𝐏𝐫𝐨𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚.
𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐍𝐢𝐜𝐨
Tengo todo listo para la propuesta de matrimonio, quise hacer algo sencillo pero que fuera romántico, no se si me logro entender.
Toda esta semana e estado raro y Gianna lo noto, tan nervioso e estado que me pregunto si quería terminar con ella, casi me da un infarto y la bese tanto es su oficina para que no creyera eso que termine haciéndole el amor en su escritorio.
Era fin de semana nuestros días libres de trabajo, lo primero que haría es llevarla a almorzar al lugar que nos conocimos, no era un lugar lujoso pero era muy significativo para ambos.—No veníamos aquí desde que cumplimos tres años de relación Amore.—me dijo ella después de que pidiéramos cada uno nuestra comida.
—Hoy es un día especial, que mejor que empezarlo en donde empezó todo.—le dije besando su mano donde pronto estaría el anillo que le compré.
—Estas muy raro, ¿que me ocultas?—Pregunto curiosa.
—Lo sabrás más tarde, hoy será un día de muchas sorpresas.
—No me dirás nada más.
—No.
Ella no pregunto más del tema, comimos en una plática amena, a veces nos quedábamos en silencio pero no era incómodo era algo que nos gustaba, yo disfrutaba de ver sus expresiones que me fascinan, también me encanta cuando ella se muerde su labio de abajo, me recuerda las veces que le hago el Amor y ella se lo muerde para evitar soltar gemidos.
Lo segundo que hicimos fue que la lleve a la fuente, y comencé una conversación.—¿Recuerdas cuando me explicaste la tradición de la fuerte?
—Claro, tiraste dos monedas y luego tres.—Dijo ella abrazándome de la cintura mientras disfrutaba de su helado de chocolate.
—Ya se cumplió uno de los deseos, estoy con una linda italiana.
Ella se rió.
—Soy tu linda italiana.
—No solo eres linda, también muy sexy italiana.—Le dije lo último en su oído, me separé y le dije.—Solo me falta que se me cumpla el de casarme contigo.
—¿Te quieres casar conmigo?—me cuestiono.
—Si, ¿tú no?
—Creo que me falta un anillo.
Fue lo que me dijo y yo solo sonreí comiendo de mi helado de vainilla, no faltaba mucho para eso.
Nos quedamos en el pueblo hasta la tarde, a las 5 la lleve al mueble donde había reservado una lancha, tenía miedo por ser un hijo de Hades en el agua, pero mi sorpresa lo requería, yo me subí y le ofrecí la mano para que lo hiciera y ella me miró dudosa.—¿Si es bueno Que te montes ahi? Ya sabes tu padre no se lleva bien con el.—dijo señalando al agua.
—Se que no se llevan bien, pero no es lejos a donde iremos.
Ella dudo pero al final subió, yo también estaba nervioso pero no podía mostrarle. El camino en lancha fue rápido, no hubo inconveniente solo unas olas muy fuertes pero nada que nos fuera volcar.
Bajamos llegando a la Playa de Ostia, la más cerca a Roma no me arriesgaría a ir a una mucho más lejos, por la hora ya debieron haber organizado lo que pedí. La lancha que nos trajo se fue, yo había rentado una casita para pasar la noche (obviamente los padres de Gianna saben), en esa caballa había ropa para ambos, que no creo que usemos las pijama que traje pero no importa.
Empezamos a caminar por la arena, Gianna se quitó sus tenis y sus medias para caminar con tranquilidad, yo no me los quite pero su llegue sus tenis, ella iba jugando con la arena entre sus dedos mientras veíamos el atardecer.
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Mio Dolce Amore
Hayran KurguHades quiere convertirse en un mejor padre, así que después de la guerra contra Gaia lo envía a su tierra natal, la dulce Italia. Nico Di Angelo viaja a esta hermosa tierra con solo 17 años, aquí el conoce a una dulce italiana cayendo rendido a sus...