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Cuatro días con Henry, y de nuevo, mi sueño es inquieto. Cada vez que me despierto, Henry no está allí. Considero salir a buscarlo, pero no quiero escuchar ninguna otra de sus conversaciones de por la noche. Se dice que la ignorancia es una bendición y estoy empezando a creer en ello.

Cuando despierto por la mañana, Henry estaba envuelto a mi alrededor. Mi espalda estaba en su pecho con sus brazos enroscados en mí. No puedo recordar haberme despertado alguna vez en tal posición, y por un momento, solo me quedo allí sintiendo.

Él estaba cálido pero no demasiado ardiente. Su mejilla estaba contra la cima de mi cabeza y su brazo doblado para permitir que mi cabeza descansara sobre sus bíceps. Nuestras rodillas estaban ligeramente dobladas, con sus piernas curvadas contra la parte trasera de las mías. Su brazo alrededor de mi cintura y su mano descansando en el colchón al lado de mi estómago.

Supongo que esto era a lo que la gente se refería como a una clásica posición de "cucharita".

Miro abajo hacia el brazo envuelto en mi cintura tratando de obtener una mejor vista, recuerdo lo que escuché al teléfono. Francamente, me asusté un poco.

Si realmente lo pensaba de forma racional, era probable que me encontraría empacando y saldría como el infierno de aquí. Esa era la cosa, a pesar de, no pensaba racionalmente.

¿Por qué era eso? ¿Es simplemente un reflejo de su fuerza? ¿Las mujeres humanas estamos de verdad programadas biológicamente para buscar a alguien que fuera capaz de protegernos físicamente? Si él no fuera tan musculoso, ¿me sentiría atraída a él?

Este era el quid de la cuestión, me siento atraída por él y no sólo un poco. Difícilmente he sido capaz de mantener mis ojos fuera de él todo el tiempo que había estado aquí y hasta había soñado con él.

Henry se mueve en su sueño, presionando su cuerpo más cerca del mío. Su codo se dobla a medida que su mano se mueve hacia mi hombro y su agarre se aprieta. No hay duda de que puedo sentirlo presionarse contra mi trasero.

Es largo y duro.

Paso de tibia a caliente en cuestión de segundos. Mis muslos y trasero se cierran involuntariamente a la vez que inhalo y contengo la respiración. Él no está moviéndose contra mí ni nada de eso, pero aun así es suficiente, bastante notable.

Erección mañanera.

Como cucharear, era algo de lo que había escuchado mucho pero nunca había experimentado. Cuando Zach se había quedado a dormir, él siempre solía levantarse antes que yo. Él tampoco era de acurrucarse en la cama, así que simplemente nunca había sido un problema.

¿Es eso lo que era? ¿Un problema?

Mientras que cierro mis ojos, mi mente se vuelve un poco salvaje. No puedo evitar tener pensamientos de él despertándose, sacar la parte inferior de mi pijama por mis piernas y penetrarme. Casi puedo sentirlo besando mi cuello mientras se mece dentro de mí con lentitud.

La idea me hace preguntarme si él es de esa manera: lento y gentil, de la misma forma que todos mis amantes pasados lo habían sido. No parece encajar y mi fantasía rápidamente cambia a él rodeándome a mi estómago y golpear dentro de mí desde atrás.

Puedo sentir el sudor empezar a acumularse por mi cuello y bajo mis senos. Debo salir de esta posición antes que él se despierte. Bueno, antes que el resto de él se despierte.

Lo que no es fácil.

El hombre tiene un agarre férreo sobre mí. Trato de apartar su brazo, lo que es malditamente imposible. Él no se movía. Acabo deslizándome por debajo de él, con la cabeza casi atrapada en el pliegue del codo en el proceso. Finalmente, caigo de rodillas en el borde de la cama. El rostro de Henry se aplasta por un momento mientras busca con su mano en el colchón vacío. Él gira sobre su estómago y frota su cabeza contra la almohada antes de dejar salir un largo suspiro. Permanezco sin moverme un momento hasta que estoy segura de que está dormido y luego camino de puntillas hacia mi maleta, agarro ropa limpia y voy hacia el baño.

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