Capítulo 20 - Amber

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-Como van las cosas con tu tío? - le preguntó a Charles mientras él comía su sándwich.

-Ahora están en la luna de miel.

-¿Te dejaron solo?

-Con Amely - dijo torciendo los ojos.

Abro la canasta de pícnic para sacar las servilletas, que seguro se irán volando con el viento frío que está haciendo.

-¿Cuándo regresan?

-Para mi cumpleaños.

Como no sabía cuándo era el cumpleaños de mi novio.

-Que es... - hice un gesto para que siguiera hablando.

-10 de noviembre.

-El viernes, ¿Cómo no me lo habías dicho? - le reprocho golpeándole el hombro.

-No lo sé, nunca me lo habías preguntado.

Seguimos comiendo mientras escuchamos música, aún me sonrojo cuando suena alguna que él me ha dedicado. Escucho un maullido detrás de nosotros, aunque no le presto mucha atención, es un parque, quizá hayan traído a un gato.

-¿Oíste eso? - me pregunta Charles, yo hago un gesto para que diga lo que ha oído -. El miau - me rio al escuchar como maúlla.

-Quizá alguien haya traído un gato al parque.

-¿Nunca has tenido un gato verdad? - niego con la cabeza -. Se nota, estrellita, un gato primero te saca un ojo antes de que tú le pongas una cadena, no es como un perro.

Él se levanta buscando alrededor y haciendo sonidos y miaus para que se acerque.

-Ambie, ven, mira - me llama detrás de un arbusto.

Me dirijo hacia donde él está y veo una caja y a Charles con un gatito bebe en la mano, es muy tierno.

-Qué lindo! - digo apresurando a mimar al gatito.

-Estaba en esa caja - dice él señalándola -. Debe tener hambre y frío.

-¿Charles estás tratando de convencerme para que lo adoptes?

-¿Puede venir? - pregunta cómo un niño pequeño.

-Charles, no soy tu madre, te lo puedes llevar, siempre y cuando lo cuides bien.

-Puede ser nuestro hijo - dice consintiendo al gato.

-Tengo un hijo muy lindo.

-Como su mamá.

Y si papá.

-¿Cómo lo llamaremos?

-Pues es un macho.

-Se va a llamar Peluche, mira es esponjosito.

-De acuerdo - él pone al gato como Simba en El rey león -. Te llamarás Peluche.

Recojo las cosas del pícnic y vamos a la casa de Charles, Peluche maullá todo el camino, Charles le da calor con su chaqueta, es un buen padre. Antes de llegar a su casa nos desviamos un poco para comprarle comida al gato.

Cuando llegamos a su casa Charles le da alimento y leche al gatito, luego toma una manta y la pone en el suelo, Peluche se acomoda y se duerme inmediatamente.

-¿Qué quieres que hagamos? - me pregunta al ver que el gato se ha dormido.

-Oímos música - propongo él asiente y busca su celular para ponerla.

-Aún no puedo creer que seas mi novia, estrellita - no sabía que contestar, así que él continuó -. Cuando te vi el primer día de clase, pensé, esa chica es hermosa y gentil, no creía en el amor a primera vista hasta que te conocí a ti.

No supe qué decir, así que lo bese, él me correspondió el beso instantáneamente con dulzura.

-Charles Spooner, te has comido mi pastel! - abrió la puerta de golpe Amely gritando, nos separamos al instante y ella fingió que no había visto nada -. Perdón, no los quería interrumpir con lo suyo, pero Charles eres un idiota, era el último pedazo de pastel.

Amely salió de la habitación cerrando la puerta avergonzada, dejando un aire denso entre nosotros.

Hablamos un rato mientras Charles acariciaba al gatillo, que duerme como si nunca lo hubiese hecho.

-Debo irme - digo un largo rato después -. Adiós colmillos.

-Adiós, estrellita.

Mil coincidencias tuyasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora