T/n
— ¿Por qué aceptaste que se unieran al grupo?.—pregunta Michael mientras caminamos— Pensé que no querías ver a Jenna ni en pintura.
— Todos ya tienen equipo armado, no íbamos a llegar faltando integrantes.—me limito a decir y asiente— Además lo que dije es cierto, ambas tiene habilidades que nos hacían falta.
— Puede ser, pero yo no uniría a mi ex ni aunque tuviera las habilidades de Gokú.—río, pero no digo nada, en realidad tiene razón, pero me pareció una buena idea para poder compartir tiempo con ella sin que fuera raro, es decir sin citar ni nada, solo estamos en un grupo, coincidimos y ya está.
Cuando llegamos al lugar de las playeras noto a Michael un tanto extraño, reclama el pedido lo cancela y seguimos caminando, sin una palabra más durante 30 minutos, tampoco es que quiera interrumpir su silencio y su tranquilidad, a veces necesitamos eso, pero tiene el ceño fruncido, eso es señal de que esta enojado o de que no ha dormido en 20 horas.
— ¿Qué pasó?.—pregunto tranquila.
— Si existiera la posibilidad, ya sabes...—hace una pausa— De regresar con Jenna, digamos que te vuelves lo suficientemente estúpida como para perdonarla.—diablos, eso me dolió— ¿Regresarías con ella?.—me lo quedo mirando confundida, y de pronto esa pregunta también se instala en mi cabeza, ya me lo había preguntado antes yo misma pero sé muy bien que aunque me diga que no, a Michael no le puedo mentir, no cometeré el error dos veces.
— Sigo enamorada de ella.—le digo y hecha la cabeza para atrás— Eso no se va a ir de la noche a la mañana, pero ya no hay confianza, y creo que para que se vuelva a recuperar lo veo muy lejano.—le digo, lo cual es bastante cierto, y es claramente en la situación en la que estoy.
— ¿Qué decía la nota que le dejaste debajo del cuaderno?.—pregunta, demonios, como puede estar mirando tanto— Porque ella cuando te vio hace un momento con el paquete de notas en la mano no pudo sonreír mas, si hasta parece que le habían dado un congelante de sonrisa.—ríe, pero sé que no está contento.
— Que se veía guapa leyendo.—le digo ocultando mi nerviosismo y el asiente.
— Tu verás lo que haces con eso.—me dice y noto un recelo en su tono de voz— Es mi hermana después de todo, hizo cosas horribles y no quiero que te vuelvas a sentir mal por eso, pero tampoco quiero que juegues con ella.
— Solo le dije que se veía guapa, no es para tanto.—le digo quitándole importancia a la situación.
— Le dijiste que se veía guapa, a tu ex, quien te engaño con media escuela.—asiente— Eres muy rara, por eso te engañaron.—bromea y tira una carcajada, yo rio también pero por dentro hay una pregunta que no me deja en paz.
— ¿A ti te molestaría?.—me atrevo a preguntar— Ya sabes, que volvamos a estar juntas.—digo mirando a otro lado menos a él, pero lo escucho suspirar.
— Es decisión de ustedes.—dice— Verlas juntas nunca me puso feliz, pero tampoco me disgustaba por completo, es decir eres mi mejor amiga y ella es mi hermana; ¿Por qué me preguntas eso, no estarás pensando en volver...—le interrumpo.
— Es en una situación lejana, ya sabes, por si se dan las cosas, quiero asegurarme que este bien para ti.—le digo— Y como no te noto muy contento con la nota que le deje.
— No es que me moleste.—suspira— Solo se me hizo raro, y quise preguntar, y aunque antes no lo entendía, no estamos en la edad media para que me pidas permiso para andar con mi hermana.—no puedo evitar sonreír— Deja de sonreír así.—dice, demonios.