Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ Cɪɴᴄᴜᴇɴᴛᴀ ʏ Dᴏs

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Casi me dejas viuda idiota.

Narra Gianna.

Me dolía la cabeza, me removí aún sin abrir los ojos, sentí como mis huesos sonaron cuando me moví...pero había algo que no me lo permitía, abrí los ojos levemente. Trate de acostumbrarme a la luz, mire al frente estaban todos los amigos de Nico que se comenzaron a acercar, intenté recomponerme en la cama, pero un peso me lo impedía, baje la vista y vi la cabellera negra oscura de mi hijo.

—Mi niño.—dije pasando mi mano y abrazándolo. Bese su cabeza.

—Me alegra que estes bien Gianna.—dijo Hazel, vi sus brazos tenía a Luciano cargado.

—Nico.—dije rápido viéndolos a todos.—¿Mi esposo cómo está?

—Tranquila Gianna, mira al lado.—Dijo Jason.

Giré mi cabeza, donde pide soltar un suspiro, Nico estaba vivo, herido, pero vivo. Su cara tenía a,unos cortes, y estaba pálido, en su pecho estaba Bianca dormida.

—Está bien.—dije soltando un suspiro.—¿Cuando despertaron los niños?

—Ayer, llevan 2 días inconscientes.—dijo Annabeth.

—¿2 días? Carajo ¿que dijeron ellos?

—Que porque estaban dormidos, les dijimos que despertarían pronto. No se quisieron alejar de aquí.—dijo Percy.—Anoche Nico jr durmió con Nico padre y Bianca contigo, hoy cambiaron.

—¿Que le han dado de comer a Luciano?—Pregunte, viendo a mi bebé que dormía.

—De echo, fuiste tú quien le dio de comer.—dijo Piper.

—¿No entiendo?

—Intentamos darle biberón, con leche que nos dio Will. Pero la vomitaba o no se la comía, así que las chicas y yo te descubrimos un seno y lo pegamos a tu pecho, para que comiera.—Explico Piper apenada.

—Tranquila, Luciano es muy exigente.—me levante un poco abrazando a Nico Jr.—Gracias.

Empecé a acariciar su cabello, lo movía y lo llamaba. Hasta que después de mucho, pero mucho tiempo se despertó. Apenas me vio sonrió y  se levantó en la cama brincando, sus ojos que estaban rojos (lo más seguro por llorar) me veían con esperanzas.

—MAMI, MAMI ¡ESTÁS BIEN!—Se volvió a sentar en la cama y me abrazo, yo le devolví su abrazo con fuerza y besando su cabeza, creí que no podría volver a hacer esto.—Bianca y yo te esperamos, a ti y a papá. Iré por ella.—me dijo rápido en italiano, se separó de mi y fue a la cama de Nico, vi y estaba descalzo. Se montó en la cama y sacudía a Bianca, hasta que se levantó.—Bianca mamá despertó.—le dijo.

Bianca se levantó y corrió junto a su hermano, se montaron en la cama y se tiraron encima de mi, yo los recibí riéndome, no se que hubiera echo si los hubiera dejado, amo a mis niños.

—Hazel, me devuelves a mi hijo.—ella asintió y lo dejó en mis brazos, estaba dormidito con una linda ropa.—Gracias por lo cuidarlos, a todos.—dije viendo a los chicos, luego vi a mis hijos y los abracé.

—dije viendo a los chicos, luego vi a mis hijos y los abracé

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—Mamá ¿papá cuando despertara?—Me dijo Bianca en italiano.

—No lo se cariño, pero será pronto. Mientras estarán conmigo.—Dije tocando su cabeza.

—Acaso yo no cuento.—dijo una voz muy débil.

Di la vuelta y vi a Nico viéndome, tenía un ojo morado u se veía adolorido, los niños salieron corriendo donde su padre, el los recibió pero no pensó que le doliera tanto.

—Cuidado.—pidió.

Los niños poco le hicieron caso, a él no le importó los abrazo y los tiro a la cama con el, aún estando adolorido comenzó a hacerle cosquillas a los niños.

—Gracias.—dije sin importar a quien lo escuchara, estaba agradecida con cualquier persona, por seguir con mi familia, por estar aquí con mi esposo, mis 3 hijos.

—Tu no saludas a tu esposo.—dijo Nico, ahora sentado en la camilla abrazando a Bianca, mientras Nico estaba sobre el abrazándolo.

Me levante de la cama con dolor,pero no me importo, quiero ir con mi familia, Nico me dejo a un lado en la cama, me senté con Lucía año en mis brazos. El no dijo nada, tomó mi cara y me dejó un pequeño beso en mis labios que devolví con gusto.

—¿Como estas?—le dije.

—Me curo rápido, soy un mestizo la que debe estar adolorida eres tú.

—Tal vez un poco.—dije tomando la almohada.—Pero estoy lo bastante bien para hacer esto. ERES UN COMPLETO IDIOTA DI ANGELO, CASI ME DEJAS VIUDA IDIOTA.—Dije golpeándolo con la almohada, mientras sostenía a Luciano.

—GIN DEJA DE GOLPEARME,SOY UN IDIOTA LO SE.—Dijo el tratando de cubrirse.

—Júrame que no volverás a hacer eso.—dije dejando de golpearlo, por un momento.—no vuelvas a sacrificarte.

—Lo prometo. Ven aquí.—me dijo, me volví a acercar y me beso de nuevo en mis labios.

—Quiero volver a mi casa, en Italia.—dije cuando nos separamos y en mi idioma natal.—Lo mas rápido posible.

—Nos iremos, te lo prometo. Si quieres compro boletos para un vuelo mañana.—me dijo tomando a Luciano.

—Le dire a mis padres que mande el avión, así te podrás despedir.—le dije.—Claro podemos volver a Estados Unidos cuando quieras, o ellos pueden venir a Italia cuando lo deseen.

—Perfecto, pero ahora quiero ir a mi casa, volver a mi vida, a mi trabajo y mi vida conyugal. Lo más rápido posible.—me dijo.

No podía estar más de acuerdo.

Mio Dolce AmoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora