25. Tan lindo encuentro

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Olivia

Sarah avanzaba en dirección a ellos, sin dar indicios de que iba a atacar, pero de todas formas causaba miedo. Mucho miedo.

Todos comenzaron a retroceder. Olivia trató de mantener la calma porque, si lo pensaba bien... ella podía utilizar su habilidad, y Jaiden también. Todos los lobos estaban entrenados, incluyendo Amy, que sabía cómo defenderse y enseñaba a los niños.

Tenían las armas, después de todo. Pero el problema es que estaban en un bosque desconocido, no era el mismo de la casa y ni la casa era la misma. Entonces sospechó que era el hogar de los otros lobos, Laila y Liam, que se suponía vivían con Dash, quien ahora estaba muerto.

Y los chicos de La Academia estaban allí, eran una gran ventaja. Asher estaba débil, pero aún podría utilizar su fuerza, ¿no? En ese momento Olivia deseó no haber utilizado su habilidad para herirlo, porque podrían ser mejores las cosas.

Addison también era buena, y los demás... bueno, no conocía el poder de Isaac y Maggie, pero si hacían parte de esa Academia tan importante, buenos debían ser. Kane mantenía al niño detrás de sí mismo, protegiéndolo con su cuerpo.

Olivia aún se preguntaba qué relación tenían entre los dos, no podía ser su hijo, pero quizás alguien muy valioso para Kane, quien demostraba querer a esos chicos.

Sarah esbozó una sonrisa maliciosa, se veía sedienta de hacer el mal, como si el mal alimentara su ser. Eso demostraba.

Se detuvo y los dos hermanos también, justo detrás de ella.

-Oh, que lindo encuentro que estamos teniendo aquí- murmuró, muy divertida y sumida en sus planes malvados.

-Esto no parece ser un encuentro muy agradable- dijo Davies, poniéndose a la defensiva. Olivia giró la cabeza hacia atrás para encontrarse con la mirada de Nick, que abría cuidadosamente un equipaje de armas.

Entonces Olivia devolvió la mirada al frente para asegurarse de que Sarah o alguno de sus hombres se hubiese dado cuenta de eso, porque sería muy peligroso, para Nick y para todos los otros.

Olivia trató de tranquilizarse porque el miedo debilitaba su habilidad, era algo de lo que ya estaba segura.

-Davies- dijo Sarah, lentamente, como si quisiese disfrutar cada segundo antes de hacer algo-, te ves apuesto hoy, así que te recomiendo cuidar ese rostro delicado.

Sarah soltó una risa, demostrando que la situación le hacía gracia y que no temía a nadie, estaba segura de sí misma, de que lograría vencer esa batalla, la cual podría comenzar de una forma horrible.

O tal vez, ya había comenzado desde el momento en que regresó.

-¿A qué vienes?- preguntó él, deseando que todo termine de una vez.

-A muchas cosas- dijo ella, observándolos a todos-. A hacer algo que llevo mucho tiempo esperando hacer. A verlos, saber qué es de sus vidas ya que no me contestas las cartas- y de pronto fijó su vista en Olivia-. Y a conocer esta chica que tiene una energía tan dulce, puedo sentirla- y devolvió la mirada a Davies, sin ninguna sonrisa esta vez-. Es una lobo.

-Así es, Sarah- dijo él-. Y es poderosa como no lo sabes, te recomiendo no hacer nada y marcharte- advirtió.

Ella lo miró algunos segundos y luego comenzó a reír, tan divertida que causaba rabia. Y avanzó en dirección a Olivia, que se puso tensa al instante.

Sabía que no la iba a matar así como así, pero de todas formas temía por su vida.

Sarah se puso detrás de ella y olió su cuello, haciendo que Olivia apartara el cuello instintivamente.

El Legado Del Lobo (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora