Capítulo 17

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T/n

— Entonces, ¿cogieron después de lo que paso?.—pregunta Michael a mis espaldas, esperando mi respuesta pero me limito a asentir— Puedes contarme, antes me contabas.

— No te voy a contar como me cogía a tu hermana.—le digo y rio al ver como le cambia la cara— Vez, por chismoso.—le tiro una de sus pijamas viejas que había dejado olvidadas en mi casa y aunque mi mamá cuando venía se quería deshacer de ellas, yo no podía.

— O sea no, lo que digo es...—hace una pausa para empezar a ponerse la pijama— Como te sientes, sé que es mi hermana, pero sé que hizo algo horrible.—explica— Y que cojan después de eso, me parece de locos.—ríe.

— Fue algo de despedida, las dos estábamos mal.—empiezo a decir— Yo mas que ella, claramente.—empiezo a caminar para sentarme a su lado— Nunca pensé algo así de ella.—hago una pausa— ¿Tu sabias?.

— Claro que no.—responde enseguida— Como se te ocurre, jamás permitiría algo así.

— Bueno, como estabas tan enojado conmigo.—digo— Pensaba que quizás lo sabías...

— De eso nada, jamás permitiría un comportamiento así, tu lo sabes.—dice incrédulo— Me mostraron los videos después, Miranda, y cuando vi que se había marchado a buscarte pensé que no la dejarías ni siquiera que te vea, pero luego llamó diciendo que se iba a quedar contigo.—suspira— Y ahora tu padre confirma mis sospechas de a que se quedo.

— Jenna ya no es  una niña Michael, dejo de serlo hace mucho.—le explico— Se ha tirado a todo el equipo de baloncesto.—quienes por cierto lo único que han hecho es mirarme con pena— Y a media escuela además.—hago una pausa y le miro, se que esta avergonzado aunque no le corresponde, pero es su hermana, yo mataría a quien sea que se atreva a decir algo de la mía, pero bueno, digamos que Sofi me la pone fácil, parece una monja.

— El viernes tienes las clases con Camila.—cambia de tema— Jenna y  ella se han hecho muy amigas estas ultimas dos semanas, es decir antes hablaban pero no tanto como ahora.—me cuenta.

— Si, ya lo sé, al fin de cuentas creo que la fiesta será en tu casa.—le digo y se levanta sorprendido— En la mía no se puede, tengo las clases.—le explico y empieza a caminar de lado a lado.

— No puedo meter tanta gente en mi casa.—dice angustiado— Con solo pensar en como terminará eso, un desastre.—se tapa la cara con ambas manos y yo rio— Pero ahí va a estar Jenna, es decir si  no pensabas invitarla a su casa no se va a poder.

— También pensé en eso, pero con que no se me acerque estaría bien.—le digo— Además llegaré tarde, tengo que primero dar las clases con Camila sino le irá con el chisme al profesor.—alzo los hombros en señal de resignación.

— Camila es muy rara.—me dice— Antes me gustaba, ¿te acuerdas?.—claro que me acuerdo, tenía una foto gigante de la chica en su habitación, pobre Camila.

— Esa chica es inalcanzable.—le digo— Parece que no quiere tener sexo hasta los 40 o algo así, escuche el rumor.—rio— Siempre puedes cogértela primero, aunque quien sabe, sea un rumor inventado y ya se haya cogido a toda la escuela.—le digo para luego empezar a reír aun mas fuerte por la cara que pone, hasta que empieza a sonar su teléfono.

— Es Jenna.—dice y sale de la habitación para contestar, no tarda ni un minuto y regresa apurado— Fiesta, ahorita, ¿Qué dices?.—pregunta emocionado y yo lo miro confundido— Plan de ultimo minuto, están todo el equipo de baloncesto y las chicas también.—dice pero yo lo único que me pregunto es que hace Jenna en medio del equipo de baloncesto, pero mi mente aclara mi pregunta trayendo imágenes que no quería recordar.

— Vamos.—le digo— Si esta todo el equipo, siempre mañana podemos saltarnos la práctica.—empezamos a cambiarnos como locos sin freno, tirando prenda una tras otra, hasta que estuvimos listos, la noche recién empezaba y las sorpresas se harían llegar. 

SOLO ELLA Y YO. (JENNA ORTEGA Y T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora