T/n
— No pensé volver a hablar así contigo.—dice cuando ya estamos sentadas sobre el césped— Es decir, bueno ya sabes a qué me refiero.—hace una pausa.
— No sé muy bien a qué te refieres.—digo seca— Llevamos media hora aquí sentadas y aún no me has empezado a decir tu supuesta versión.—le miro y parece avergonzada.
— No se por donde empezar...—la interrumpo.
— Por el comienzo, Jenna, no es tan difícil.—le digo tajante, la breve debilidad que tuve al abrazarla hace un rato no se puede repetir.
— Me gustabas desde que te vi.—suspira— Pero tu ni siquiera volteabas a mirarme, cuando te escuché decir que todas las chicas de la escuela eran unas fáciles y se acostaban con cualquiera, yo ya lo había hecho con Ralf.—hace una pausa para mirarme— Y luego dijiste que harías tu novia a la primera chica Virgen con la que te cruzarás, obviamente sé que lo dijiste jugando, pero es algo que se me quedo en la mente.—dice y se tapa la cara con ambas manos— Le conté a Miranda, ella me dijo que después de todo fingir que eres Virgen no era tan difícil, y se encargo que tú te enteraras.—respira— Supe que había sido una gran idea cuando te acercaste repentinamente a mi, empezabas a hablarme y Miranda me confirmaba que me mirabas cuando pasaba delante de ti.—trata de tomarme la mano pero me aparto— Mi relación con Ralf continuaba, lo tuyo era solo un juego...—mierda— Hasta ese momento es decir.
— Hasta ahí puedo entenderte, sigue.—le digo, esas tonterías las hace cualquiera, pero yo necesitaba saber más.
— Luego pasó lo nuestro, nos acostamos y fui la persona más feliz del mundo, pero yo seguía con Ralf, el después de esa noche me busco, es decir no me podía negar.—sus ojos se cristalizan, pero hasta ahí puedo entender, el era su novio después de todo— Empezamos a salir solo para coger, termine con Ralf. Y Miranda me decía que no me encariñara contigo porque en cualquier momento ibas a dejarme tirada.—su voz se quiebra— No quise arriesgarme, no quise, seguí viendo a Ralf aun cuando ya había terminado con él, te veía a ti ser tan atenta con las animadoras del equipo, en mi cara.—me mira y yo aparto la mirada— Empecé a coquetear con los chicos de tu equipo, me acoste con ellos porque pensaba que tú también lo hacías con esas chicas.—respira— Sé que no es justificación, pero yo en ese momento no entendía que me pasaba ni porque me sentía tan mal cuando te veía abrazar a otra, y nosotras no estábamos.—increíble, yo la respeté desde el día que me acosté con ella, pero bueno, esa fue mi decisión— Los meses pasaron, llegó el día en el que me pediste ser tu novia.—se vuelve a tapar la cara con ambas manos y solloza— No quise regresar a los chicos nunca más, para mi lo eras todo, por fin entendía que estaba enamorada de ti.—hace una pausa— Pero, Ralf tenía esos videos, todo el equipo de tus estúpidos amigos los tenían, cuando iba contigo a los entrenamientos me hacían señas de mierda que detestaba ver y odiaba la posibilidad que te dieras cuenta, me decían que te los enseñarían en cualquier momento, vivía con el miedo de que eso pase, esa fue la razón por la que te encripte el teléfono, quería asegurarme que nunca te llegaran esos videos.—ahora tiene toda la cara llena de lagrimas y yo no puedo contenerme, agarro lentamente su mano y le doy un breve apretón— Me amenazaban constantemente con eso, vivía con el miedo de que un día despertara y ya no me quisieras más...—aparta la mirada.
— Ojalá pudiera.—le digo con la voz entrecortada— Despertar un día y simplemente no quererte más, ¿por qué no hablaste conmigo sobre los videos, o sea cuando aún no estábamos?—tomo una buena bocanada de aire— Hubiera sido menos doloroso enterarme ahí, y hasta podía darte la razón porque durante ese tiempo nosotras no éramos nada, bueno, follabamos y ya está.
— Tenía miedo de que me dejaras.—solloza— Tenía mucho miedo de que te fueras con otra...
— Yo solo te quería a ti.—de repente ya estoy llorando— ¿Me hubiera enojado? Claramente, me mentiste, pero no hubiera sentido el dolor que siento ahora; lo hemos dejado hace dos semanas y vas a y te acuestas con tu ex, vas y te besas con tu ex mejor amiga, ¿qué quieres que piense?.
— No me acoste con Ralf.—dice agarrándome el rostro para que la mire a los ojos— No me acosté con él, por favor créeme.—niego con la cabeza y cierro los ojos lo más fuerte que puedo, esta situación me está superando— El beso con Miranda fue un beso de joda, yo estaba mal, perdida, nunca imaginé que podría tener la oportunidad de explicarte todo.—hace una pausa— Por favor tienes que creerme.—solloza mientras se abraza a mi, y mi instinto me traiciona al abrazarla.
— Yo te creo.—y era verdad, le creía, con dudas, pero lo hacía; el abrazo se hizo más fuerte hasta que casi me deja sin respiración— Suéltame un poco.—hago una pausa— Pero no puedo volver a tener nada contigo nunca más.—le digo para empezar a soltarla y levantarme poco a poco.
— No te pido que regreses conmigo.—dice a mis espaldas— Solo una oportunidad, para conocernos, un poco mejor...—hace una pausa— Para que veas que puedo ser mejor.
— ¿Qué me garantiza que no me mientas de nuevo?.—le digo tajante— Creo que ya te conozco lo siguiente Jenna.
— No, solo dame una, solo una oportunidad.—suplica, un nudo se vuelve a formar en la garganta y mi inconsciente asiente por mi, puedo ver su sonrisa como se le dibuja en la cara y corre abrázarse a mi.
— No vamos a regresar.—le digo en medio del abrazo— A mi mucho que llegaremos, es a ser colegas.
— Eso no lo sabes.—me dice limpiándose las lágrimas, la voy soltando poco a poco, hasta dejarla en el piso de nuevo, su mala costumbre de abrazarse como koala a veces es molesta, me doy vuelta para entrar de nuevo en casa, pero la volteo a ver con su sonrisa de oreja a oreja.
— No le cuentes a tu hermano.—le digo entrando por fin a casa y dejándola afuera, lo primero que veo es a Sofi con la cesta de ropa ya limpia y mirándome inquisitoriamente.
— ¿Qué has hecho?.—pregunta, y la verdad es que ni yo lo sé.
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