Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ Cᴜᴀʀᴇɴᴛᴀ ʏ Oᴄʜᴏ

989 67 1
                                    

Olimpo.

Narra Nico.

Dos dias después me encontraba peleando con el celador de la entrada al Olimpo, como siempre insistía que no exigía un piso 600. Ya arto me toco aparecer detrás de él para asustarlo y que nos permita la entrada. Solo íbamos Gianna y los niños en el ascensor, mi padre nos dijo que era mejor que fuéramos con ellos para mostrar que no habíamos echo nada malo en 10 años.

—Ven cariño, recuéstate en mi pecho y niños venga y los abrazo.

Estaba recostado en la pared del ascensor, Gianna se recostó en mi pecho con Luciano, los niños se abrazaron de mis piernas y así en un disparo llegamos al piso 600, lo único que se escuchó fue el grito de los niños y el de Gianna, sentí como casi me caigo por el peso de los niños en mi pierna y que Gianna estaba en mi pecho.

—Ya llegamos.—Dije cuando las piernas se abrieron.

Gianna levantó la cabeza de mi pecho y se corrió el cabello de la cara.

—Para la próxima, nos devolveremos por viaje sombra, no pienso volver a subirme en eso.—Dijo Abrazando a los niños, sobre todo Nico Jr que está llorando.

—Como quieras, nos devolveremos por viaje sombra. (Si salimos vivos)—Pensé asustado.

Empezamos a subir las escaleras, Gianna y los niños veían todo asombrado, los colores eran hermosos, los edificios eran perfectos una armonía para la vista.

—Es muy lindo.—dijo Gianna en un susurro.

—Papi podemos ir.—dijo Bianca apuntando al templo que creo es de Atenea.

—Luego lo veremos Bianca, primero debemos hacer algo.

Caminamos al templo central del Olimpo, en las puerta de la gran sala esta de conferencias estaba Hades junto a Persefone, apenas los niños vieron a su abuelo fueron a donde el, realmente mis hijos adoran a su abuelo, no entiendo como Hades es tan buen abuelo y una mierda de padre.

—Padre/suegro.—dijimos Gianna y yo al tiempo.

—Al fin llegan, las cosas no son las mejores en esa sala.—nos dijo Hades cargando a Luciano.

—Padre, no quiero que les pase nada a ellos.—le dije.

—Tranquilo te ayudaré, ahora el único que hablará serás tu mocoso. Gianna solo hablaras si te preguntan tú nombre o si te digo que hables.—le dice mi padre a mi esposa que asiente.—Los niños no hablaran nada.

Nos devolvió a Luciano, Gianna lo llevaba en brazos mientras yo iba con mis hijos sujetos de mis manos, Hades iba en la cabecera cuando entramos a la sala del trono. Los 12 olimpos estaban en sus tronos (incluso Dionisio se encontraba), la mirada de Zeus me penetró con la mirada eso no significaba nada bueno.

Cuando estuve al frente incliné la cabeza.

—Nico Di Angelo, hijo de Hades. Todos los problemas que nos estás causando.—dijo Zeus.

—No estaba en mis planes, estaba teniendo una vida muy tranquila con mi esposa e hijos, no es mi culpa que ustedes deseen arruinar la felicidad y tranquilidad de sus hijos.—dije sin pelos en la boca, estaba molesto y quería que esta mierda se terminará rápido.

—Cuida tu lengua muchacho insolente.—Zeus pasó su mirada a mi esposa.—Supongo que tú eres la protegida de Persefone.

Gianna solo asintió, tenía miedo su aura la delataba.

—Eres muda muchacha, ¿tu nombre?

—Gianna, me llamo Gianna Di Angelo.

Si no estuviéramos en esta situación disfrutaría como sale mi apellido junto a su nombre de sus dulces labios, pero no es el momento de pensar en eso. Así que interrumpí antes de que interrogarla más a mi esposa, debo mantenerla a salvo.

—Que debo hacer para volver a mi casa y poder morirme en paz en mi casa con mi familia.

