Capitulo 23

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Y ahí estaban, mitad de los jugadores de la selección subiendo por las escaleras de mi casa.

—¿Y tú papá? -Preguntó Taro girando su cabeza mientras seguía subiendo.

Observé como él llevaba su bolsa de dormir en sí hombro, y en el brazo las mantas. Esto me hizo fijarme en los demás que andaban igual.

No podía faltar las papas lays de Messi.

—En un asado, creo...

Todos giraron su cabeza, esta vez ya habíamos llegado al piso de arriba pero aun no a la habitación. Por lo tanto, estábamos en el pasillo.

—"¿Creo?" -Repitió Polito, lo miré mientras levantaba mis hombros.

—¿Y sí está en algún cabaret? -Dibu agregaba mientras reía.

La verdad, es que el humor de Dibu a veces era muy bizarro.

—Bueno, de todas formas tiene necesidades. ¿No? -Seguía Kun entrando a mi habitación.

Al entrar, todos se quedaron sorprendidos al oler el aroma a limpio y frescura.

—Dios mío, mis fosas nasales acaban de tener un orgasmo.

Dirigí mi mirada a Taro.

—¿Envidias que mi habitación sea más limpia que la tuya?

—Te juro.

A continuación, les indique en donde iba a dormir cada uno. Necesitaba una buena organización, no quería líos.

—LA PUTA MADRE QUE ME PARIÓ. -Grité mientras que la palma de mi mano se estrellaba con mi frente. Salté de la cama y caminé nerviosa buscando mi celular.

—¿Qué pasó, gorda? -Preguntaba Papu mientras se limaba las uñas falsas.

Ay dios, este Papu.

Cada día es un personaje diferente, lo amo.

Y los chicos no hacían ningún comentario despectivo al respecto.  Eso es lo mejor.

—Mi papá no sabe que vinieron ustedes.
-suspiré mientras desbloqueaba el celular. Porque siempre llegan sin avisar. -cada vez mi tono de voz se iba levantando.

Los chicos se alzaron de hombros y siguieron haciendo sus cosas mientras me miraban.

Abrí mi WhatsApp para hablarle a mi papá.

Pa🤍

Paaaaaaaaaaaaaa
Paaaaaaaaaaaaaa
Paaaaaaaaaaaaaa
Paaaaaaaaaaaaaa

Que queres, iris

A que hora veniss

Capaz que no vuelva, hija

POR

Cosas de grandes....

🤨🤌🏼

Dios, la puta madre. No es por nada, pero aguanten ustedes el olor a traste que hay cuando ellos llegan. No sé si se bañan.

—Esto te podes poner cuando vayamos al mundial. -Polito me mostró un bikini que tenía, el color era celeste y blanco.

La verdad es que todavía no sabía que me iba a llevar para el mundial, faltaba una semana y todavía no supero la copa américa.

—Con todos los hombres alzados que hay ahí, ta fácil. -Le respondí mientras me tiraba boca abajo vacía la cama para mirar mi teléfono.

—Los clones del dibu. -gritó Messi desde el baño.

AY NO, DESDE EL BAÑO

Me levanté rápido asustando a los chicos y corrí hacia el baño tratándose el marco de la puerta.

No me revente la nariz porque yo tengo la suerte que tiene Messi con los penales.

—¡¿QUE HACES?!

Al gritar de esa forma hice sobresaltar a Leo, se estaba probando la mascarilla que yo le hablé los otros días.

—Quiere un buen cutis seguro, ay dios. -El papu había entrado y había apoyado su mano derecha en su cadera, y su mano izquierda tocando la parte de arriba de su nariz.

Lo amo tanto.

—Que decis bailarin,  necesito relajarme...

Frunci el ceño.

—No sabes lo difícil que es ser yo.

Ahora iba con humor, es impresionante la capacidad que tienen para cubrir sus sentimientos con humor.

Los admiro.

Volví a la habitación y estaban los chicos jugando al uno arriba de mi cama.

—PEDAZO DE GORREADO, SI SE PUEDE HACER ESPEJITO CON DIFERENTES COLORES.

—¿¡PERO NO VES QUE SI DECIS ESPEJITO TIENE QUE SER TODO IGUAL?!

—TIENE EL NÚMEROO

El Dibu y Polito estaban peleando por la cartas, tan obvio, el Kun grababa y Taro solo sostenía su cabeza con su mano apoyada en su pierna.

Me senté al lado de Taro y lo abracé.

—Te quiero Taro.

—Yo también "Shubia"

Los dos reímos.

Y así pasó toda la tardecita hasta que llegó las nueve de la noche.

Estábamos todos en el sillón del living en silencio pensando lo que acaba de pasar.

Todos tenían la mirada baja mientras que yo los quería aniquilar a cada uno.

—Yo ya te dije que pe....

—Cállate.

Habían roto un cuadro que tenia mi papá sobre el mundial del 86, el cuadro favorito.

Cagaba yo culpa de ellos.

Saqué mi teléfono y abrí WhatsApp.

—¿Qué haces? -preguntó con la voz media entre cortada el Dibu.

—Llamando a los chicos.

—¿Qué chicos?

—Dybala y el Tucu.

Todos abrieron sus ojos.

—Ya sabes lo que pienso de esto, Iris.

Miré al Dibu desafiante.

—Vos sabes lo que piensa mi papá. 

Con mi cabeza señalé la pared en donde estaba el cuadro.

El timbre sonaba, confundida corrí a abrirla. Podía escuchar los murmullos de los chicos atrás.

Giré mi cabeza y les tiré una mirada asesina.

—¿Quién es? -Pregunté.

—Yooooo.

Gritaron por atrás de la puerta.

Rodee los ojos viendo como me boludeaban.

Abrí la puerta con un poco de enojo y me avergonce rápidamente.

—Holaa, trajimos pizza. -Decía mientras levantaba las cajas de pizza y su acompañante las bebidas.

Los hice pasar y los llevé al living para estar todos juntos.

—¿Quién era? -preguntaba Taro cuando me senté en el sillón.

No pude responder al ver como todos miraron atrás míos.

—LO CEERRDOOOOO Y LA ARAÑITAA

𝑺𝑬𝑹𝑬𝑵𝑫𝑰𝑷𝑰𝑨//sᴇʟᴇᴄᴄɪᴏɴ ᴀʀɢᴇɴᴛɪɴᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora