Por favor no me sueltes.

smetti di parlare

El Lunes había llegado más rápido de lo esperado, se estaba arrepintiendo.

Porque pensándolo bien ¿Por qué debía pedirle explicaciones a Enid?

¿No se suponía que ella fue la que le pidió tiempo?

-Vamos, Merlina, o se hará tarde - la llamo Kent.

Se sentía agradecida con los mellizos, si no fuera por ellos lo más seguro es que estuviera vagando por la calle.

- Ya voy, Divino -Tomo su mochila, no debería estar nerviosa.

Es una Addams, ella debe causar nervios, no tenerlos. 

-... Ya te expliqué que me llamo Kent.

- Lo entendí, Divino -obvio sabía su nombre, pero le era más fácil decirle de esa forma, además, Divina estaba muy de acuerdo con ese nombre.

- Ya no te diré nada... sólo, vámonos.

.

.

.

-¿No piensas levantarte? - Le pregunto a su hija - Ya llevas tiempo con esa cara, levantate.

- No... sólo déjame morir aquí-pidió a su madre, no tenía ganas de nada.

Le dolía el pensar que probablemnete Merlina y Divina si estaban juntas.
Pero debía aceptarlo, ella lo arruinó.

Si Merlina era feliz, ella también debería serlo.

Debería estar feliz por ella.

Pero era tan difícil no sentirse mal, sabía que Divina era un ángel.
Un ángel que hacía que todos sonrieran al verla.

¿Cómo puedo odiarla? Es un hermosa.

Pero ahora desearía que estuviera muerta, 3 metros bajo tierra.

No hizo nada más que ocupar mi lugar.

Me daba impotencia pensar que cuando ella pasabe será un espectáculo para tus ojos cansados...

Ella haría que tu sonrisa apareciera.
Brillaban más que el cielo azul.

-Anda, no puedes morir aquí - la animo- Arriba.

-¿No puedo? Claro que puedo, es muy fácil morir de amor... - suspiro, bajo sus antes vivos ojos yacía una gran sombra negra.

Ojeras.

-Nadie muere de amor.

-Puedo ser la primera persona - Enid se había resignado por completo.

Amaría ver a Merlina feliz, pero, Moriría al ver que su sonrisa no seria para ella.

- No, no lo serás - el tono de su madre cambio- Te levantaras, te arreglaras e irás a la escuela, Enid, El que Merlina y tu ya no estén juntas no quiere decir que debas resignarte, habrá muchas más personas.

- Pero ninguna serán ella - se levantó, comenzando a arreglarse, no llegaría a sus primeras clases, pero que más daba.

-Ese es el punto -explico- Ninguna persona será igual a otra, no hay punto de comparación.