Olivia
No sabía si debía correr o quedarse como una persona decente a responder las dudas que aquellas personas que la miraban con una ceja enarcada tendrían.
En total, eran cuatro personas, sin contar al viejo, que al menos no la miraba de esa forma tan escalofriante.
Los demás eran dos chicas y dos chicos. Una de ellas, de piel morena y cabello con rulos, la miraba con diversión, como si le causara gracia ver el miedo en los ojos de Olivia. La otra chica, de cabello rubio, liso y largo, y piel blanca como un papel, la miraba como si fuese a arrancarle los ojos.
Sí, ella era la que más miedo daba.
Por otro lado, los chicos también eran tenebrosos, uno de ellos, el más alto de todos, tenía el cabello castaño y despeinado, con un poco de barba y ojos verdes. Tenía el ceño fruncido y parecía esperar a que alguien dijera algo. El otro chico, era el más bajo de todos, incluso parecía un poco más joven. Cabello pelirrojo y pecas exparsidas por la cara. Esta vez, él parecía asustado, la pregunta era porqué.
¿En dónde estaban todos en esos momentos? Amy se había quedado arriba al igual que Jessie. Los niños quizás estaban haciendo sus travesuras, Jason gritaba con el gato en la parte trasera de la casa y no había rastro de Jaiden y Alder. Eso, claro, ignorando el hecho de que Jenny se había encerrado en su habitación.
Mierda.
Al menos, Peludín sí le hacía compañía, aunque no aportaba mucho lamiéndose todo el cuerpo, ¿verdad?
Se habían quedado como un minuto observándose en silencio, hasta que Olivia notó que una de las chicas comenzaba a impacientarse.
-¿Nos vas a dar la bienvenida ya o qué?- protestó, poniendo los ojos en blanco y soltando un suspiro.
-Yo...- trató de hablar, pero la verdad ni siquiera sabía que decir. Fue en ese momento que se dio cuenta que habían varias maletas en la entrada, eran como unas seis o siete.
Ni siquiera conocía a esa gente y la chica ya era grosera. Deseaba con todas sus fuerzas que Jaiden estuviese allí para lidiar con la conversación.
-Sí, ya sabemos que somos guapos, ahora deja de babear- murmuró el pelirrojo, que sonreía en tono burlón.
Estuvo a punto de ponerle mala cara, pero estaba muy desconcertada para eso.
-¿Quiénes son ustedes?- preguntó luego de algunos segundos.
Ellos, que observaban la casa con detenimiento, detuvieron su vista en ella otra vez y la miraban como si su pregunta fuese absurda. O más bien, como si ella fuese estúpida.
-¿Estás bromeando?- preguntó la otra chica que hasta ahora no había dicho nada.
-Pues creo que es obvio que no estoy bromeando. No sé quiénes son o porqué están aquí.
-Jessie, ¿en serio no nos recuerdas?- el chico alto preguntó muy confuso.
-¿Jessie? No soy Jessie- aclaró.
-Oh... bueno, es un alivio, el cabello negro de Jess es muy lindo para que se lo tiñera de naranja- murmuró la chica de piel morena, pensando que nadie la escuchaba-. Eh... no quiero decir que parezcas teñida ni nada.
Olivia asintió, cada vez más perdida.
-¿Pueden decirme quiénes son?- pidió.
-¿Quién eres tú? No recuerdo que sean más de seis en esta casa, si contamos a la cocinera.
-Bueno... ahora somos muchos más- dijo Olivia para sí misma-. Soy Olivia, estoy viviendo aquí desde hace unos cuantos días y es una historia un poco...
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El Legado Del Lobo (I)
FantasyDicen que la curiosidad mató al gato, pero en este caso, la curiosidad no mató a Olivia, sino que dio un giro dramático a su vida. Cuando entró al departamento de su vecino al escuchar ruidos raros, no se había imaginado que allí estaría un chico d...