Jenna
— Deja de mirarla.—dice alguien a mis espaldas, Camila, una vieja amiga con la que no me había juntado hace mucho ahora la única con la que me hablaba y a la que me había atrevido a contarle lo que paso, interrumpiendo mis pensamientos— Es una idiota.
— No es una idiota.—le aclaro, mientras regreso a mirarle, t/n estaba como siempre en una esquina del patio con su equipo de baloncesto, sonriendo, al parecer después de esa noche hace dos semanas su vida continuo como si nada.
— Claro que lo es.—suspira— Pero tu atraes idiotas.—me dice mirando a Ralf que camina hacía nosotras con dos refrescos en las manos.
— Hola Ralf, ¿Mucha sed?.—bromea Camila, mirando a Ralf de pies a cabeza, quien solo sonríe nervioso.
— Una es para Jenna.—dice— Y otra para ti.—supongo que sus intenciones no eran esas por la manera en la que le entrega el vaso a Camila, quien le sonríe amable.
— ¿Cómo estás?.—me pregunta sentándose a mi lado.
— Bueno creo que yo iré por algo de comer, me muero de hambre, los dejo.—interrumpe Camila, para luego marcharse y dejándonos solos.
— Bien, supongo, ya sabes, lo mejor que se puede estar después de que te dejen.—aclaro, volteo a mirar a T/n pero ella mantiene su atención en sus amigos y a mi ni me voltea a ver— ¿Has hablado con Miranda?.—pregunto, no ha venido a la escuela desde lo ocurrido, me atreví a preguntarle a un profesor por si se había retirado, me dijo que no, que en cualquier momento regresaba, pero eso fue hace una semana y aun nada.
— Solo un poco, pero me dijo que no quería volver a la escuela.—me dice— Dice que la matarás.
— Un poco si.—le digo y me mira confundido— Arruino mi relación.
— La arruinaste tu.—me interrumpe haciendo que me sienta un peor—Lo siento sé que no ayudo.—aclara— Pero ella no tiene la culpa, y yo tampoco.—me dice jugando con el vaso de refresco— Primero no entendía porque te seguías acostando conmigo, pero luego dije al diablo, no soy yo quien esta en una relación.
— Cambiemos de tema.—le digo, lo ultimo de lo que quiero hablar es de eso.
— ¿Qué onda con Camila?.—me dice— Es un poco mayor, va dos años adelante.
— ¿Qué me importa que sea mayor?.—le digo, eso de las edades es algo tan relativo, no porqué alguien tenga 40 no significa que no pueda ser mi amiga— Es mi amiga.
— No lo decía por eso.—suspira— Es solo que se acercó cuando vio que habías terminado con t/n y que te habías peleado con Miranda.
— Lo cual le agradezco.—le aclaro— Estaría comiendo sola todos los días de no ser por ella.
— A veces es mejor estar solo.—me dice mirando hacía t/n— Tu ex tampoco es que sepa estar muy sola que digamos.—bromea mientras volteo a mirar hacía su dirección para encontrarme una imagen que me acojona el corazón y a la vez me llena de rabia, t/n abrazando y cargando en el aire a Rony, sé que siempre me ha dicho que es su mejor amiga pero no la soporto, y no creo que solo quiera ser su amiga.
— Vámonos.—le digo agarrando mi mochila y el vaso de refresco— Si hablas otra vez con Miranda, le puedes decir que no la mataré, y que esta perdiendo evaluaciones.—le digo antes de empezar a caminar rumbo a mi salón de clases.