Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ Cᴀᴛᴏʀᴄᴇ

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𝐓𝐞𝐧𝐠𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐢𝐭𝐚

𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐆𝐢𝐚𝐧𝐧𝐚

Estaba con Nico en la sala de su casa, ya habíamos terminado de estudiar con el, pero ahora era yo la que estudiaba con desesperación unos apuntes. Dentro de dos días tenía mi examen final para pasar el semestre.
Me encontraba mordiendo el lápiz que tenía en mi mano, mientras leía los apuntes de una clase, mientras Nico estaba recostado en mis piernas, a veces veía su celular o otras veces me veía fijamente a mi.
Empecé a repetirme algo que me había aprendido, pero me equivoqué en una parte y buje de frustración mientras me golpeaba con el cuaderno en la cara.

—¿Todo bien?—Me pregunta, yo agacho la cabeza y lo veo viéndome a los ojos.

—No, no recuerdo las palabras claves, siento que voy a perder esto.—Dije cerrando los ojos frustrándome, dejé de sentir el peso de Nico, cuando abrí los ojos lo encontré acariciando mi mejilla, El Paso sus dos piernas y no quede en el medio y beso mi cabeza.

—Te lo sabes, llevas una semana estudiando y todos los días te e escuchado decirlo a la perfección, hoy no te a salido porque estás cansada, tómate un descanso.

Yo no le dije nada, me a recosté en su pecho sintiendo su corazón.

𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐍𝐢𝐜𝐨.

Era nuevo en todo esto de los sentimientos y lo de estar en una relación, así que pensé que podía hacer para hacerla sentir mejor, cuando yo estaba estresado entrenaba o salía a caminar, tal vez llevándola a un lugar.

—¿Quieres ir a algún lugar?—Le pregunte viéndola a los ojos.

Ella sonrió y sus ojos brillaron y me dijo.

—¿Me estás invitando a una cita?

Me rasque la cabeza, quizás era lo que estaba haciendo, quiero tener una cita con Gianna.

—Si, tengamos una cita.

Ella me abrazó.

—¿A donde me llevarás?

—No lo se, nunca e salido con alguien. ¿Que se hace en estas citas?

—Podemos ir por un helado, a caminar, al cine.

—Nunca he ido al cine, vamos.

—Claro vamos.

Ella me beso en los labios y luego se levantó y me dio la mano para levantarme, dejé que me arrastrara afuera donde estaba su auto, ella se montó en el asiento del conductor y yo de copiloto. Coloqué su mano en mi pierna y empecé a acariciarla mientras ella manejaba, ya que ella sabía donde quedaban los cines. Me sorprendió que cuando llegamos, estábamos en un centro comercial.

—¿No íbamos al cine?—Pregunte confundido mientras la tomaba de la mano para caminar.

—Hay establecimientos que son solos cines, pero también hay en los centros comerciales, este es el más cerca a tu casa.

Llegamos a la sala de cine y entre Gianna y yo elegimos una película de acción, intente pagarlo todo pero Gianna no me dejó así que todo fue mitad y mitad, la película aun no empezaba así que fuimos a un lugar al lado del cine con juegos. Esta vez compré unas fichas para jugar y fui con Gianna.
Había un juego de baloncesto, hicimos una competencia entre los dos, Gianna es pésima jugando. Le gane 600 puntos a 200.

—Eres pésima jugando baloncesto Gin. —Dije pasando mi brazo por sus hombros.

—Soy mala jugando baloncesto, pero te ganare jugando maquinitas.

Me llevó a unas máquinas de videojuego donde habría un Pac Mac, dejó que yo empezara y considero que me fue bien 350 puntos, pero Gianna me pateo el trasero 1000 puntos sacó, pasaba nivel tras nivel.

—¡TE GANE DI ANGELO!—Dijo feliz brincando.

—¿Como lo hiciste?—Le pregunté sujetando fuerte su cintura.

—Este es el juego favorito de Carlo me enseño a jugar desde pequeña.

—Eso es trampa.

—También es trampa que siendo un semidiós me gane en cualquier deporte.

—Vamos por comida.

Fuimos y compramos críspelas con gaseosa, yo llevaba la bandeja y Gianna entregó las boletas un asistente nos dejó en nuestros asientos, apenas entramos sentí el aire frió de la sala, a mi casi no me afectaba el frió, pero a Gianna si así que le pase la bandeja de comida y me quite mi chaqueta, me senté y le quite la bandeja y le pase la chaqueta, ella la recibió y me dio un pico en los labios.

—Grazie Amore.

Yo solo la volví a besar, ella se colocó la chaqueta encima y colocó una de sus piernas en la mía, la sala se apagó y empezó la película, tome la mano de Gianna y vimos la película así. Realmente puedo olvidarme que soy un semidiós aquí, aquí puedo tener una vida en paz.

 Realmente puedo olvidarme que soy un semidiós aquí, aquí puedo tener una vida en paz

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—Ti amo Amore.—Le dije viéndola, ella estaba viendo la pantalla y cuando escuché como la llame se volteo a verme sorprendida, olvidándose de la película.

—¿Como me llamaste?—Pregunto bajito para no interrumpir la película.

—Amore, ¿te molesta?—Dije dándole una sonrisa.

—No

Ella volvió a ver al frente sonrojada, le di un beso en la mejilla y seguí viendo la película, creí que no iba a volver a bábale cuando me dice.

—Ti amo Amore.

Le voltee la cara y tome sus mejillas y le plante un beso largo.

Mio Dolce AmoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora