Strada di casa

11.4K 1.5K 496
                                    

El camino a casa de la menor fue muy silencioso, no era algo incómodo para Merlina, pero si para Enid.

No sabía como iniciar una conversación con la menor... pero tenía una duda, una que tenía que ser resuelta.

-¿Merlina...Te puedo preguntar algo?

- Ya lo hiciste...

La rubia proceso un poco lo que le dijo... era verdad, debía pensar más.

-¿Otras dos cosas?

- Te sobra una, ¿Qué es?

-¿Por qué... No es por ofender o algo por el estilo, Sólo tengo mucha curiosidad, pero si no quieres responder está bien, no es obligatorio -Hablo rápido antes de hacer la pregunta, no quería ofender a la Omega por ningún motivo.

-Aja, ¿De qué hablas?

-¿Por qué hueles a Flores? Específicamente a Flor de cempasúchil...

La azabache suspiro, al menos no fue tan directa como los otros idiotas de los alfas (Y tyler) habían sido.

- supongo que es porque mi padre es Mexicano, realmente no lo sé todavía -Soltó un suspiro- ahora, ¿Por qué usas supresores? -Pregunto directamente.

No es que le preocupara la salud de la rubia, claro que No, sólo era curiosidad.

-Oh... lo notaste ja... bueno - Se rasco un poco la nuca- aveces suele ser un poco molesto, porque es muy empalagoso para muchos, no quiero molestarlos -Dijo avergonzada.

-¿Y por que te importa lo que ellos piensen? ¿Acaso no te gusta tu aroma?

-¡Claro que me gusta!... - Se regaño mentalmente por levantar un poco la voz- perdón, claro que me gusta, sólo que a los demás no.

-A mi no me desagrada.

Era la primera vez que alguien le decía eso... nisiquiera Ajax se lo llegó a decir.
Su corazón bombeo con rapidez al escuchar esas palabras venir de Merlina.

-¿Enserio?

- Si, tu aroma línea tosco como el de los demás, tal vez sea dulce, pero todo es mejor a oler como un maldito guisado.

Ambas se vieron a los ojos, causando una atmósfera, una en la que sólo estaban ellas dos.

La rubia le sonrió, una sonrisa que podría derretir hasta el corazón más frío...

Por otro lado Merlina sólo desvío la mirada, odiaba sentir cosas que no entendía.

-Esta es mi casa... -Comenzó a caminar hacia la entrada, pero Enid la detuvo.

- Yo... se que es raro, pero dijiste que te gusta cómo huelo -al decir esto se quito la bufanda que traía, la cual para fortuna de Merlina Era negra.

-¿Qué haces? -Preguntaba confundida al ver a la Alfa actuar así.

-Quedatela, porfavor.

-¿Que? No quierontu sucia cosa...

-para que estemos a mano, yo tengo una de tus chaquetas, es justo que tu tengas una de mis bufandas.

-Ahg, bien, pero es sólo para quedar a mano -dijo tomando la bufanda- me tengo que ir.

-Nos veremos mañana ¿verdad? -Pregunto la rubia con esperanza, de verdad le gustaría acercarse más a la menor.

-Eso espero, Boba -y sin decir más entró a su hogar, cerrando la puerta tras ella.

Al ver que Merlina ya no la podía ver, la rubia dio unos saltitos de felicidad, que estaban acompañados de algunas risitas.

-Creo que tendré que dejar los supresores - se decía a si misma.

Vio por última vez la casa Addams, para así poder retirarse dando saltos.

.

.

Merlina nisiquiera reviso quien estaba en casa y quien No, pero en cuanto cerró la puerta olio aquella prenda que la mayor le dio.

-Maldita... Enserio huele a malteada -inconcientemente ronroneo un poco, amaba aquel olor aunque no lo dijera en voz alta.

Ronroneo que no pasó desapercibido por su hermano menor.

-¿Merlina? ¿Qué tienes ahí? -Pregunto preocupado, su hermana jamás se veía de buen humor.

-... Drogas -Hablo rápidamente bajo la mirada confusa de Pericles - si le dices a alguien sobre esto... te juro que te cortó las manos, ¿entendido? -amenazo.

- Si... -Respondió asustado el menor.

-Más te vale, porque si no, además de cortarte las manos... te atare y enterrar vivo.

La azabache no dejo que su hermano respondiera cuando subió a su habitación. 

Sabía que no diría nada, su hermano era cobarde, le faltaba mano dura, pero de eso se tendrían que encargar sus padres.

Puso aquella bufanda al lado de su cama, ahora amaba esa prenda, pero nadie debía saberlo.

Antes Tyler le había dado una prensa suya también, más no era lo mismo.

El castaño no olía a absolutamente nada, bueno, tal vez olía a un terrible, desagradable e idiota perfume, pero eso... Eso no se comparaba con Enid.

Enid olía a malteada de fresas con vainilla, cuando tenía supresores sólo olía a fresas, fresas y su perfume... aquel perfume que era suave.
El perfume era de frutos, no era lo más extraordinario del mundo, pero al menos era cómodo.

Era reconfortante.


S

abía que era una idiotez comparar a Tyler con Enid, más no podía evitarlo.
No desde lo que dijo Tyler esa mañana.

El castaño era muy brusco e intenso, jamás se detuvo a preguntarle si era lo que en realidad quería, Si, tal vez sus ideales de "A mi jamás me podrás comprar" eran admirables, más no servían de nada.

Por otro lado la rubia era tierna, todo el tiempo le preguntaba si estaba de acuerdo, o Si necesitaba algo.
Se aseguraba de hacer sentir cómoda a la menor, y jamás sobre pasar los límites que está impuso.

Y aunque jamás impuso alguno, Enid los respetaba todos.

No.

¿En qué demonios pensaba?

No sé conocían hace tanto, debe de dejar de pensar aquellas cosas, no tenía que apresura nada.

Además, ella jamás estaría con una tonta, estúpida... y muy linda Alfa.

NO.

- No, deja de pensar tonterías - Se recriminó a si misma.

Y lo que la azabache no recordaba era que: entre más ocupes un sentimiento, más grande y profundo se vuelve.

Ya que siempre iba a haber alguien que la Amara con todos sus defectos.

Alguien que vería perfección en su imperfección.

Y aunque no lo quisiera aceptar, así era como Enid la podía amar.
Más no se quería apresurar, quería conocerla más, aunque sea un poco.

Si habría conexión... quería que fuera real, no algo banal.

Algo que no la dejará fuera de la realidad.

.

.

.

Cualquier error me avisan.

Que lo disfruten, Byee 

Por favor no me sueltes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora