sospechas cuando volteo a verlos. Jisung agranda su pecho y entumece los brazos en una pose bastante chistosa, seguido de ello, entona con voz déspota:
—Te espero en mi oficina.
Camina en círculos con una mueca extremadamente seria, entonces Hyunjin y yo rompemos en carcajadas. Es un payaso que nunca desperdicia la oportunidad para remedar a Minho.
—Será mejor que me vaya, así termino lo antes posible.
—Fíjate cómo elegiste quedarte con él sin dudar mucho, eh... —Hyunjin me da una sonrisa y mirada insinuante.
—Chico, lo hago por el dinero, no por él.
—Jum, demasiado apego.
—Llevo sólo un mes aquí y ya están pensando mal. ¡Me voy!
—¡Suerte! —vociferan al unísono.
Salgo del despacho y me dirijo a la oficina de Minho. Antes de pasar, observo las llaves de mi auto y contemplo la idea de ir directo a casa, pero descarto el pensamiento porque no me gusta declinar lo que ya he aceptado.
Toco la puerta y él me permite el paso. Lo encuentro muy concentrado en su computadora y me quedo parada esperando a que me dé alguna instrucción, pero es como si ignorara mi presencia a pesar de saber que estoy allí.
—Y bien... ¿Qué se supone que deba hacer?
Sin apartar sus ojos de la pantalla, toma un pila de papeles y las coloca en la esquina de su escritorio.
—¿Puedes ordenar esos papeles por fecha? No será muy difícil, la fecha está impresa en la parte superior de cada página.
¿Es en serio? Ha pedido que me quede para simplemente organizar unos papeles. Qué chiste.
—¿Por qué yo?
¡Mierda, lo pensé en voz alta!
Sonrió nerviosa y sin más rodeos me acerco a tomar los papeles con la esperanza de que ignore mis palabras.
![](https://img.wattpad.com/cover/327854795-288-k134310.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Grietas del Corazón ; Lee Minho
Fanfiction¿Un chico malhumorado como él y una chica insoportable como yo llevándose bien? La idea de que pudiéramos congeniar parecía absurda en un principio, pero después de analizar cada fragmento de su corazón me di cuenta de que no es así. De cierto modo...