39. Descubrimientos

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Amy

Antes de subirse a la van, vio que en la ventana de una de las oficinas, estaba Sarah, de pie, observándolos con los brazos detrás de su espalda, el rostro frío y una ceja enarcada. Parecía furiosa.

...

Jaiden

El trayecto se hizo rápido ya que todos estaban sumidos en sus propios pensamientos. Davies miraba por la ventanilla en el asiento del copiloto, aún parecía triste por lo de Kane, al igual que Alder, que se había lamentado y mantenía la cabeza gacha todo el tiempo.

Iban en la van de Eli, que el día anterior había pedido a su compañero que vivía por allá también le llevara la van. En la segunda hilera de asientos iban Amy, Jessie, Jason y Jaiden, sin decir ni una palabra. En la tercera iba Olivia, que estaba acostada, dormida. En la última iban Edgar, Louis y los niños.

Cuando volvieron al pueblo del refugio y llegaron a él, todos bajaron con las bocas selladas y se dirigieron al interior de la casa. Edgar había comunicado a Diane que estaban bien y que ya se iban con Olivia, pero aún así ella se levantó y se acercó cuando llegaron.

-¿Y dónde está?- preguntó, refiriéndose a ella, claramente. Hasta que la vio entrar, siendo cargada en los brazos de Edgar. Aún estaba profundamente dormida-. ¿Qué le hicieron?

-No sabemos si la han dormido o inyectado algo- dijo Louis a la vez que se quitaba la chaqueta y la colgaba en el perchero-. Cuando llegamos a la habitación, ella estaba atada. Lo más probable es que haya hecho algo que a Sarah no le gustó.

Edgar comenzó a subir las escaleras con Olivia y antes de continuar, se giró y dijo a Jenny:

-Prepara café, por favor- le pidió-. Voy a llevar a Olivia a su habitación.

Louis entonces fue y llamó a Isaac, Addison y Maggie, probablemente para contarles lo que había pasado con Kane, porque pocos minutos después los tres cruzaron con los ojos inundados en lágrimas y sollozando, a la vez que subían a toda prisa las escaleras. Isaac las abrazababa con los brazos pasando por sus hombros.

Diane se fue con Amy a la vez que le acariciaba la espalda, Alex las siguió. Jason y Jessie suspiraron y se marcharon también.

Davies fue al escritorio cuando Louis se metió en él y Eli acompañó a Jenny en la cocina. De pronto, con el sonido de un chasquido, apareció Sophia. Asintió la cabeza a modo de saludo y se quedó allí con Alder. En ese momento comenzó a llover a cántaros. Riley y Zachary subieron también y Jaiden se quedó en el salón.

Mae apareció allí, con las gemelas y con Edward. Le sonrió a Jaiden y llevó los niños a la cocina.

Había estado todo el día pensando en una cosa: Allí eran muchos; todos eran una familia, los lobos y los que no eran lobos también. Pero, ¿qué pasaría si se quedara solo? Si algo pasara y... todos se fueran.

Olivia

Sus ojos se abrieron entre parpadeos, le dolía la cabeza y las muñecas, al igual que los tobillos. En realidad, le ardían. Se lo miró y vio que tenía marcas. Como... como si hubiese estado atada.

Y eso era. Había sido atada a una silla, ya lo recordaba. Pero... ¿Dónde estaba ahora? ¿Seguía en la nave?

Se puso de pie lentamente, sentía que estaba un poco mareada y cansada. Escuchaba murmuros apenas audibles. Decidió salir a ver dónde estaba y cuando salió de la habitación que le resultaba tan familiar.

El pasillo también tenía varias puertas, y conocía ese lugar. Estaba en el refugio. En la Mansión Wolf. Pero... ¿Cómo? ¿Sarah la había entregado? ¿Habían ido a buscarla?

El Legado Del Lobo (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora