Capítulo 34

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T/n
Jenna, espérate.—le digo tratando de agarrarla de las manos pero forcejea hasta soltarse— Amor, espera.
Camila está parada en el umbral de la puerta viendo toda la situación pero sin decir palabra, solo retrocede cada que Jenna se le quiere ir encima.

— Suéltame.—se detiene sin dejar de llorar— ¿Por esto aceptaste regresar conmigo? ¿Para hacerme lo mismo?.
Me duele en el alma verla así, porqué sé lo que se debe estar imaginando, que en parte tendrían sentido si yo fuera la clase de persona que busca venganza, pero no soy así, yo me muero por ella.

— Jenna no ha pasado nada, solo es un malentendido.—interviene Camila tocándole levemente el hombro pero retrocede al ver que Jenna se le va encima.

— Amor, basta.—le digo abrazándola a mi, le hago una seña a Camila para que se vaya y nos deje sola, hago lo mismo con Sofi, las escucho a las dos bajar las escaleras y cuando no escucho pasos empiezo a hablar— Confía en mi, yo no te haría eso, tú me conoces.

— No entiendo porque estaba en tu habitación.—dice por fin más tranquila— Estaban solas en la casa, encima cuando llegó ni siquiera me dices que estaba aquí, la ocultabas, ¿por qué?.—solloza.

— Porque me puse nerviosa, es que si te explico todo puede que te enojes más y...—hago una pausa— Ven al cuarto conmigo.—le digo aún abrazándola.

— Explícame todo.—dice limpiándose los ojos con la manga de su pollera.

— Bueno, yo estaba dormida, cuando me levante que fue hace menos de diez minutos estaba Camila esperando que me despertara porque Sofi le había abierto la puerta.—hago una pausa— Vino porque me quería contar que tuvo onda por fin con Lauren, a ella le gusta, no sé muy bien si debo contar esto, y...

— ¿Y por qué estabas en ese estado?.—pregunta soltándose de mí y cruzando los brazos.

— Sabes que tengo erecciones cuando me levanto.—le digo obvia— No es nada del otro mundo, oculté a Camila por la conversación que tuvimos en la mañana, no quería que pensaras que nos traemos algo o que yo quiero algo con ella, porque no es así.

— Perdón por la bofetada.—dice agachando la mirada, en realidad me la merecía por idiota— No vuelvas hacer eso.—dice acercándose de nuevo a mi para abrazarme— Te amo.—susurra.

— Y yo te amo a ti.—le digo lento— Pero no vuelvas a golpearme, yo cuando me entere de lo que tú si hiciste no te puse una mano encima...

— No, pero me dejaste sin poder moverme como una semana.—dice y recalca— Tampoco vuelvas hacer eso.

— No me cansare de pedirte perdón por eso, yo te juro que pensaba que estabas jugando.—le digo, y en realidad era así, mi intención nunca fue abusar de ella, solo quería una última cogida y algo que hasta ese momento no había probado— Perdón por el mal recuerdo.

— Siempre podemos reemplazarlo.—susurra dejando un beso en mis labios— Sin el sexo anal claro.—dice riendo.

— ¿Por qué no?.—bromeó— No te preocupes, será como tú quieras.—la apretó hacia mí con las manos en su cintura haciendo que suelte un leve jadeo— Vamos a qué te disculpes con Camila por casi ahorcarla.—río.

— Eres una idiota.—dice empujándome levemente— Que te costaba decirme que estaba ahí desde el principio.—dice en tono molesto— Pobre Camila se me cae la cara de vergüenza.

— No seas una persona violenta pequeñin.—si hay algo que me encanta es burlarme de ella cuando está enojada, parece un duende gruñón, y bonito además, muy bonito.

Cuando llegamos abajo están Camila y Sofi mirándonos confundidas y yo no puedo evitar sonreír.

— Lo siento Camila, no quería golpearte, y tampoco desconfiar de ti solo ya sabes, con lo de Miranda siento que no puedo tener una buena amiga.—se tapa la cara con ambas manos— Sofía perdón por el escándalo en tu casa, sabes que yo no soy así, lo siento de verdad.

— Oye que también es mi casa.—me apresuro a decir.

— Tu calla.—me dice Sofi, y regresa a mirar a Jenna— No tenías porque golpearla.—dice seca— Las cosas no se solucionan con violencia.

— Sofi, vamos ya paso.—le digo yendo abrazarla— Estoy bien, sus grandes manos no me sacaron mi quijada.—le digo sarcástica y Sofía ruedas los ojos.

— No te preocupes Jenna.—habla Camila— Yo también hubiera pensado lo peor, pero no estábamos haciendo nada malo, solo me estaba enseñando...

— Le estaba diciendo lo de Lauren, ya le conté.—interrumpo a Camila, por Dios que le pasaba, le iba a decir que le estaba enseñando posiciones, eso si sería su fin.

Después de eso y que todo se aclaró Sofi fue a dejar a Camila hasta su casa, dejándonos a Jenna y yo solas.

— Entonces, ¿vamos a la habitación?.—le pregunto coqueta, dejando un suave beso en su mejilla y caminado hacia las escaleras— Si vienes puede que te dé más de esos, puede.

SOLO ELLA Y YO. (JENNA ORTEGA Y T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora