Capítulo 38| El abandono no es un simple errorMane
—Mane.
El tono autoritario que emplea Eliot me saca del embelesamiento en que me había recluido. Miro a mi hermano. Este me observa sin concebir mi actitud por no querer que nuestros padres se marchen.
Paso de mirar a Eliot, a no perder de vista a Rosa y Riley que también están incrédulos por mi decisión..., bueno, es que hasta yo también estoy sorprendida.
Al ver que no digo nada, Eliot me sujeta por los hombros estableciendo una mejor posición para estar frente a frente y suelta las siguientes palabras que no esperaba.
—¿Quién te cuidó, Mane? —le respondo que Rosa en un tono bajo para que solo lo oiga él. Eliot asiente y sigue hablando —Solo quiero que me digas una cosa, ¿de verdad quieres conocer a estas personas? —Señala nuestros padres y yo creo saber lo que vendrá ahora —Aceptaré lo que decidas, hermanita, pero ten en cuenta que porque estén aquí no quiere decir que vayan a ser los mejores padres de un día para otro. Tu tienes la última palabra, Boo.
—Yo...
Alterno la mirada entre todos ellos, incluido Riley que se encuentra junto a Rosa de brazos cruzados con una diminuta sonrisa. Cuán me detengo en la pareja, que espera con emoción mi respuesta, los recuerdos de mi niñez se aparecen en forma de flashbacks, —como una película—, en mi cabeza. Me veo a mí, junto a Rosa y a Eliot antes de recurrir al alcohol, cuando era pequeño y me cuidaba.
Veo la primera fiesta de cumpleaños en la que Rosa puso todo su empeño para que saliera perfecta. Como me abrazaba cuando lloré porque se me había caído el primer diente de leche y pensaba que me iba a quedar desdentada hasta que me explicó que era normal.
Todo.
Todo lo había hecho Rosa. Desde presenciar mi primera palabra hasta el primer chico que me rompió el corazón...Y en ninguno de los recuerdos salían Michel y Kristin. Nunca les hemos importado y yo he estado a punto de recibirlos con los brazos abiertos como si fueran mis padres, porque no lo son. Nunca lo han sido y nunca lo serán porque yo... Yo ya tengo una familia.
Como si me leyera la mente y cuando ve que una lágrima surca de mis ojos, mi hermano se acerca a nuestros padres y les echa. No obstante, la mujer no parece rendirse y se acerca a mí para sujetarme de la misma manera que mi hermano y explicar lo siguiente:
—Mane, sabemos que no somos los mejores, pero queremos intentar compensar nuestro error...
—¿Vuestro error? —Me río y muerdo el carrillo por dentro antes de continuar —Un error es fallar en un ejercicio del colegio. Un error es, dejarse la nevera abierta y que alguien la cierre después de ti. Un error es hacer algo mal, pero arrepentirse al momento y no esperar diecinueve años para disculparse —Los ojos se me llenan de lágrimas y la voz se me rompe —Lo vuestro no fue un simple error. Nunca he sabido el motivo de que nos dejarais y siempre me he culpado, pero ¿ahora? Saber que solo os fuisteis porque queríais vivir una vida de ricos...
Hago una pausa y trago el nudo de la garganta a la vez que me suelto de su agarre y camino hacia mi hermano y Rosa que me abrazan por detrás.
—No, eso no es un error que se pueda perdonar con venir aquí y pedir disculpas, porque abandonar a un bebé y destruir la niñez de un niño, no es de perdón. Y puede que no haya tenido la mejor infancia y de adolescencia ya ni te cuento —remarco, y sonrío a Eliot cuando le he recordado que no ha estado conmigo durante mucho tiempo —...Pero Rosa nos ha cuidado mucho mejor y se ha dejado la espalda para darnos la vida que vosotros no quisisteis. Yo ya tengo mi familia y no sois vosotros.
Siento otra lágrima correr por mi mejilla hasta caer al suelo. La mano de mi hermano me acaricia el hombro y antes de que los eche, digo unas últimas palabras:
—En ningún momento he dicho que no pudierais ser los mejores padres, pero os ha faltado coraje y conciencia para elegir a vuestros hijos por delante del dinero. Solo espero, que si tenéis más hijos (pues se ve que sois jóvenes), aprendáis del pasado y no les abandonéis.
Y así sin más, Eliot los acompaña hasta la puerta y solo cuando oigo el portazo, me permito soltar todas las lágrimas que todavía me quedan dentro. En cuanto mi hermano vuelve al salón, sale corriendo y me estrecha en sus brazos.
Uno de esos abrazos que tanto tiempo he esperado de él y que me besa en la cabeza, prometiendo nunca alejarse.
Hola, Lovers! He aquí otro capítulo nuevo. Debo decir que con esté, ya nos acercamos al desenlace y no sabéis lo que me duele saber que la historia de Riley y Mane está llegando a su fin...Bueno, ¿o no?
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Preguntas: ¿ha hecho bien Mane respecto a sus padres? ¿O creíais desde el primer momento que iba a dejarlos entrar en su vida?
DEDICATORIAS:
Itsmariabox, BURGUI92, Paattri20, cristinazg_, NaykarenCorreaRodrg2, Athewatpadcat, loca217, SeirMayantigo, WattpadEspanol, WattpadRomanceES, WattpadNovelaJuvenilES, AndreaSmithh, _Diablita1625_, Titania2408, MakaAlbrann, desirealba
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El latir de un corazón roto #1 SERIE AM✔️
Romance"Incluso el corazón más roto, vuelve a latir" A Mane le han roto el corazón. Bueno, más que rompérselo se lo han destrozado en mil pedazos hasta dejarle con un agujero negro en el interior. Además, el hecho de que sus padres les abandonaran cuando M...