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Me seguiré enamorando de ti todos los días

Desperté. Sinceramente, esa noche, fue la mejor noche de mi vida. Dormí muy cálidamente, abrazada junto a la persona que más quería. La persona que más amaba.

-Buenos días...- hablé en medio del bostezo

-Buenos días- me saludó aquel hombre.

Nunca había tenido una sonrisa tan grande en mi rostro que cuando lo escuché el día de hoy, dándome los buenos días.

-¿Cómo dormiste?- mientras me estiraba de los brazos

-Mal- respondió sin dudarlo dos veces

-reí -Pudimos haber dormido aún más cómodos en tu habitación...-

-Ya lo sé - En ese momento ví su hermosa sonrisa.

No sé si Katsuki lo sepa...pero cuando él sonríe yo me derrito como un helado....

-Hora de desayunar.- se levantó de aquel sofá y yo lo seguí

-¿Qué me harás de desayunar?- hablé sonriente, y al mismo tiempo burlonamente.

-¡No soy tu sirviente!- volteó a verme enojado.

-Reí- Que gritón...¡Voy al baño, no me tardo.! ¡Regreso a ayudarte!- corrí-

-¡Regresa!- fue lo último que escuché y en ese momento cerré la puerta detrás de mi.

Al salir vi a Katsuki cocinando...¡Dios! Es un sueño...

Me acerqué con cautela a la barra de aquella cocina y únicamente me quedé observándolo... mejor dicho, apreciándolo, apreciando el momento que ahora es solo mío.

Este momento me pertenece y aún no puedo creerlo...

Sus grandes brazos...que a pesar de su fuerza, la noche anterior me abrazó con mucha delicadeza y con muy preciada calidez.

Sus labios suaves y cara relajada y linda que tenía al estar dormido.

Su sonrisa, que al verla parecía un atardecer...un amanecer...un anochecer... Todos los sentimientos lindos y reconfortantes que te dan al ver aquellos momentos.

-¿Qué tanto me miras, tonta?- me sacó de mis pensamientos. -Pareces una tonta haciendo eso- Reí, y mientras él sacaba algunos platos

-Es solo que aún no creo que esto esté sucediendo...- hablé feliz y siendo sincera a mis sentimientos

Me acerqué a él.

-¿Q-qué haces...?- preguntó él al ver que me acercaba lentamente

-Déjame volverte a besar...- lo miraba a los ojos directamente y él sonrió...

Agarró mi mentón con su mano, acercándome a él y me dió un beso, un beso fugaz...

-Aún no se porqué tardé mucho en confesarte mi sentimientos.- solté un suspiro en el momento en el que nos alejamos por la falta de aire

-Yo aún pienso lo mismo de mi.- se volteó para regresar a lo que estaba haciendo

Entonces recordé...volvió a mi mente...

Mi don...mi don se llama "lazo rojo". Este me permite ver quienes están destinados a estar juntos, como almas gemelas
También puedo ver cuando están enamorados mutuamente ¿Ya entendiste?

Aún me atormenta, hace que se me forme un nudo en la garganta y sienta un gran dolor en el pecho, un peso en la espalda. ¿Así se siente la culpa? ¿O un embrujo?

-Katsuki...- hablé con el nudo en la garganta -Yo...quiero preguntarte algo...y quizás confesarte algo también-

-¿Qué cosa?- me miró serio

-Akemi me dijo algo- tragué duro -Algo de su don...-

-¿Su don?- preguntó confundido -Ella me dijo que no tenía un don...-

-Si lo tiene...o bueno, eso me dijo...- daba rodeos acerca del tema que se me hacía difícil de hablar por alguna razón

-Su don es "Lazo Rojo" le permite ver quienes están destinados a estar juntos, algo así como almas gemelas...también cuando están enamorados el uno del otro...- me miró con sorpresa

-¿Ella lo sabía?...- soltó un murmuro

-Si.- tosí -Ella siempre fue amable conmigo...- la culpa me estaba inundando

-No es tu culpa. Ya habíamos hablado de eso Saori...-  agarró mi brazo con delicadeza

Miré el techo, tratando de calmarme, tratando de que las lágrimas no salieran -Tienes razón, pero...¿Podrías disculparte con ella por mi? Creo que sería mejor y lo más conveniente que yo lo hiciera, pero no tengo el valor...Simplemente no puedo.-

-Es mejor desayunar ahora, Saori- Cambió de tema -Toma- me extendió el plato con comida-

-Muchas gracias, Cariño...- me sorprendí por lo que recién había dicho -¡Katsuki! ¡Perdón, fue un impulso y...y yo...-

-Me interrumpió- Esta bien, desayuna.- se sentó a mi lado

-Gracias por el desayuno...-

-De nada -Dió un bocado a su comida -...cariño...- sonrió

Me quedé sonrojada.


























Cada palabra tiene consecuencias, y cada silencio también.

𝓢𝓸𝓵𝓸 𝓽ú 𝔂 𝔂𝓸     (Bakugou Katsuki y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora