Capítulo 7 - Charles

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- ¿Crees que puedes engañarme?! - gritó mi tío furioso.

¿Se refería a Amber?, ¿Qué estaba pasando? Todo estaba oscuro, estaba rodeado de árboles, la única luz visible era la luna.

-Dímelo en la cara - gritó nuevamente - porque sabes que mataría a cualquier humano si se acerca a nuestra familia.

En la lejanía, oí un grito agudo y aterrorizado, era Amber, corrí desesperadamente hacia el origen del sonido y la encontré tirada en el piso, rodeada de mi familia.

Pude ver cómo los ojos de todos los vampiros brillaban de furia, la matarían en cualquier momento.

Vi el rostro de Amber, sus mejillas rosadas estaban llenas de lágrimas, su piel pálida y él como se encogía en sí misma para protegerse.

-Déjenla en paz - hice una pausa- ella es humana, pero es la mejor humana que he conocido.

Me paré frente de ella para protegerla.

-Eres un monstruo Charles - dijo Amber en un murmullo.

-Los monstruos no son malos, solo son incomprendidos por tu sociedad.

Todos los que nos rodeaban empezaron a avanzar hacia nosotros, Amber no sobreviviría, podía oír su respiración cada vez más y más agitada.

Así que la tomé de la muñeca y la atraje hacia mí abrazándola para protegerla.

- Du har sviktet familien, Charles - dijo mi prima en noruego al acercarse a mí.

Le has fallado a tu familia, Charles.

-Vel, jeg vil heller at det skjer enn hennes for å død - le respondí.

Pues, prefiero que eso pase a que ella muera.

Abrí los ojos, estaba en mi habitación, solo había sido una pesadilla, una que podía volverse realidad.

Los sueños se cumplen, solo que se suele olvidar que las pesadillas también son sueños.

Recordé la frase que le dije a Amber en el sueño, los monstruos no son malos, solo incomprendidos en tu sociedad, se lo diría algún día, alguno en el que ella me llamara monstruo.

Decidí levantarme de una vez, ya me había despertado, no valdría la pena dormir media hora más.

Cuando estuve listo tomé mi skateboard y me dirigí a la escuela, sonreí por el recuerdo del día anterior con Amber, estrellita en verdad, era un apodo muy cursi, pero ella siempre sería mi estrella.

Al llegar a Harrow, caminé por todo el lugar, el gran Coliseo, la cancha de fútbol, los salones, hasta que mi vista se posó en un pequeño cobertizo con instrumentos, tenía guitarras, un piano enorme y varios violines.

Solo que estaba cerrado con llave, mamá me había enseñado a abrir una puerta sin llave porque siempre solía olvidarlas dentro de la casa, tomé un clip, lo puse en el centro de la cerradura, empujé a la derecha, luego a la izquierda, hubo un sonido y se abrió.

Dentro tenía una silla, cuerdas de guitarra y tambores, en ese cobertizo debían de guardar los instrumentos de las clases de música, la luz de una ventana dejaba entrar algo de luz.

Tomé una guitarra que estaba en una esquina, la afine y toqué algunos acordes.

Toque Sol, luego La y finalmente Mi, amaba cómo sonaba la combinación de ellos, usé un rasgueo suave. Y sonó perfecto, solo podría ser más perfecto si Amber estuviera allí, enfrente de mí viéndome disfrutar de mi composición.

Así me mantuve tocando la guitarra, mientras veía la ventana, pude ver el pequeño cuerpo de Ambie dirigiéndose al salón, debería de ir con ella.

-Hola estrellita - susurré en su oído mientras ella leía su libro.

Mil coincidencias tuyasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora