Ha pasado una semana desde la primera pelea que he tenido con Charles, pensaran que todo está bien ahora, incluso yo pensé que lo estaría, pero todo ha empeorado. Charles se ha convertido en un perro.
Él ha empezado a pasar el descanso con sus "amigas", son 5 chicas y todas hermosas, mucho más que yo, he tratado de hablar con él, pero siempre cambia el tema.
Es impresionante cómo ha cambiado, solo ha pasado una semana y es otra persona, incluso con las chicas, hace las cosas que solía hacer conmigo, les guiña el ojo o les enseña a montar en skateboard.
-Hola, Amber - me saluda dejando su mochila en su asiento, y si, ya no me llama estrellita, solo Amber o si está de buen humor Ambie.
-Hola - contestó sin despegar la mirada de mi libro, ni siquiera estoy leyendo, solo finjo que lo hago.
Él sale del salón, por mi mente cruza la idea de seguirlo, trato de negarme, pero que es lo peor que puede pasar. Dejo mi libro en mi mochila y parto en la dirección por la que se fue Charles.
Después de unos minutos buscándolo pienso que le he perdido el rastro, hasta que escuchó el sonido de una guitarra, me dirijo hacia el origen del sonido, es detrás del coliseo.
Me escondo detrás de una pared recogiendo valor para asomar la cabeza, cuando me siento lista miro, está él y Heather tocando la guitarra, lo peor, es que es la guitarra que yo le regalé.
-Es una linda guitarra - le dice Heather.
-Me la dio Amber.
-¿Por qué ya casi no estás con ella? - le pregunta la pelirroja. Lo mismo me pregunto.
-No lo sé, quiero explorar nuevos horizontes. Tú deberías entenderlo.
-Sí, cuando te cansas de estar con alguien porque todo siempre es igual - miro a Charles esperando a que lo niegue, pero no lo hace.
-Exacto - díganme que no ha dicho eso.
Se me forma un nudo en la garganta, así que me alejo de ellos y voy al baño, que gracias a Dios está vacío. Me acurruco en un rincón y las lágrimas brotan sin esfuerzo, lloro hasta que falta poco para que las clases empiecen.
Cuando faltan cinco minutos para que el timbre suene, me dirijo al lavamanos, lavo mi rostro quitando los rastros de lágrimas, mis ojos están rojos y algo hinchados, lo bueno es que no se demoran mucho para que se deshinchen y vuelvan a su estado normal.
Entro al salón rápidamente, por suerte nadie se dio cuenta, al sentarme en mi asiento veo que todos los estudiantes han llegado, excepto Charles y Heather. Haciéndome recordar cuando ambos decidimos no llegar a la primera hora de clase para estar en el cobertizo.
Toda la primera hora me quedo esperando a verlo entrar por la puerta, pero no lo hace, ni siquiera me manda un mensaje, nada. La clase se torna demasiado aburrida, extraño sentir su mirada sobre mí mientras la maestra explica algo.
Termina la primera hora, Ava se dirige hacia mí, es una buena amiga.
-Hola, Amber, ¿Por qué no está Charles? - me saluda Ava.
-No quiero hablar de eso.
-¿Pelearon? - pregunta asombrada.
-Más o menos.
-Amber te conozco, sé que quieres desahogarte y hablar de esto.
-Me conoces bien, ¿Puedes ir a mi casa?
-Sí - me contesta con una sonrisa -. Te llevaré helado y escucharemos música depresiva.
-Gracias.
-----------------------------------------------
Por fin han terminado las clases, voy con Ava rumbo a mi casa, se me hace extraño que no sea Charles quien me acompañe. Ava se detiene por el camino al ver una heladería y compra un bote gigante de helado.
-¿No crees que es mucho? - le pregunto a Ava.
-Nunca es demasiado helado.
Llegamos a casa, ella pone al instante música depresiva y busca dos cucharas en la cocina para comer el helado. Nos acomodamos en mi cuarto escuchando las canciones de Ádele.
-Cuéntamelo todo - dice metiéndose una gran cucharada de helado en la boca.
-De acuerdo - juego con los dedos en mi regazo sin saber por dónde empezar -Él y yo, no lo sé, estábamos bien y luego se alejó sin explicarme.
-Prosigue.
-Después de eso se volvió un perro.
-Siempre he pensado que Charles es un chico extraño - ella se pone la mano en el mentón -. Y si dejas de hablarle para ver si él te habla.
-¿Qué? - digo incrédula.
-No le vuelves a hablar al menos que él te hable, si solo te busca cuando te necesita, le terminas.
-No lo sé - no quiero terminar con Charles.
-De acuerdo no lo terminas, pero por lo menos te darás cuenta de sus verdaderas intenciones.
-Está bien.
----------------------------------------
ESTÁS LEYENDO
Mil coincidencias tuyas
VampirosLa adolescencia..., dicen algunos, una de las mejores etapas de la vida, aunque Charles no piensa eso, hasta el momento, su adolescencia ha sido terriblemente aburrida, solo por el hecho de ser diferente, hasta que se muda a Londres, donde conoce a...