T/n
— Ey.—dice alguien a mis espaldas, era Camila, llevaba más de media hora afuera de la casa en el auto sin arrancar— No debiste gritarle.—dice tranquila subiéndose al auto.
— ¿Perdón? O sea que yo me tengo que aguantar que hable con sus ex ligues y ella feliz y contenta.—suspiro pesadamente— ¿Te parece justo?
— No es eso, ella dice que Marcus es su amigo.—hace una pausa— Que tú tengas desconfianza es totalmente independiente a ella, ¿por qué no regresas a hablar con ella?
— No Camila, si yo tengo desconfianza es por los cuernos que me ha puesto, y porque ahora estoy segura que ese idiota quiere algo con ella.—le digo mostrándole el teléfono y la fila de mensajes que tenía del tipo— ¿ves?
— Pero tienes que confiar en Jenna, si aceptaste regresar con ella es porque la quieres, ¿verdad?, él es solo un idiota que quiere con ella, pero tú eres la novia.—pone una mano sobre la mía para tranquilizarme y lo logra, una parte de mi siente que tiene razón.
— Hablaré con ella, pero ahorita no, sigo molesta.—y era verdad, tenía un enojo en el pecho que no podría controlar— La buscaré mañana, no le digas nada.
— Está bien, no le dire nada.—hace un gesto militar y se baja del auto— Oye tu y yo tenemos una conversación pendiente sobre el otro día.
— Claro que no.—le digo alzando los hombros, sabía a que se refería pero no quería volver a darle cuerda al tema— Bueno un poco si, me tienes que contar cuando te cojas a Lauren.—arranco el auto dejándola ahí apunto de responderme y seguro refutarme pero no le doy tiempo.
Cuando llegó a casa me encuentro con Sofi y con mi padre, ambos sentados a un lado de la mesa, sé que han discutido pero eso no me importa mucho por el momento, doy una mirada a Sofía quien tiene su plato de comida entero y otra a mi padre que come con desesperación, parece venido de la guerra.
Al día siguiente me he levantado más temprano de lo normal, sabía que me había comportado como una idiota con Jenna, en parte por su culpa pero era mínima, y sabía que la pequeña no se iba a disculpar, paso rápidamente por la florería, sé que le gustan las margaritas así que escojo un pequeño ramo de esas y me dirijo a la escuela.
Mientras voy de camino veo venir directa hacia mi a la hermana de Marcus.
— Emma.—saludo cortésmente, no pensaba encontrarla la verdad— Que gusto verte, ¿otra vez por acá?.—pregunto deteniéndome a conversar.
— La calle es de todos.—dice con una sonrisa, lo cual era verdad, estaban a una manzana todavía de mi escuela, no podía decirle que estaba en territorio ajeno— Vine a preguntarte si te habías decidido.
— ¿Decidido para que?.—le preguntó volviendo a caminar, pronto recuerdo la propuesta del campamento, era bastante tentadora pero si antes no le pareció buena idea ahora menos.
— Para el campamento.—dice siguiéndome el paso— ¿Jenna no quiere que vengas?.—pregunta burlona tomándome el brazo.
— De hecho ella me dijo que estaría bien ir, el problema es que yo no quiero.—le digo seca, pero al ver su cara me arrepiento, ella sólo está tratando de ser amable— No lo tomes a mal, solo no creo que sea lo apropiado.
— Si, bueno puedo entenderlo.—dice tranquila— Pero, oye, sé que no me corresponde a mí decírtelo, y que además Marcus es mi hermano...
— No quiero saber nada del idiota de tu hermano.—la interrumpo, pero hace ademán de continuar.
— Los vi besándose ayer.—dice y yo freno mis pasos en seco— Estuvieron en mi casa toda la mañana, yo no fui a la escuela porque me sentía un poco mal...—la miro en señal de que continué— De hecho estaban con Camila, por lo que escuché le pedían que mintiera sobre qué había estado con ella en su casa.
— ¿Y no pudiste contarme eso primero?—le reclamo molesta, aunque sé muy bien que ella no tiene la culpa.
— No es mi culpa.—dice tranquila— Te lo digo porque me caes bien, no tendría porque echar al frente a mi hermano.
— ¿Segura que los viste besándose?.—pregunto con la voz entre cortada, me sentía una estupida por haber vuelto a confiar en Jenna, no solo le dolía eso, Emma había mencionado a Camila quien hasta hace unas hora consideraba su amiga, había sido una idiota en acercarse a ese par.
— No te lo diría si no estuviera segura.—dice dándome una mirada de compasión que odio tanto, de repente su vista deja de estar en mí para mirar hacia otro lado— Mira, vienen juntos.—dice señalando hacia la entrada de la escuela, donde veo caminar a Camila, Jenna y Marcus juntos, el pecho vuelve a dolerme, las margaritas que traía en la mano se las dejo a Emma sobre el pecho y empiezo a caminar en dirección del grupo.—Ey, espera, no hagas eso.—le escucho decir pero igual acelero mis pasos hasta que se pone frente a mi— Déjala, ¿crees que vale la pena humillarte, otra vez, delante de toda la escuela?— esa pregunta me deja pensando, tenia mucho de cierto, pero la cabeza la dolía y no podía pensar con claridad.
— ¿Entonces, que quieres que haga?—le pregunto con lágrimas en los ojos, no era mi intención llorar pero la situación me está sobre pasando.
— Ven, vamos.—me toma de la mano y yo la miro confundida— Te invito un café para que te calmes.—dice tranquila, empezamos a caminar sin yo dar una respuesta, pero es que ni si quiera tenía palabras o gestos que formular, volteo a ver la escuela, ellos siguen parados ahí conversando, la sangre le empieza a subir del enojo y quito la mirada rápidamente, habían jugado con ella, otra vez.
Hola, qué tal les parece el capítulo?
En unos momentos subo la versión de Jenna