Capítulo 16

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T/n
— Quien se cree, después de todo lo que ha hecho va y te grita.—dice Rony caminando de lado a lado— Y tú se lo permites que es lo más loco.

— No le permito nada.—digo mirando a la enfermería, llevamos más de una hora sentados afuera y nadie dice nada, ni siquiera Jenna por amabilidad ha salido a decirnos que está bien o está mal.

— Claro que si.—suspira— Es decir, es una idiota.

— Lo es.—le digo— Pero ya no quiero hablar del tema, solo espero que Michael esté bien para poder irme a casa, te pasaste con la pelota.

— No fue adrede y lo sabes.—dice levantando los hombros en señal desinterés, iba a refutarle pero justo por detrás aparecen los hermanos Ortega y Camila.

— ¿Como estas?.—pregunto acercándome a Michael, quien solo me mira y hace una mímica con la mano diciendo que más o menos— Pensé que te habías muerto, es decir no respondías ni nada.

— Menos mal que no lo estoy, en vez de fiesta iba haber funeral.—bromea y Jenna solo lo mira con ganas de que ella es capaz de darle el funeral.

— Me alegra que estes bien.—le digo sincera— Ya me tengo que ir, papá y Sofia me esperan para cenar, cosas de familia disfuncional.—le digo.

— Salúdame a tu papá.—dice Michael, estirándome la mano para que le dé un apretón, supongo que así es como se arreglan amistades, o así es como las arregla él.

— Vente, y lo saludas tú.—me atrevo a invitarlo, a mi papá siempre le ha caído bien Michael, es como el hijo varón que nunca tuvo, bueno me tiene a mi, pero casi soy la mitad de eso.

— Claro, hace buen tiempo no lo veo, llevaré cervezas.—habla emocionado y todos lo miramos confundidos, hasta parece su papá más que el mío, solo me limito a asentir y Jenna interrumpe.

— Una disculpa bastaría.—dice mirando fijamente a Rony— Que casi le has roto la cabeza, idiota.

— Fue un accidente.—responde tranquila mientras se acomoda la mochila— Discúlpame Michael, sabes que no tenía intención de que acabaras en enfermería.—Jenna solo queda mirando la escena , inquieta, supongo que quería algún tipo de conflicto, pero Rony no es así.

— No te preocupes, yo sé que no fue adrede.—le dice Michael, y me mira— ¿Podemos ir yendo?, para que nos dé tiempo de comprar algo, bueno que me dé tiempo.—ríe nervioso mientras empezamos a caminar hacia la salida.

El camino se hace en silencio, Michael tiene puestos sus audífonos y yo como siempre voy concentrada en la carretera, nos detuvimos a comprar algunos snacks y cervezas e intercambiamos algunas palabras, monosílabos más que todo, se puede decir que estamos bien pero supongo que no del todo, ahora todo es incómodo, cuando llegamos a casa encontramos a Sofi en la cocina quien trata de no mostrar tanto entusiasmo al ver a Michael, pero yo sé lo que le emociona.

— Chicos.—dice— Michael, no sabía que venías.—me mira con cara de que debí avisar antes pero le retiro la mirada para empezar a subir a mi habitación, dejándolos conversar a gusto.

— Que bueno tenerme por acá, otra vez...—la escucho a lo lejos, hasta que cierro la habitación y todo vuelve a ser silencio, miro el techo pintado con un azul cielo y estrellas que cuando llega la oscuridad empiezan a brillar, recuerdo el día en el que papá y Sofi pintaron mi habitación como regalo de cumpleaños, fui la mas feliz sin duda, luego se disculparon por no poder comprarme un pastel de cumpleaños ni el juguete que le pedí a santa, ellos realmente no sabían que me habían dado el más valioso regalo de cumpleaños, todos los días después de la escuela ansiaba venir a mirar esto, era mi lugar favorito en el mundo, después de mamá.
Cuando bajo al comedor ya estaban sentados, esperándome, mi padre reía alegremente con Michael, ellos se complementaban, y Sofi reía con ellos, yo sabía que ella gustaba de él pero nunca se atrevía a decirle nada, yo le había animado, le había dicho cosas que a él le gustaban de las chicas para que atacara por ahí, pero es en vano, él no la mira de esa manera, y dudo que algún día lo haga.

— Siéntate, no necesitas invitación.—dice papá mirándome mientras se carcajea— No me imaginaba tener al joven Ortega aquí, ya lo decía yo, cosas de críos, en una semana o dos se les pasará.—dice y hace una pausa— Aunque a ustedes les tomo más que eso, ¿Cuanto fue, un año?.—pregunta.

— Lo importante es que ya volvemos a tener estas cenas.—interrumpe Sofi tratando de cambiar de tema— Nos hacía buena falta a todos.—ríe, por Dios ya adóptenlo.

— Si, casi un año.—le digo— Esta salsa te quedó buenísima.—digo a Sofi quien sonríe en señal de gratitud.

— Pero, ¿Que pasó?.—pregunta papá de nuevo, yo sabía que algo así iba a pasar, es como un mal periodista, no sabe respetar— Es decir de la noche a la mañana se pelearon, y dejaron de juntarse, hasta venía tu hermana a la casa, parece que habían cambiado de papeles.—le dice a Michael quien solo mira su plato incómodo y se mete un trozo grande de pescado, supongo para no tener que responder.

La cena sigue transcurre en lo que se puede normal, mi padre como siempre haciendo preguntas que no debe, y Sofi también como siempre desviando y cambiando de tema, la tarde noche se pasó en risas de anécdotas que compartíamos juntos haciendo que se sintiera tan a gusto que las horas empezaron a pasar demasiado rápido.

— Mierda, son las 11.—le digo a Michael— Mañana tenemos práctica antes de clase, debemos irnos, ¿te pido un Uber?.—le sugiero pero mi padre se mete.

— ¿Uber, a estas horas?.—pregunta— Claro que no.—dice levantándose de la mesa— Te quedas a dormir, llama a tus padres y avísales.—decreta como si fuera una autoridad local y se marcha estirando los brazos rumbo a su habitación, nos quedamos mirando y reímos hasta que vemos que se empieza a regresar, demonios— Solo no empieces a gritar ni a llorar como tú hermana.—dice y empieza a reír, mientras Michael se pone rojo como un tomate— ¿Cuando fue que vino? Hace dos semanas creo, esto fue un loquero, tuve que marcharme sino iba a tener pesadillas todo lo que queda del año.—ríe y continúa su camino hacia la habitación, mientras yo me quedo sola con dos miradas confundidas sobre mi, una más que otra.

SOLO ELLA Y YO. (JENNA ORTEGA Y T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora