Me levanté más temprano de lo normal para llegar temprano a Harrow, quien diría que podría extrañar tanto a Amber.
Al entrar al salón la vi a ella como todos los días sentada en su asiento en la esquina, todo empezó en aquel viejo rincón. El típico rincón de cualquier salón de clases con paredes vandalizadas por nombres o dibujos de penes.
Me adelantó rápidamente hacia ella, puedo notar que sus ojos estaban hinchados, sin duda alguna estuvo llorando.
-Hola estrellita, ¿estás bien? - Le hablo calmado para no tratar de incomodarla.
-Hola, si estoy bien - contesta con una sonrisa falsa.
De alguna manera me recuerda a mi madre cuando la encuentro llorando porque se siente sola o porque extraña a papá, supongo que me he acostumbrado a consolar a las personas.
-Conmigo no tienes que fingir y lo sabes - le digo dándole un abrazo. Siento como ella comienza a sollozar en mi pecho, pobre estrellita -. No tienes que decirme qué pasó si no quieres.
-No quiero que me pase esto, ¿por qué a mí? - murmuró entre sollozos.
-Si tú estás feliz yo estoy feliz y si tú estás triste yo te haré feliz - dije besando su cabello.
Amber despegó su cabeza de mi pecho, me regaló una sonrisa rota, con mi pulgar, limpié las lágrimas que había sobre sus mejillas, detuve mi mano en su mandíbula, cuanto quería besarla.
Acerque su rostro hacia el mío lentamente y la besé.
Me hubiera gustado decir eso, pero, claro el mundo es un imbécil y también Anny entrando al salón justo cuando iba a besar a Ambie.
-Espero hayan estudiado para el quiz de hoy - dijo Anny interrumpiéndonos, estrellita dio un sobresalto. Ambos maldecimos por lo bajo.
Y también, demonios, iba a hacer quiz, lo perdería sin duda alguna.
La clase de Anny empezó, pero Amber no se veía como siempre, parecía como si ella no estuviera allí, como si estuviera envuelta en pensamientos y preocupaciones.
Me sentía en la obligación de consolarla, de hacer algo que la hiciera feliz, quería volver a ver esa sonrisa.
Pero más que nada necesitaba saber qué le ocurría y sabía que ella no me lo diría, pero quizás Ava sí, no era muy buena guardando secretos y era demasiado chismosa, además Amber era su mejor amiga, ella debería saber algo.
El quiz término, y adivinen ¿quién dejó la hoja en blanco absoluta? Yo, me pasé todo el quiz pensando en Amber.
En el espacio para esperar al maestro de la siguiente hora me dirigí al asiento de Ava.
-Ava - la saludé.
-Charles, hola - dijo sorprendida.
-¿Sabes qué le sucede a Amber? - pregunté sin rodeos -. Ha estado muy extraña y estuvo llorando.
-Charles, no lo se, pero ella te lo dirá cuando se sienta lista, no la presiones, ella te lo dirá tarde o temprano, confía mucho en ti - era evidente que sabia, pero que no traicionara a su mejor amiga.
Le eché un vistazo a Amber, algo no estaba bien y no podría ayudarla si no sabía que le pasaba.
---------------------------------------------------------
Observaba a Amber frente a mí, comiendo su almuerzo, era tan bonita, desearía que no estuviera triste, que existiera una manera de que olvidara lo que le pasaba.
-Amber, me preocupo por ti y me destroza verte mal, dime que hago para volver a verte sonreír, lille stjerne.
-Charles me encanta que seas así conmigo y créeme que eres lo único que me da ánimos en este momento, no tienes que demostrarme nada.
La lluvia cae porque la nube ya no puede soportar el peso, las lágrimas caen porque el corazón ya no puede soportar el dolor y Ambie no podía soportarlo.
ESTÁS LEYENDO
Mil coincidencias tuyas
VampirosLa adolescencia..., dicen algunos, una de las mejores etapas de la vida, aunque Charles no piensa eso, hasta el momento, su adolescencia ha sido terriblemente aburrida, solo por el hecho de ser diferente, hasta que se muda a Londres, donde conoce a...