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Quiero huir de cada maldita cosa y correr, correr tan lejos como pueda, buscando el nuevo comienzo.

Buscándome a mi misma, quizás.

Estoy tratando de mejorar, no solo por Katsuki, si no que también por mi. Por nosotros....

-Llegó tarde, señor Jeanist- le hablé cuando entré a su oficina, él rió

-Lo sé- chequeó nuevamente su reloj - ¿Me bajarás el sueldo?- alzó una ceja

-Lo dejaré pasar por esta vez- le guiñé el ojo, riendo -Pero que no vuelva a suceder.

-Gracias, jefa- rodeó los ojos con ironía

-Por cierto...noté que en mi pago hubo un poco más de lo que es...

-Ah si, te subí un poco el sueldo- habló con calma

-Wow, gracias. ¿Te gusta mi forma de trabajar?- le sonreí -Lo hago excelente, lo sé.

-En realidad no- se alzó de hombros

-Yo sé que si, no seas tímido en decir verdades, Best Jeanist

-Ajá- aclaró su garganta -¿Hoy tengo alguna junta?- preguntó

-Oh, si. Con el señor Yozumi, él vendrá a verlo.- saqué mi agenda

-¿Para?

-Para hablar sobre unas cuestiones sobre su agencia. No comentó mucho al respecto...- aún mantenía mi mirada en la hoja

-Está bien. En cuanto llegue el señor Yozumi que pase directamente a mi oficina.- ordenó

-Claro jefe- puse mi mano en mi frente, como si fuese un general. Él primero me miró serio y después rió ladeando la cabeza -Con su permiso- quedé justo en la puerta de su oficina

-Saori- me llamó y volteé a verlo

-Diga

Él lo pensó por unos segundos y después negó con la cabeza

-No es nada, perdona. Puedes retirarte.

¿Ok...?

-Está bien...- hablé dudosa, tomando la manija de la puerta abriendo esta misma y saliendo.

Ya han pasado dos meses desde que llegué a trabajar aquí. En esos dos meses que he ido al columbario, eh hablado seguido con el señor Juko. Él me a comentado que él mismo se encarga de barrer las hojas que caen al rededor de dónde está Katsuki; y también a limpiado una que otra vez el cristal.

Realmente se lo agradezco mucho. Ese señor es bastante amable y de alguna manera...sabe hablar sobre la vida. Eso es normal, al ya tener mayor edad es porqué ha vivido más cosas. Tal como dicen, "El diablo sabe más por viejo que por diablo", Ja.

Él señor Juko ha sido como un padre para mi en estos momentos; él supo que decirme para no sentirme culpable por la muerte de Katsuki, él supo aconsejarme de cómo seguir con la vida; él sabe que decirme para mejorar mi ánimo, él sabe cómo aconsejarme a vivir por aún "ser joven".

Estaba trabajando mientras escribía un correo que ordenó el señor Best Jeanist, mientras recordaba que hoy tenía una cita con el señor Juko, no lo malinterpreten, me refiero a solo salir. Como un padre e hija.

Pensándolo bien, ahora no sé nada de mis padres, no es que no me interese, si no que en verdad no sé absolutamente nada, he estado muy ocupada, ahora solo pienso en mi trabajo -que tampoco es como que me carcoma por completo, solo que me empeño en ello- pienso en mi y en mis amigos.

¿Debería ir a casa a buscar a mis padres?

Escribía el correo

¿Debería pedirles perdón yo? -seguía escribiendo-

¿Debería tocar su puerta y correr a sus brazos entre el llanto en cuanto abran?

"De antemano, Best Jeanist, gracias por su atención. Me encuentro a sus órdenes y a su atenta respuesta" - Envié el correo

Solté un pesado respiro.

-Saori-  Entró un héroe a mi oficina, sacándome de mis pensamientos

-Dime- respondí atenta

-Ha llegado el señor Yozumi...

𝓢𝓸𝓵𝓸 𝓽ú 𝔂 𝔂𝓸     (Bakugou Katsuki y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora