Me besó una y otra vez. Arrastré mis dedos hacia arriba por su brazo, sintiendo la fuerza de sus músculos antes de aterrizar en sus anchos hombros. Empujó contra mí hasta que estaba yaciendo debajo de él en el sillón.
—¿Qué piensas? —preguntó.
Le sonreí.
—Creo que me gusta eso —dije.
Sonrió, su sonrisa diabólica alcanzando sus ojos mientras brillaban con vida. Se inclinó y rozó sus labios sobre los míos.
—¿Sabes en lo que he estado pensando toda la mañana? —susurró Henry contra mis labios.
—¿Qué? —presioné mi boca contra la suya, probé su lengua con la mía y dejé que mis dedos se deslizaran a través de los cabellos cortos en su mejilla. Succionó mi labio inferior en su boca y luego arrastró besos sobre mi barbilla, bajando por mi cuello.
—Estaba pensando en cuán bien se sintió deslizar mi pene dentro de ti —su aliento era cálido contra mi garganta, pero toda la piel de mi cuerpo se calentó mientras hablaba—. Me preguntaba si aún te gustaría mirar mi pene moviéndose dentro y fuera de ti, como lo hiciste la primera vez que estuvimos juntos. Estaba pensando en lo bien que lucías yaciendo sobre tu espalda, debajo de mí, cuando me vine dentro de ti.
Cerré mis ojos mientras pasaba su nariz por un lado de mi cuello hacia mi oreja. Mi piel se estremeció, él tomando mi lóbulo entre sus labios y chupándolo con suavidad.
—Amaría separar tus piernas y probarte justo ahora —susurró—. Quiero hacer que tu clítoris vibre con mi lengua. Quiero sentir tus piernas temblar mientras te vienes por todo mi rostro, y luego quiero follarte tan duro y tan rápido que olvidarás tu propio nombre.
—Jesús, Henry...
Se rió contra mi oreja.
—Amas es, ¿no? Amas escuchar toda esa charla sucia.
—Deja de burlarte de mí —dije con un gemido.
—No estoy moviéndome —murmuró besando mi cuello.
¿Cómo diablos consideraba que podía ignorar todo este "movimiento"? Sentía como si mi piel estuviera en llamas. Agarré su cabeza con ambas manos y lo giré para enfrentarme.
—Henry Cavill —dije mirándolo directamente—, muévete.
Sus ojos brillaron.
—Eso es lo que necesitaba escuchar —deslizó su mano hacia arriba para ahuecar mis senos por encima de mi camiseta—. Sin embargo, tendremos que hacer algo sobre esto.
Se estiró para quitar mi camiseta e hice lo mismo con la suya. Nuestros pantalones cortos y ropa interior siguieron rápidamente hasta que todo estaba en una pila junto al sillón.
Henry volvió a ponerse sobre mí, a horcajadas sobre mi cintura.
—Así está mejor —dijo—. Ahora separa tus piernas para mí, las rodillas arriba.
Lamí mis labios e hice como dijo, doblando las rodillas y levantando ligeramente mis caderas. Bajó la mirada mientras una lenta sonrisa se dibujaba en su rostro. Volvió su mirada hacia arriba, presionó sus labios contra mi hombro y luego subió hasta mi cuello.
—¿Estás lista para esto, Chloe? —susurró en mi oído, la suavidad en su voz contrastando con sus palabras—. ¿Estás lista para ser follada?
—Sí —susurré en respuesta—. Por favor.
Envolví mis brazos por debajo de él y me sostuve fuerte de sus hombros, preparándome para el ataque. Henry se sostuvo sobre mí, balanceándose en una mano mientras tomaba el eje de su polla con la otra y lentamente empujaba dentro de mí.
—Oh, sí... ¡Oh, mierda! Extrañaba esto —Henry enterró su rostro en mi cuello y gimió.
Parecía una eternidad desde que lo había sentido dentro de mí, escuchado sus embriagadoras palabras invadir mis oídos mientras golpeaba en mí una y otra vez. La forma borrosa de su cuerpo marcado se arremolinaba en mis ojos a la vez que se movía, evitando que me enfocara en nada más que en la completa sensación de su apretado cuerpo encajando con el mío.
Con golpes suaves, corrí mis manos por las líneas de tinta en su pecho. Seguí la cruz sobre su hombro, usando la punta de mi dedo para trazar el nombre inscrito en el medio de esta. Por un momento, me pregunté lo que en verdad significaba. ¿Era simplemente una representación de su nombre o una declaración de su misión de traer a los asesinos de su hijo ante la justicia?
Él apretó mi cadera con su mano y mis dedos se deslizaron alrededor de su hombro y hacia abajo por su espalda, aterrizando en su culo. Apreté los músculos allí, sintiéndolos tensarse y aflojarse mientras se estrellaba contra mi cuerpo. Cerré mis ojos y solo sentí sus manos sobre mí, acariciando mis lados, acariciando mis senos y pasando de arriba a abajo por mis piernas.
Con mis muslos internos apretándolo, empujé hacia arriba, profundizando sus penetraciones y aplastando su mano entre nuestros cuerpos. Continuó sus rápidos movimientos sobre mi clítoris y me estremecí, entregándome a la intensa sensación, gritando por él.
Los músculos de su culo se tensaron debajo de mis manos, empujando una última vez. Sentí la calidez de su semen dentro mío mientras se estremecía.
—Chloe, Chloe... oh, nena, eres tan malditamente perfecta. Eres perfecta para mí.
Envolví mis brazos alrededor de su cabeza y lo sostuve contra mi hombro, ambos intentábamos recuperar el control de nuestras respiraciones. Sus labios se presionaron contra el costado de mi cuello y apoyé mi mejilla contra la parte superior de su cabeza.
Todos los sentimientos de seguridad y comodidad que tuve en el pasado regresaron, esta vez sin reservas.
Y con eso supe que quería que esto funcionara.
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Alarma
Teen FictionLos hombres malos no son su tipo, incluso si son magníficos y construidos como una pared de ladrillos, pero cuando se da cuenta que sus miedos pueden ser justificados... es demasiado tarde. ESTA NOVELA NO ES MÍA, TODOS LOS CRÉDITOS A LA AUTORA.