Capítulo 32| Una entrevista incómoda y un accidente de cocheRiley
Salgo del hotel con los ojos llenos de lágrimas aun recordando sus crudas palabras. Me limpio por decima vez las mejillas encharcadas y pegajosas, pero es inútil ya que vuelven a empaparse de lágrimas. Levanto el brazo para parar un taxi. Ni siquiera me acuerdo del Mustang hasta que una voz de un trabajado del hotel me grita viniendo hacia mí para recordármelo.
—¿Puedes guardarlo donde sea? Mañana vendré a por el —digo con la voz rota.
La verdad es que no me apetece seguir más tiempo allí y tampoco es que sea del todo correcto conducir en mi estado porque apenas puedo ver con las lágrimas.
El hombre asiente y se marcha.
En el momento que voy a subir al taxi, la veo.
Mane sale del hotel con la cabeza gacha y una moto llega en ese instante, acercándose a ella. Cuando la persona que la conduce se quita el casco, veo que se trata de Noah que, sin más tardar, la abraza.
Acabo entrando al vehículo sin querer saber nada de ella y el taxista me mira perplejo al ver que no llevo la camiseta. No obstante, no dice nada cuando le doy la dirección y arranca sin más dilación.
Cuarenta minutos más tarde, (por culpa del tráfico) me deja en el estudio. Trato de abrir la puerta con dificultad porque no veo bien y se acaba abriendo desde el otro lado. Al levantar la mirada, puedo apreciar más o menos a Ian que me observa con una ceja enarcada y sin entender nada al verme así.
Paso sin decir nada y cuando llego al salón, Seth y Aaron se me quedan mirándome.
Seth sale con una de sus bromas:
—¡Anda que avisas para meterte a gigoló, capullo! ¿O es que las fans te han robado la ropa? —lo dice por la camiseta.
Cuán ven que voy hacia el cuarto sin contraatacar a este con otra broma, se entreven que algo va mal.
A decir verdad, no tengo ningunas ganas de reírme en aquel momento; ni de hacer bromas. Me tiro en mi cama, pero no aguanto mucho allí y acabo sentándome en la silla del escritorio. Al ver el retrato de ella sobre la mesa, lo cojo y sus palabras vuelven a mi cabeza:
«No me gustas, Riley»
Los ojos se me llenar de nuevo. ¿Qué me pasa? Nunca he llorado tanto por estas cosas; si, si me he enamorado más veces, pero no hasta el punto de llorar como lo hago ahora.
«Gilipollas. Te crees que es como Disney, pero esto es la puta realidad», me regaño a mí mismo y acabo tirando el dibujo justo cuando Aaron entra y lo ve.
Mane ha logrado lo que ninguna otra ha conseguido en poco tiempo: enamorar y romperme el corazón. Y quitarme las ganas de reír y de seguir creyendo en la mierda de Disney.
Aaron no pregunta nada y cuando me derrumbo delante de él, sabe que lo que ha pasado es mucho más grave de lo que creían.
Porque sí, un chico también puede llorar y no por ello ya debe tener masculinidad frágil... y yo me estoy derrumbando sin importarme nada.
—¿Te has levantado?
Me volteo cuando oigo la voz de Ian y asiento a su pregunta. Termino de ponerme la camiseta en el salón, pues Seth sigue durmiendo y me he salido para no despertarle. Me siento en el sofá para atarme los cordones de las zapatillas cuando Ian vuelve a pronunciarse:
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El latir de un corazón roto #1 SERIE AM✔️
Romance"Incluso el corazón más roto, vuelve a latir" A Mane le han roto el corazón. Bueno, más que rompérselo se lo han destrozado en mil pedazos hasta dejarle con un agujero negro en el interior. Además, el hecho de que sus padres les abandonaran cuando M...