incontrare

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-debes elegir a alguno Merlina -Hablaba su madre con frustración.

Su hija no paraba de rechazar a los pretendientes que le presentaba, ya que ninguno era de su agrado.

-¿Y por que debo elegir a alguno? No quiero, ninguno le gusta, ni hoy ni nunca.

-Suficiente, fui paciente contigo, ahora sólo te daré dos opciones, la que tu padre elija o la que yo elija.

La menor se levantó de golpe, esto era una clara injusticia.

-¿¡Que!?

-A si que lo mejor es que te sientes y escuches, Hija -a la azabache no le quedo más que acatar la orden y escuchar.

- El chico que yo elegí podría ser un gran esposo pequeña, se llama Tyler Galpi-

- No. -volteo a ver a su madre -¿Tu?

- De quien te hable está mañana, su madre dice que es una gran persona que piensa en los demás.

-¿Y eso para que me serviría?

Dado a las circunstancias la mayor tuvo que mentir un poco al respecto.

-Y, también fue sospechoso en un asesinato, si no mal recuerdo su madre dijo que tiene unas cicatrices en la cara... de una pelea.

-Continúa - la menor se veía mucho más interesada que antes.

- Te cuidara y dará todo lo que quieras y mucho más, sólo tienes que aceptar.

- No soy tan incrédula, madre.
Primero quiero conocerlo, y si no me agrada... podría colgarlo de cabeza unas horas.

- Me parece perfecto - la mayor se levantó y comenzó a caminar -y por cierto querida... no es un 'Él' Es 'Ella.

Sin dejar que su hija hablará se retiro de aquel lugar.

Por otro lado la familia Sinclair estaba contenta, ya que la menor si había aceptado el compromiso sin dudar.

En cuanto le describieron a aquella muchacha con la que se casaría ella quedó encantada.
Incluso comenzó a imaginarla, el como seria.

.

.

.

Las dos matriarcas de las familias comenzaron a preparar la reunión en la que sus Hijas se conocerían.

Todo estaba de maravilla, iba bien.

Se lograban informar de lo que hacía la otra adolecente, incluso los gustos contrarios.

Trabajando todos los días por dos semanas para que al fin ese día fuera perfecto.

El día llego, ambas jóvenes estaban nerviosas.

Una por saber que al fin vería a la persona con quien compartiría su vida.

Y la otra porque creía que su madre se entrometeria en cualquier decisión que tome.

Merlina llego al lugar acordado, era algo simple, un lugar cerca del lago.
Esperaba llegar y ver a una idiota con rosas en la mano.

Y realmente no se alejaba mucho de la realidad, Era una Rubia no mucho más alta que Ella, bastante llamativa.
Con un ramo de Dahlias negras en mano.

Claro estaba que Enid tuvo que investigar mucho para saber que flores le gustaban a la más baja.
Pero al final lo consiguió y eso era lo que le importaba.

Por favor no me sueltes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora