19. ¡Amigo!

80 8 0
                                    

Olivia

Davies se pasó varios minutos dejando besos en las mejillas de sus hijas, de verdad se lamentaba tener que irse nuevamente por algunos días. Mae le aseguró que todo estaría bien, que no debía preocuparse. Era lógico tener algo de miedo por tu familia si tienes a un grupo grande de enemigos detrás de ti.

Todos se despidieron y volvieron al coche de Davies. Olivia no había entendido qué era exactamente el bosque viejo, entonces aprovechó para romper el silencio que había dentro del carro.

-¿Qué es el bosque viejo?- preguntó con el ceño fruncido, Davies la miró por el espejo retrovisor.

-Es el bosque que está en una de las casas de lobos- respondió él-. Precisamente, el bosque viejo está en la casa de Laila, Liam y Dash, esperemos que los hermanos no se encuentran.

-Oh, los que han robado las cartas- recordó ella. Davies asintió, ya lo sabía, y aunque le costaba aceptarlo, sabía que era cierto, los que fingía trabajar para él no eran más que un par de traidores.

-¿Y quién es Dash?- preguntó también.

-Dash es un amigo de varios años, no es un lobo, pero vive con los chicos porque está encargado de cuidarlos, así como Alder hace con ustedes, pero el caso es que Alder no vive oficialmente en la casa, por en cuanto- suspiró.

-¿Y pueden confiar en alguien que no es un lobo?

-No tenemos que preocuparnos por nada, es de confianza. Dash es hechicero- comentó.

-Como Sarah- aportó Jaiden.

Olivia abrió grande los ojos.

-¿Hechiceros?- repitió, incrédula.

-Eso mismo. Tienen un tipo de poder diferente al que emanan los lobos.

Olivia se dedicó a asimilarlo mientras que Jaiden carraspeaba ruidosamente.

-Alder habló con Dash. En caso de que lo precisemos, tenemos un hogar en las afueras de la ciudad.

Davies ni siquiera se inmutó.

-Pues me parece perfecto, seguramente en unas cuantas semanas tendrán que marcharse. Mientras no tengamos como defendernos no podemos asegurar nuestra seguridad- dijo enarcando una ceja.

-¿Marcharnos?- preguntó Olivia- Pero nuestra vida está aquí. Yo... yo vivo aquí- espetó, confusa.

-Habla por ti. Nosotros estamos obligados a no acostumbrarnos, familiarizarnos o adaptarnos a un sitio en concreto, este tipo de cosas pueden pasar en el momento menos esperado. O deseado- mencionó Jaiden.

-¡Ustedes! ¡No yo!

-Puedes salirte de todo esto, Olivia, pero claro, sin decir ni una palabra- Jaiden hablaba tranquilamente, contrastando con lo alterada que estaba la chica.

-¿Te crees que me arruinaste la vida para nada? Ahora que se supone que soy una de ustedes, no pienso abandonarlos... pero... ¿no podía ser un sitio más cercano?

-No, Dash lo ha querido así, ¿no entiendes que es hechicero? Puede mandar energía que proteja la casa, y sabe que es donde debemos ir.

Olivia resopló.

-¿Qué hay de mis padres?- preguntó en voz baja, casi un murmuro.

-Invéntate una excusa, pero aún no sabemos qué pasará- Davies se encogió de hombros.

Ella rechistó y continuó mirando por la ventanilla. Los minutos pasaron lentamente y el transcurso se hacía eterno. Había comenzado a llover y las gotas de agua golpeaban el techo del coche.

El Legado Del Lobo (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora