Hades quiere convertirse en un mejor padre, así que después de la guerra contra Gaia lo envía a su tierra natal, la dulce Italia.
Nico Di Angelo viaja a esta hermosa tierra con solo 17 años, aquí el conoce a una dulce italiana cayendo rendido a sus...
Estaba muy nervioso era el día de mi boda, después de 6 meses por fin me casaría, ya estaba casi listo por este día me había puesto un esmoquin con camisa blanca, sería una sorpresa para Gianna ella nunca me a visto con otro color que no sea negro. Mis cuñados junto con sus hijos hombres que vendrían siendo mis sobrinos, estuvieron conmigo al igual que mi suegro y un amigo que hice en la universidad. Estaba prácticamente listo, solo me faltaba la corbata y la chaqueta estaba con la camisa blanca, esperando a que llegaran con mi regalo. Me explico en Italia hay una tradición, antes de la boda el novio le manda un regalo a la novia y viceversa. Yo mande mi regalo con Carlo y el traería el mío, estaba nervioso esperando que le gustarla.
—¿Que le diste?—Me pregunto Alonzo mientras le daba tetero a su hijo.
—Un collar que ella quería.
—Le gustara.
Cuando menos lo pensé Carlo llegó una caja y un sobre, yo me levante y recibí el regalo que me dio. Todos los que estaban ahí se iban a ir, pero le pregunté.
—¿Le gustó el regalo?
—No lo se Nico, Ni siquiera la vi estaba encerrada con mi madre, fue flora la que medio tu regalo y recibió el de Gianna, y entró y se lo dejó.
—Está bien.
Iban a salir pero Carlo se detuvo antes.
—Me dijeron que habrás primero el sobre.
—Gracias.
Me senté y analicé el sobre, era la caligrafía de Gianna su hermosas letras. Lo abrí y el mensaje me dejó confundida,
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Yo lo mire confundida y lo leí varias veces, creí que era mi dislexia pero no siempre leí el mismo mensaje, pero no lo entendía. Dejé la nota a un lado, retire el moño que tenía la caja y mi cara fue de confundían mientras veía el regalo... Era simplemente imposible.
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—Esto no puede ser posible...YO NO QUIERO ESTO.
Me levante y tire uno de los cojines que tenía al suelo con frustración, estaba enojado como fui tan descuidado y no me cuide para evitar eso. Dije que me gustaría niños pero no ahora, no estoy listo para cuidar a otro ser viviente. Estaba tan enojado que fantasmas empezaron a brotar del suelo, estaban callados solos flotaban a mi alrededor, sentí una presencia no era la de un fantasma, era la de un Dios, no la de cualquier Dios mi padre.
