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¿Nos logras oír?

La mayor parte de mis pensamientos se los lleva el querer mudarme.

Por no poder dormir me puse a revisar en internet algunos departamentos que se acomoden a mi presupuesto pero que sean lo suficientemente lejos para nunca volver a encontrarme a Katsuki. Quiero escapar como la cobarde que soy.

Me estreso
Me estreso porque otros pensamientos míos hacen que solo quiero decirle mis sentimientos a Bakugou y huir por si me rechaza

Aunque...ya estoy harta de huir...
Parezco un conejo asustado en medio de la carretera. Abandonada. O miedo al abandono, no se. Y el miedo a la muerte, quizás.

Cierro los ojos y me pongo a pensar de aquella vez en el bar.

Viéndote directamente, viendo tus ojos color carmesí y tu sonrisa que se me hace exageradamente brillante.

Me dieron un tequila para comenzar aquella noche de fiesta, y fui hacia ti, mi instinto me hacía querer hacerlo; mi instinto me decía que no había nadie más al rededor de ese lugar más que solo tú y yo.

Finalmente bailamos, bailamos durante demasiadas canciones hasta que mis pies no aguantaban. Las canciones que ponían nos incitaban a los dos a bailar pegaditos cuerpo a cuerpo tú y yo. Disfrutando el momento. Juntos los dos.

Solo quiero estar contigo, tomar junto a ti el café de las mañanas y mirar tu cara, tu hermosa cara.

Sin ponernos a pensar en el pasado ni el presente, y ya no me importa si soy la primera o la última de tu lista, solo quiero quiero estar contigo. No importa nada más.

Deseando que sepan todos que yo te quiero y que me quieres

Me levanté de mi cama, salí de mi habitación o mejor dicho, "mi cueva" y bajé las escaleras para llegar a mi sala de estar.

Quería beber, pero no sé si esté bien hacerlo, ya que acabo de salir del hospital y me estuve medicando. Así que no lo hice.

Entonces creo que será sobria...

Inconscientemente ya me encontraba en mi cochera, a un lado de mi auto y con mis llaves en la mano.

-¿Que mierda estás haciendo, Saori?- hablé para mi misma. No importa. Abrí la cochera y me subí a mi auto.

Encendí este mismo para avanzar

Conduje hasta llegar a este lugar que tanto deseaba volver y apagué el auto.

Bajé y caminé hacía la puerta para tocar el timbre que resonó por la casa.

Inhale y exhale al escuchar los pasos que logré escuchar al otro lado

Mientras mi corazón se iba acelerando, estaba nerviosa. Quería llorar.

-¿Quién es?- se escuchó al otro lado de la puerta y no respondí hasta que esta misma se abrió

-Madre...- dije a lo bajo en cuanto abrió la puerta

-Saori...hija...- murmuró y abrió los ojos de sorpresa para después correr a abrazarme -¿Estás bien?- preguntó

-Si...¿y tú?- correspondí al abrazo

-Me tenías preocupada - sobó mi hombro

-Tranquila mamá, ya estoy aquí- me separé del abrazo y la miré a los ojos

-Si...- sonrió y noté sus ganas de querer llorar -¿Dónde estuviste todo este tiempo?- dijo, cosa que me desconcertó ya que pensé que se había preocupado debido a que había estado en el hospital

-En el hospital, me lastimé debido a que en la misión en la que estuve salí lastimada con un golpe en la cabeza- hablé -Ashido estuvo conmigo en el hospital y me llevó a casa-

-¿Ashido?- preguntó y yo asentí. Por fin sus lágrimas salían de sus ojos

-Si, ella me cuido- sonreí -Aunque si te soy sincera...me preocupe por mi trabajo, pero después me tranquilicé; llegó mi jefe y dijo que podría regresar a trabajar cuando me encontrara mejor. ¡También conocí a la heroína Trice!- hablé emocionada

-Eso es increíble, hija.- me sonrió -Vamos, entremos de una vez- me jaló del brazo y asentí

-y dime...¿cómo es la Reina de Japón en persona?- habló mientras entraba a la cocina

-Es...increíble...es mucho más linda en persona- sonreí recordando aquel momento

-Eso suena fantástico.- dijo con cierta emoción -¿Quieres café o té?- habló agarrando dos tazas

-Té- respondí y vi como ella iba sirviendo las tazas para que después regresara a la sala. Donde me encontraba.

-Estuvimos preocupados por ti- dijo sentándose al lado de mi en aquel sofá

-Lamento haber hecho que se preocuparan tú y papá...- dije con culpa

-Tranquila, me siento muy bien que estés aquí...- le dió un sorbo a su taza

-¿Y papá?- pregunté haciendo lo mismo

-Está trabajando, cielo. Aunque ya le he llamado de que estás aquí.- habló tranquila

-Ya veo...¿viene para acá?- y en ese momento escuché como abrían la puerta, cosa que nos hizo voltear a mi madre y a mi

Escuché los pasos apresurados que se escuchaban cada vez más cerca -Saori, hija...- llegó papá para abrazarme

-Hola...papá- hablé llorando mientras corría a sus brazos y él me abrazó con fuerza

-Cariño...¿estás bien?- preguntó cerca de mi oreja

-Si...¿Por- fui interrumpida por mi padre

-Estábamos preocupados por ti- besó mi frente junto con una lágrima que salió haciendo un recorrido por su mejilla

-Estoy bien, papá- le sonreí

Hija...

𝓢𝓸𝓵𝓸 𝓽ú 𝔂 𝔂𝓸     (Bakugou Katsuki y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora