Omnisciente
El silencio de la habitación era abrumadora, nadie se atrevía a decir nada, ni una sola palabra, las dos se encontraban acostadas sobre la cama dándose la espalda, mientras Jenna trataba de no moverse para no sentir más dolor, T/n jugueteaba con los juegos de su móvil y reía bajo; los minutos seguían pasando hasta que se hicieron horas y T/n decide romper el silencio.
— Creo que tienes que irte.—le dice mientras se levanta de la cama acomodándose el pantalón— Ya es tarde, deben estar preocupados por ti.—mientras Jenna solo asentía pero no se movía por el dolor que le generaba.
— ¿No me puedo quedar?.— pregunta Jenna en un susurro casi inaudible— No se preocuparán si les digo que estoy contigo.
— Creo que no.—t/n suspira mientras se dirige a la cama para sentarse justo a los pies de Jenna— Tu hermano hará preguntas y no quiero...— Jenna la interrumpe.
— No quieres que sepa que has abusado de mi.—le dice tratando de sentarse pero hace una mueca de dolor al intento y t/n la mira confundida.
— ¿He abusado de ti?.—pregunta incrédula— Claro que no, tú querías.—le dice acercándose a ella pero Jenna la aparta.
— Te dije que pararás.—sus ojos vuelven a humedecerse— Te dije que nunca había tenido relaciones por ahí, y no te importo, me lastimaste.
— Pensé que mentías.—susurra— Te juro que pensé que mentías.—ahora ambas tenían los ojos cristalizados y mientras t/n se lleva las manos a la cabeza por pensar en lo que había hecho y sobre todo en el daño que había hecho; Jenna logra levantarse para coger su ropa en parte rota y sus zapatos.
— No le dire a nadie.—aclara, antes de empezar a ponerse los jeans— Déjame quedarme.—dice de nuevo, pero esta vez t/n esta tan sumergida en sus pensamientos que no la escucha, solo se levanta dispuesta a salir del cuarto, pero no puede sus piernas no le obedecen, es un torrente de emociones, se queda parada mientras las lagrimas salen sin cesar, Jenna la mira confundida pero no quiere preguntar más, solo atina a acercarse y abrazarla, sus brazos la rodean y su cabeza descansa sobre su pecho, sin poder contener las lágrimas ninguna de las dos, se quedan ahí paradas, abrazadas, pasando minutos y luego horas en otro silencio abrumador.
— Perdóname.—dice Jenna con el corazón acojonado y rompe a llorar de nuevo— Tu lo eres todo para mi, no quiero dejarlo.—suplica.
— Te perdono.—dice y suspira— Pero si que lo vamos a dejar.—con sus manos trata de apartar a Jenna pero ella se aferra a su torso— No podríamos seguir, no te creo, no te voy a creer nunca más, cuando te veo solo pienso en que me has engañado, una y otra vez, me has mentido mirándome a los ojos, te has acostado con otros tipos y...—se queda callada al Jenna poner una mano sobre su boca.
— He sido una idiota.—dice— Déjame arreglarlo, déjame ganarme tu confianza de nuevo.—suplica pero t/n niega con la cabeza.
— Si no hay confianza no hay nada.—da unos país hacia atrás— Yo ya no confío en ti, y tú según tus explicaciones absurdas tampoco has confiado en mi. ¿entonces que queda? Nada.
— Quedamos nosotras.—Jenna le agarra la barbilla para que la mire— Puedo arreglarlo.—suplica— Te juro que puedo arreglarlo.
— No creo que puedas.—suspira y la vuelve a abrazar— Perdóname por lastimarte.—dice— No era mi intención, gemías yo pensaba que te estaba gustando, que el dolor era algo como siempre pasajero, no pensé que te estaba lastimando.
— Lo sé.—dice Jenna entre lágrimas— No puedo culparte porque no me hayas creído.—hace una pausa— Pero te dije que pararás.—dice para luego romper en llanto— No sabes lo que se siente, no podía hacer nada, no podía defenderme, nunca imaginé que me fuera a pasar a mi y menos que fueras tú.
— Yo no quería.—es lo único que sale de la boca de t/n mientras deja suaves besos en el cabello de Jenna— Puedes ser una zorra, pero no, yo solo estaba enojada, y caliente.—baja la mirada y se encuentra con la de Jenna.
— Hace unas horas, era la niña de tus ojos.—le dice con la voz entrecortada— Y ahora solo soy una zorra.
— Tu sabes lo que has hecho, el término zorra no es porque te hayas acostado con muchos.—aclara— Es porque te has acostado con muchos teniendo novia, y con eso, aparte de zorra eres idiota.—suspira— Pero te quiero mucho, y eso no cambia de la noche a la mañana y mucho menos en unas horas.— con sus manos aparta a Jenna y termina de ponerse la polera— Puedes quedarte, yo dormiré abajo.—dice para dirigirse a la puerta, pero antes que pueda cruzar el umbral Jenna la interrumpe.
— ¿Crees algún día poder perdonarme?.—pregunta con esperanza en su voz entrecortada pero no obtiene respuesta, t/n sigue caminando sin mirar atrás.
