Olivia
Se despertó un rato después, en una habitación. Parpadeó, confusa. Estaba sentada contra la pared. Entonces decidió levantarse, pero se dio cuenta de que en realidad, estaba en una silla, atada de manos y pies a ella.
Se movió aún más mientras recordaba que había estado en la oficina, con los papeles del proyecto Renacer. Que alguien había llegado y luego todo había sido oscuro. Hasta llegar allí, en donde estaba atada y no podía soltarse.
Movió tanto la silla que esta comenzó a golpear la pared, cada vez más fuerte. Hasta que Sarah entró y la miró.
-No quería tener que hacer esto, Olivia- dijo antes de acercarse-. Confié en que no serías tan curiosa y cumplieras con las órdenes. Ahora, tus actos tendrán consecuencias.
Olivia frunció el ceño e intentó decir algo, pero solo se escuchó un murmuro porque tenía la boca cubierta por una cinta.
-¿Quieres saber las consecuencias?- preguntó-. Bueno, te las digo. Estoy muy segura de que tus amigos vendrán a buscarte, sé que tú también lo sabes. No pueden dejarte, eres una de ellos. Así que los haré creer que tienen todo bajo el control. Pero no es así, Olivia. Jamás tendrán todo el control. Los atraparé, los haré sufrir y los mataré- afirmó con una nota de desprecio-, ¿has entendido? He pensado que ese chico... Jaiden, podría matarlo delante de ti.
Olivia se estremeció ante las últimas palabras y comenzó a gritar, pero se hacía difícil con una cinta en la boca.
-Antes le caía tan bien, y ahora... soy su mayor enemiga- sonrió-. Oh, ¿quieres decir algo?
Entonces le quitó la cinta de la boca y el primer instinto de Olivia fue escupirle en la cara, a lo que Sarah cerró los ojos pero se mantuvo impasible.
-Eres una horrible persona- dijo con los dientes apretados.
-Oh, ¿en serio?- preguntó mientras se limpiaba el rostro con una servilleta-. Yo creo que eres igual de horrible que yo, ¿o no recuerdas que tienes energía negativa? Nada de lo que hagas será bueno, Olivia. Recuerda eso.
Y se fue. Se fue de allí dejando a Olivia con las ganas de reírse a carcajadas mientras le confesaba que le había creído, había creído que era hija de Pawironadi, así que Sarah tampoco era muy astuta como quería demostrar.
Jaiden
Aquel lugar era enorme. Pero era la nave. Estaban cerca de Olivia finalmente. Todas las cortinas estaban cubriendo los cristales y no podían ver nada del interior.
Davies dio una orden a Zachary y Riley, que se pusieron uno a cada lado y rodearon el grupo para cuando necesitaran usar su habilidad. Todos siguieron a Edgar, que se dirigió por la parte trasera de los alambrados que protegían la nave. Hasta que vieron un agujero en uno de ellos.
Lo más probable era que cabieran allí, porque era lo suficientemente grande como para que todos cruzaran. Y lo lograron, un par de minutos después, estaban dentro. Jessie señaló la escalera que parecía ser de la entrada y todos la siguieron.
Edgar, Davies y Louis eran los únicos que iban delante, con las armas. Louis abrió la puerta despacio, sin hacer ningún ruido y todos ingresaron sigilosamente. Escucharon algunos ruidos cerca pero comprendieron que las voces se mantenían a la misma distancia y no eran cada vez más fuertes, por lo que nadie se acercaba.
Comenzaron a guiarse por un pasillo y luego vieron otras escaleras que daban hacia un piso de arriba.
-Allí quedan las habitaciones- informó Davies según lo que Leah y Hunter le habían contado-. Sería demasiado tonto dejar a Olivia ahí, hay muchas salas. Tenemos que revisar todo lo posible.
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El Legado Del Lobo (I)
FantasyDicen que la curiosidad mató al gato, pero en este caso, la curiosidad no mató a Olivia, sino que dio un giro dramático a su vida. Cuando entró al departamento de su vecino al escuchar ruidos raros, no se había imaginado que allí estaría un chico d...