He despertado antes que él, estoy sentada en la orilla y sus tres gatos a los pies de la cama. Él sigue en un sueño profundo y parece que no despertará pronto. Se ve adorable con los labios abultados, mejillas regordetas y el cabello desarreglado.
Pero, claro, verlo en paz es el último de mis placeres.
Paso un mechón de mi cabello por su nariz y las cosquillas lo hacen reaccionar enseguida, frotándola sin llegar a despertar, por lo que cubro mi boca para evitar reír y no delatarme tan pronto. Cargo a Dori para que haga lo mismo y río en silencio cuando le toca la nariz con su patita, obteniendo la misma reacción de antes.
Intento hacerlo una tercera vez, esta vez con mi mano, pero él apresa mi muñeca y lo impide.
—Deja de molestar. ¿Qué haces despierta?
—Vengo a buscarte porque tu mamá y yo hicimos desayuno.
—¿Tú despertando antes que yo? —abre un solo ojo— Procuras quedar bien con mamá, ¿no es así?
—¿Insinúas que finjo ser un pajarito mañanero para dar buena impresión? Pues sí, me levanté en contra de mi voluntad. Ahora levántate, tu mamá dijo que saldríamos después de comer.
—¿Adónde?
—Al centro de la ciudad.
—Ash, ya conozco el centro de esta ciudad.
—Pero yo no, Minho, ¡así que levántate! —le quito la sábana de un tirón fugaz— ¡Aah, por Dios, estás...!
—¿En bóxers?
—Sí, ¡cúbrete, sinvergüenza!
—¿En serio? —con la mirada me acusa de ser una dramática— Dime qué estás viendo ahorita que no viste el día de tu cumpleaños.
—¡Eso es diferente! ¡Te veo en el comedor!
Salgo corriendo fuera de la habitación con los gatitos siguiéndome.
(...)
Inhalo hondo y dejo salir el aire por medio de un suspiro—. ¡Qué día tan bonito!
—Dices eso todos los días.
—Pues sí, Minho. Llueva, esté nublado o haga sol, los días son bonitos.
—Quisiera poder mantenerme así de positivo —musita antes de voltear hacia su mamá—. ¿Ahora qué hacemos mamá?
—No sé. Ustedes pueden adelantarse y hacer lo que quieran, tu papá y yo estaremos en la tienda de artículos para el hogar. Los vemos al rato.
No esperan más para darse la vuelta y cruzar la calle, dejándonos solos. Yo doy un salto para quedar frente a Minho y tomo su mano antes de sonreírle abiertamente.
—Es una cita.
—Supongo.
—Entremos a la joyería. Quiero ver algo.
Sostengo su mano y prácticamente lo llevo a rastras hasta la tienda. A simple vista se pueden apreciar una vasta variedad de collares, pulseras y demás. Son bastante finos.
—¿Qué quieres buscar aquí?
—Ayer vine con las manos vacías y me dio mucha pena. Quiero buscar algo para tu mami. ¡Oh, mira ese reloj! ¿Crees que le guste a tu papá?
—No es necesario que les compres algo.
—Pero quiero hacerlo.
—Andas con dinero, eh. Deberías invertirlo en arreglar tu carro.
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Grietas del Corazón ; Lee Minho
Фанфик¿Un chico malhumorado como él y una chica insoportable como yo llevándose bien? La idea de que pudiéramos congeniar parecía absurda en un principio, pero después de analizar cada fragmento de su corazón me di cuenta de que no es así. De cierto modo...