—No es duro bastardo de mi hermano.—dijo Zeus.—ve al infierno, eso es fácil para ti. Lo duro lleva a tu esposa incluso a tus hijos hagan una reunión familiar frente a la tumba de cronos, utilizarás tus poderes y sellarás la tumba de nuevo con ayuda de los poderes de tu esposa. Simple, con una leve posibilidad de que dejen a sus hijos sin padres.—Dijo con una sonrisa viendo como mis hijos se movían inquietos sin que les soltara las manos.

—Mi esposa no tiene poderes.—dije firme.—Ni siquiera salió del vientre de Persefone, solo tiene su bendición.

—Por eso tiene poderes, cuando mi hija bendijo el vientre de tu suegra, dejó una pequeña parte de poder en ella, poder que Gianna tiene.—dice demented por primera vez, viéndome con odio algo que no es raro en ella.—Deja de engañarnos, nosotros sabemos que tu sabias que tu esposa tenía poderes.

Apareció una esfera de nosotros más jóvenes, la primera vez que le di flores estaban demasiados marchitas y ella con tocarlas volvía a la vida, luego estábamos en una cena en un restaurante, las flores de la mesa se empezaron a marchitar mientras yo me acercab, Gianna las toco y volvía a la vida.

A eso se refieren, yo desprendo muerte, Gianna desprende vida.

—Mientras más rápido hagan eso, más rápido volverán a su antigua vida.—dijo Zeus.—Pueden irse.

Eso hicimos salimos de la sala, Hades nos estaba siguiendo, realmente los dioses no estaban felices. Cuando las puertas de la sala de, trono se cerraron Gianna se recostó en una pared y respiraba pesadamente, estaba pálida. Le solté las manos a los niños y luego quite al bebé poniéndolo en los brazos d emi padre y senté a Gianna en el piso.
Empecé a darle aire en el rostro, un ataque de pánico supongo, después de unos minutos estaba respirando más tranquila.

—¿Mejor?—le pregunte despacio.

Ella asintió.

—Me quiero ir de aquí.—Me pidió viéndome a los ojos, mientras abrazaba a Nico Jr que la había abrazado cuando vio a su madre asi.

—Ya mismo nos vamos.

La ayude a levantarse, mire a mi padre con mi hijo en brazos, me acerqué a él por El Niño y me dice en griego.

—Xéreis ti na káneis, ótan eísai étoimos pígaine ston káto kósmo mazí tis, tha tous páo ston táfo.(ya sabes lo que debes hacer, cuando estes listo ve al inframundo con ella, yo los llevare a la tumba.)—dijo dándome a Luciano.

—Den tha to kánei, tha kleíso ton táfo. (Ella no lo hará, yo cerrare la tumba)

—Ti chreiázesai í tha petháneis, kai tha meínei chíra kai ta tría sou palavá chorís patéra. (la necesitas o moriras, y ella quedara viuda y tus tres mocosos huerfanos de padre)

Solo asentí, me acerqué a Gianna y la abrace de la cintura, ella tomó la mano de los niños para irnos en viaje sombra.

—¿Todo bien?—me pregunto antes de irnos.

—Todo bien, amore. Luego hablaremos.

Ella asintió y yo nos hundí en la sombra, a los minutos ignorando las voces de las sombras llegamos a la entrada del campamento. Entramos despacio y vimos a los chicos esperándonos, se nos acercaron de inmediato.

—¿Como les fue?—pregunto Annabeth.

Sentí la incomodidad de Gianna.

—si me disculpan me quiero acostar un rato, fueron demasiadas cosas.

Ella me vio y dejó a los niños conmigo y con la cabeza agachada empezó a caminar a las cabañas.

—cosa ha la mamma (que tiene mamá?)- pregunta Bianca.

—la mamma è triste (mama está tristes).—le respondí.—Ahora les cuento bien chicos, ¿pueden cuidar a los niños yo hablo con Gianna?

—Claro Nico.—Dijo Hazel, recibiendo a Luciano y Frank recibiendo el bolso con sus cosas.

Yo me agaché a la altura de los niños.

—Bambini, vado a parlare con la mamma di una cosa importante, state con i vostri zii e se si comportano bene gli comprerò un gelato (niños voy a ir a hablar con mama de algo importante, quede se con sus tios que si se portan bien les compro un helado)

Sabía que los convencería con los del helado, ellos estaban felices. Les di una mirada a los chicos y salí corriendo detrás de mi esposa

Mio Dolce AmoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora