En los últimos días, no se me ha apetecido salir, lástima que tenga que ir a Harrow, no quiero ir y saber qué está Charles con una linda chica, prefiero quedarme en mi casa y leer un buen libro mientras Lander me manda notas a través de la soga que está en nuestras ventanas.
Antes detestaba los fines de semana porque no podía ir a Harrow, por ende no podía ver a Charles, pero ahora los amo. Bueno, admito que han empezado a gustarme los fines de semana porque estoy con Lander todo el día.
Noto que la cuerda se agita a mis espaldas, lo que significa un mensaje nuevo, es un artefacto de comunicación muy anticuado, pero no puedo negar que es divertido. Tomo la canasta del lazo y leo el mensaje.
¿Puedo ir a tu casa?
Lander
De acuerdo.
Amber
Me asomo por la ventana y puedo verlo salir disparado de su porche para dirigirse a mi puerta, en menos de lo esperado está en mi habitación.
-Hola, linda - me saluda, si me llama linda y debo de admitir que me gusta que lo haga.
-Hola, Lander.
-Debes ponerme un apodo, yo te llamo linda, tú debes llamarme de alguna manera.
-Feo, es un buen apodo.
-Otro apodo.
-Raro - niega con la cabeza -. Psicólogo.
-Podrías llamarme esposo.
-Ni creas que lo haré, emo.
-¿Por qué?
-Siempre vistes de negro, el negro es un color triste.
-El negro no es triste, los colores brillantes me deprimen, el negro es poético, ¿Cómo te imaginas a un poeta?, ¿En chaqueta amarilla? Probablemente no.
-De acuerdo no te llamaré emo, ¿Qué tal Landie belle? El otro día me dijiste que sabias hablar italiano.
-Suena muy meloso, pero viniendo de ti me encanta y también te llamare Ambie belle.
-Hola, Landie belle.
- Oye, vine porque quería tu opinión de una ecuación, no sé si está correcta.
-¿Cuál es?
-Tienes una hoja o algo.
Busco en uno de los cajones hasta dar con un pequeño cuadernillo algo rayado, se lo doy con un lápiz. Él toma los implementos y empezó a escribir, pero no me dejó ver.
-Déjame ver - le reprocho.
-Espera la termino de escribir.
Él termina de escribir y me la da con timidez, como si fuese a confesar su travesura, me la dio sonrojado, se veía muy lindo así
Yo también me sonrojo al verla, pero reviso que la fórmula esté bien desarrollada.
-La fórmula está bien.
-¿Y el mensaje?
-Lander, ya te dije que tengo miedo.
-¿Puedo romper el lápiz? - su pregunta me toma por sorpresa.
-Sí, supongo.
-Mira, supongamos que este lápiz es tu corazón, de forma simbólica. Charles llegó y lo rompió a la mitad - rompe el lápiz a la mitad sin mucho esfuerzo -, y es muy fácil de romper. La decepción de tu enfermedad volvió a romper la mitad que ya habían roto - vuelve a romper una parte más pequeña -, esta vez no fue tan sencillo como la primera vez. Pero supongamos que llego yo y te rompo el corazón - trata de romper una parte muy pequeña -. Es difícil.
-Es decir que la tendrás difícil tratando de romperme.
-Sí, además no lo haría.
-Charles dijo lo mismo.
-Yo no soy Charles.
Se acerca hacia mí, va a besarme, esta vez ya no me siento confundida, sino emocionada, él se acerca hasta que sus labios están sobre los míos y comienza a besarme tiernamente, seguirle el ritmo es fácil.
Me beso, y aunque yo sabía que lo nuestro probablemente no tenía futuro, correspondí a ese beso como si de verdad nos fuéramos a querer para algo más que solo un momento.
-Eres demasiado hermosa.
-No lo soy.
-Yo no opino lo mismo.
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Mil coincidencias tuyas
VampireLa adolescencia..., dicen algunos, una de las mejores etapas de la vida, aunque Charles no piensa eso, hasta el momento, su adolescencia ha sido terriblemente aburrida, solo por el hecho de ser diferente, hasta que se muda a Londres, donde conoce a...