Capítulo 33| Accidentes y secretos desveladosMane
Intento estudiar para el siguiente examen que tengo, pero no consigo concentrarme. En mi cabeza se repite la noche anterior cuando NeverLand se presentó en Bob's y no voy a mentir diciendo que no me puse nerviosa, porque así fue; y más cuando hicimos contacto visual él y yo.
Luego cuando me vio cubierta de harina y tiré la bandeja haciendo ruido, fue lo más bochornoso de mi vida. En realidad, pasó todo rápido, pues cuando me alejé de esa mesa para preparar los pedidos, estaba tan nerviosa y con ganas de llorar porque al verle me había aflorado todos los malos recuerdos (y buenos) que pasamos, que me puse a pelear con el saco de harina porque apenas veía con los ojos y terminé manchándome.
Salí corriendo hacia almacén, no por la vergüenza, sino porque tuve miedo de que me viese derrumbarme o peor aún, decirle alguna estupidez de las que llevo días aguantándome.
Aparto esos pensamientos de la cabeza, me quito los auriculares después de apagar la música, y trato por milésima vez ponerme a estudiar justo cuando mi teléfono se ilumina y al ver el nombre que aparece en pantalla, me recorre la misma electricidad como si estuviese aquí, conmigo.
Chico Disney.
Me extraña que me esté llamando cuando hace unos días le rompí el corazón, incluso yo oí como se hacía pedazos con cada una de mis palabras.
Con las manos temblorosas, (y los nervios por oír su voz de nuevo) descuelgo, pero me quedo confundida cuando no es su voz la que contesta, sino más bien, la de una niña pequeña que reconozco muy bien.
Jupiter solloza cuando dice lo siguiente:
—Mane, soy Jupiter.
—Jupiter, cariño, ¿Qué haces con el móvil de Riley? ¿Ha pasado algo? —el mero hecho de que me responda con una afirmación me hace tener la piel de escarcha.
Da una hipada, preocupándome.
"Ajam, ¿ósea que ahora te preocupas cuando le rompiste el corazón?"
Por favor, ahora no.
—Es Riley —cuando pronuncia el nombre de su hermano llorando, se me hace un nudo en la garganta. Me levanto de la silla llevándome la mano a la cabeza —Ha tenido un accidente. Estamos en el hospital y necesitamos verte.
¿Hospital? ¿Accidente?
Me tapo la boca para callar los gemidos que quieren salir y trato con todas mis fuerzas, no llorar, pero me es imposible. Jupiter vuelve a pronunciarse:
—Te necesita.
No creo que eso sea del todo cierto y más después de haberle soltado aquellas horribles palabras en el hotel, —cosa que Jupiter seguro no sabe—, pero, aunque una parte me dice que no debo ir, por una vez hago caso a la otra parte y le pido a Jupiter la dirección para minutos después bajar al salón donde Rosa me ve y se levanta del sofá de inmediato para venir a ver que ha pasado.
Se lo cuento con la voz destrozada y nos vamos corriendo hacia la dirección.
Al llegar al hospital (por suerte he dejado de llorar) me siento observada por todos cuando se percatan de mi llegada. El hecho de ver a Rain allí parada también me da un poco de celos, pero consigo ocultarlos.
Es ella quien viene a mi encuentro ignorando a los chicos de la banda que nos miran y a los padres que el padre me mira igual de mal que las ultimas veces que nos vimos. No hace falta decir nada, cuando Rain me sonríe y me hace seguirla.
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El latir de un corazón roto #1 SERIE AM✔️
Romance"Incluso el corazón más roto, vuelve a latir" A Mane le han roto el corazón. Bueno, más que rompérselo se lo han destrozado en mil pedazos hasta dejarle con un agujero negro en el interior. Además, el hecho de que sus padres les abandonaran cuando M...