Capítulo 39

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"Pimiento"


—Para, alcazame el trapo. —Le dije a Messi mientras me limpiaba un poco con el delantal. Este me pasó una servilleta. —EL TRAPO LEO, EL TRAPO.

Este se sobresalto en su lugar un poco asustado que le haya gritado de repente, Papu se acercó a nosotros.

—A ver, salí. -Empujó a Messi y me alcanzó el trapo.

Di María, Dibu, Polito, Enzo, Paredesz estaban sentados en los sillones tomando unas cervezas mientras que yo cocinaba con la ayuda de algunos.

—Pasame los huevos. -Le dije sin mirar mientras leía la receta. Extendí mi mano esperando que me pase lo que le pedí. Me di le vuelta y vi como intentaba subirse a mi mano.

—AY SOS UN ASCO. -Papu se cagaba de risa mientras se sentaba en la isla de la cocina y me veía buscar lo que yo le pedí.

—¿Falta mucho? -Preguntó Messi desde el piso, lo miré.

—Ni siquiera empezamos.

Saqué los huevos y los abrí mientras los iba poniendo para hacerlos revueltos.

Saqué rápidamente un plato para ponerlos, y así poder poner las milanesas de pollo a la plancha.

—¿Posta me quedó bien el corte?

Lo miré girando un poco la cabeza por mis hombros y asentí.

—No conozco bien a Beckham, pero sí.

—Grande Beckham. -Hablaba de atrás Dibu.

—Grande la tengo.

—Que la vas a tener grande vos. -Se reía.

Papu se tiró de la isla y se acercó hasta los chicos.

—¿Querés que te muestre?

—Dale.

Escuché un ruido, y después un grito;

—IRIS NO MIRES.

Me achique un poquito mientras que cocinaba las milanesas y preparaba la ensalada.

—Papu, vení. -Lo llamé.

—¿Qué pasó, Gringa?

—Pasame el pimiento. -Volvi a extender mi mano y sentí el tacto de sus manos al depositar algo en la palma de mi mano.

Lo acerqué y lo miré.

Era una foto de Taro.

—Ta picante. -Dice Papu mientras mueve el culo al ritmo de "Bum Bum Tam Tam"

Me rendí y decidí no agregarle pimiento, así no íbamos a comer más.

Una vez que las milanesas ya estaban listas, las puse en un gran plato y lo coloqué en el centro de la mesa.

Agarré la ensalada y la reparti en dos bouls de vidrio.

Saqué un par integral, y agregué la salsa que había echo. Junto con la mayonesa Light y el Ketchup.

—Como te puede gustar el Ketchup.-Comenta con asco Papu, lo miro ofendida.

—Hace más dulce las comidas, yo a veces lo como con arroz, con huevo, zanahoria o puré.

—Y después me decís que yo soy un asco.

Saqué para tomar Agua, Power y Gatorade. Y los llamé a comer.

Papá me obligó a hacerlos comer estás comidas sanas, si no dañarían todo su sistema y bla, bla, bla. Cosas que saben los técnicos.

—¿Les gusta?

—Si, ¿pero sabes que más me gusta?

—¿Qué?

—So.

Reí y seguí comiendo.

Nos pasamos el almuerzo comiendo y charlando sobre futuros proyectos o cosas que podríamos hacer hoy a la tarde o quizás mañana.

El sonido de un teléfono nos interrumpió.

Era el de Julián. Abrió sus ojos con sorpresa y sonrió.

—Gente, conseguí Joda.

Los chicos festejaron.

—¿En dónde? -Preguntaron felices al unísono.

—En lo de un inglés.

La cara de los chicos cambió.

Ya veo lo que va a ser la noche.

𝑺𝑬𝑹𝑬𝑵𝑫𝑰𝑷𝑰𝑨//sᴇʟᴇᴄᴄɪᴏɴ ᴀʀɢᴇɴᴛɪɴᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora