13. Spin

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TW: Violencia física.

Alice

Presente

El agua fría de la lluvia artificial caía sobre mí. Cerré los ojos y manteniéndolos así tomé la esponja y el jabón para empezar a limpiar todo mi cuerpo. Pasé con delicadeza la espuma por mi pecho y traté de aguantarme el dolor cada que movía el brazo y el dorso.

La fuerza en la que Owen me había empujado contra los casilleros hace casi tres días se había reflejado en pequeños moretones en las costillas y la manera bruta en la que me sostuvo igual se había marcado en el sitio en una floja silueta de sus dedos.

Tenía que usar mangas largas incluso para ir a entrenar. Por suerte el clima me ayudaba, así que era fácil pasar desapercibida de preguntas acerca de mi atuendo. Especialmente Lucas.

Lo que menos necesitaba era que pensara que había ocurrido otra cosa e hiciera algo tan insignificante algo tan grande. No era la primera vez que Owen arremetía contra mí de esa forma, cuando se enojaba no medía la fuerza y la brusquedad con la que me tocaba.

Era viernes, y el cumpleaños de mi padre también.

Como de costumbre organizó una cena con su círculo más cercanos, viejos clientes y algunos profesores de la universidad a los cuales él apreciaba. La etiqueta era formal y color negro. Mis amigas por supuesto estaban invitadas y los chicos igual al ser hijos de los amigos de papá.

Mientras me lavaba el cabello no podía dejar de pensar en todo lo que tenía encima. El examen para entrar a la clase de la profesora Walter era el lunes, el primer partido del torneo era en una semana, el regreso de Jefferson a la ciudad y por alguna razón no podía evitar pensar en él y por consecuente la idea de deshacerme de lo que Owen tenía contra mí rondaba en mi cabeza.

Sabía que lo tenía en su teléfono, pero desconocía si tenía alguna copia en su computadora o algún otro sitio.

—¿Ya casi? —su voz detrás de la puerta del baño me hizo sobresaltar.

Me había olvidado que había llegado a mi casa para alistarse.

—Dame un segundo—respondí, poniendo todo mi cuerpo debajo del agua para quitarme el resto del acondicionador y de exfoliante.

—Trajeron tu vestido—dijo y mi cuerpo se tensó.

Mi vestido lo había encargado desde hace un mes. Era negro de tirantes con escote en forma de corazón y un escote amplio en la espalda. En. La. Espalda. Los moretones serían difíciles de ocultar con eso puesto y no podía arriesgarme a que los vieran.

Envolví mi cuerpo en la toalla y me saqué rápido. Cuando abrí la puerta Owen me miró de pies a cabeza e intentó acercarse a mis labios, pero lo esquivé para dirigirme hacía mi cama, dónde me esperaba la pieza diseña exclusivamente para mí.

—Está muy escotado, ¿no crees? —metió las manos dentro de sus bolsillos.

—Usaré otro.

—Bien, déjame escogerlo.

Se acercó a mi armario y empezó a pasar los ganchos, uno tras otro. Encontró un vestido de su agrado y apenas supe cuál era mi corazón se comprimió.

—No—dije, tajante.

No había manera en la que volviera a usar ese vestido.

—¿Por qué no? —frunció el ceño—. Es manga larga y formal.

—No—repetí.

—Te lo pondrás—ordenó.

—No voy a ponerme ese, Owen. Escoge otro.

TOMEMOS UN PASEO © [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora