50.

1.4K 194 189
                                    

Seguimos en contacto, pero nuestras conversaciones son muy cortas, repetitivas y soy quien mayormente pone de su parte en la plática. No estoy quejándome, entiendo que las zonas horarias son diferentes y que él siempre está ocupado en el trabajo, pero es una pena porque así nunca llegaremos a nada.

¿Soy la única que se aferra a la esperanza de volver a estar juntos? Aunque una relación a distancia sería una tortura, incluso ser sólo amigos suena complicado.

Suspiro mientras leo el último mensaje que le envié temprano en la mañana. Seguramente llegó muy cansado y por eso no pudo contestar.

—Está bien... —sonrío, poniéndome en pie para salir de mi habitación—... Él no me debe ningún tipo de atención después de todo.

Le prometí a Doyoung que averiguaría qué diseño de anillo le gusta a Nara. Por supuesto que ella todavía no sabe de la propuesta así que tengo que ser muy discreta, por eso la invité al centro comercial en lugar de llevarla directo a la joyería.

—¿Vienes a buscar algo en específico? —pregunta mientras cruzamos las puertas corredizas.

—Mhm... —asiento entre una pausa, elaborando una excusa en mi mente—... Abrigos y ropa cómoda para esta temporada. ¿Sabes de alguna tienda?

—Uff... Aquí hay muchas y con ropa muy linda —sonríe entrelazando su brazo al mío—. Vamos.

Apresura su paso y se adentra a la primera tienda que, según ella, me va a encantar. Es exclusivamente para chicas y hay mucha ropa bonita, demasiado bonita para alguien como yo.

—Nara, creo que este lugar es demasiado para mí. Dudo que alguno de estos estilos me quede bien.

—¿De qué hablas? Ni siquiera hemos comenzado a buscar.

¿En que me he metido? No vine aquí para esto, pero ya qué, debo llevar a cabo mi plan sin delatarme y estropearlo.

(...)

Hemos entrado en distintas tiendas, Nara me ayudó a elegir un montón de prendas (también eligió algunas para ella) y nos probamos todo al mismo tiempo para dar opiniones mutuas. Parece que le encantan estas actividades en un alto nivel, pero no es una compradora impulsiva.

Aunque no vine aquí con esta intención, debo decir que me divertí mucho. Incluso pude contarle un poco más sobre mí y debo decir que es tan buena escuchando como Johnny. Creo que realmente necesitaba pasar tiempo con alguien que pudiera simpatizar conmigo como solo lo hacen las chicas.

Ahora mismo estamos caminando sin rumbo mientras bebemos un café helado y platicamos. Es en ese momento cuando diviso la joyería a lo lejos. Ahora sí, a lo que vine.

—¡La joyería! —sonrío emocionada— Me encantan las joyas, ¿me acompañas a verlas?

—Claro.

Cruzamos la entrada y, oh Dios, hay miles de joyas brillantes. Nunca me cansaré de visitar estas tiendas, es un deleite a mis ojos aunque rara vez salgo de ellas con algo en mano.

Nara se acerca a la vitrina que exhibe diversos anillos y aunque esto simplifica mi tarea, debo ser cautelosa y por esa razón voy en sentido opuesto a ella.

Una trabajadora se me acerca rápidamente.

—Hola, ¿buscas algo en especifico?

—Solamente estoy viendo —sonrío amable. Rápidamente volteo hacia Nara y aprovecho el momento al ver que está distraída—. De hecho, estoy buscando un anillo, así que sería muy amable si me muestra los diseños más bonitos que tiene.

Grietas del Corazón ; Lee MinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora