Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ Cᴜᴀʀᴇɴᴛᴀ ʏ Tʀᴇs

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La historia.

Narra Gianna.

Estábamos toda mi familia en la oficina de mis padres, mis hermanos estaban aquí, ninguna de sus esposas o novio estaban presentes, el único que estaba era Nico que estaba a mi lado. Nos encontrábamos en un silencio incómodo de verdad.

—Padre que hacemos aquí?—Pregunta Carlo.

—Es cierto, tengo trabajo que hacer.—Dijo Dante.

—Están aquí porque esto es algo importante, que los concierne a todos. Pero más a su hermana.—dijo mi padre.

—¿Que sucede con Gin?—pregunta Alonzo.

—Ustedes no recordarán ya que cuando pasó todo esto, ustedes eran unos niños. —empezó contando mi madre.—Pero cuando ya los teníamos a ustedes 5, habíamos perdido las esperanzas de tener una niña, su padre y yo, ya no teníamos esperanzas nos íbamos a quedar con ustedes 5 y ser felices. Pero un día decidimos llevarlos al museo donde hay estatuas griegas y Romanas, su padre yo nos quedamos viendo la del rapto de Persefone, cuando el tiempo se paralizó, ustedes quedaron quietos y frente a nosotros apareció una mujer hermosa, con toga de color vino y un cabello largo.

—Persefone.—Aseguró mi esposo.

—Si, ¿como lo sabes Nico?—le pregunto mi padre.

—Esa historia la contaré luego de la de ustedes, continúen.

—Bueno, como dijo Nico era Persefone la diosa de la primavera y la reina del inframundo, por lo que nos dijo iba a cumplir su tiempo en el infierno, cuando nos escuchó hablando sobre lo que dejaríamos de intentar tener una niña, ella toco mi vientre y me dijo que el próximo bebé que tuviera sería una niña y que ella la convertiría en su protegida, ella se fue y a las dos semanas estaba embarazada, el tiempo pasó y nació Gianna, por eso se llama así Gianna: regalo de Dios, es nuestro regalo de una diosa y Fiorella: nuestra flore pequeña en honor a la primavera que representa Persefone.

Todos estábamos sorprendido, pero nadie como yo, me sentía mariada tanto que Nico me recostó un momento.

—Entonces ¿Gianna no es hija de ustedes?—Pregunto un asombrado Valentino.

—Claro que es nuestra hija, lo que Persefone hizo fue que bendijo el vientre de su madre para tener una niña, pero Gianna la hicimos su madre y yo así como ustedes hicieron sus hijos.—Dijo mi padre.

—Esa parte sobraba papá.—Dije.—¿Por que nunca nos dijeron? ¿Por que no me dijeron a mi?

—Nosotros tampoco sabíamos cómo eso era posible, pero pasó. No sabíamos cómo explicarles eso, y tu hija creciste bien, tus hermanos te adoran al igual que tú madre y yo, para nosotros eso estaba bien, teníamos nuestra familia que cuidar. ¿Estás molesta hija? —me Preguntó mi padre, yo me levante y fui a abrazarlos.

—No lo estoy, solo me hubiera gustado que me dijeran la verdad desde un principió.—Mire a mis hermano y les dije. —Sigo siendo su hermana menor, vengan aquí.

Ellos se unieron al abrazo y me dijeron que no importaba como yo había nacido, que lo importante era que estaba con ellos.

—¿Tu como descubriste la verdad?—Me pregunto mi madre, yo voltee a ver a Nico y el asintió.

—Recuerdan los amigos de Nico que se están quedando en mi casa.—todos asintieron.—Ellos nos dijeron.

—¿Como?—Pregunto mi padre.

Nico se levantó y dijo.

—Creo que es hora de mi historia.—todos nos organizamos y dejamos a Nico hablar mientras yo le daba de comer a mi hijo.—Bueno creo que los que les dire ya no les debe sorprender tanto, pero supongo que escucharon las historias de Hércules, perseo y mucho semidioses así.—todos asintieron.—Bueno...yo soy un semidiós, soy hijo de maria Di Angelo y el Dios Hades, Rey del inframundo, al igual que mis amigos, todos somos hijos de dioses.

—¿Como?—Pregunto Carlo.

—A los dioses les gusta bajar o subir en el caso de mi padre a la superficie, y divertirse con mortales. Tiene hijos que se les llama semidioses, vamos a un campamento donde nos enseñan a defendernos de los monstruos que nos quieren matar y a controlar nuestro poderes.

—¿Tienes poderes?—Pregunta mi padre.

—Si, suegro, soy conocido como un hijo de los 3 grandes, yo puedo invocar a los muertos y hacer viaje sombra, ósea que puedo viajar entre las sombras así.—se escondí en las sombras y apareció detrás de todos.—Así.

Mi familia pegó un rito cuando vio lo que sucedió.

—¿Sus hijos también hacen eso?—Pregunto Alonzo muy pálido.

—Si, mis hijos heredaron mis habilidades.

—¿Hija tú sabías?—me pregunta mi madre.

—Claro que sabía, lo supe a los dos meses que lo conocí, incluso e ido al infierno.

—¡QUE!—Gritan todos.

—Si, a visitar a mi suegro, le gusta pasar tiempo con los niños y yo no se lo niego.

Todos quedaron sorprendidos con la revelación, pero fue Federico quien reacción.

—Pero venga, bueno tú nacisteis porque una diosa bendijo en vientre de nuestra madre, tu esposo es hijo del rey del inframundo, pero no respondieron ¿cómo fue lo de tu nacimiento? ¿Como se enterraron?

—Salió una profecía, en donde nombra a la protegida de Persefone ósea Gianna, por eso vinieron mis amigos ambos debemos solucionar unas cosas en Estados Unidos, hablar con los dioses haber que debo hacer, no permitiré que Gianna haga nada, yo me haré cargo de mi familia

Mio Dolce AmoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora