El Legado Del Lobo (I)

43: Adiós amigo

Olivia

El hombre que apuntaba a Jaiden en la cabeza les había dicho algo a los chicos pero ellas no alcanzaban a escucharlo, entonces Olivia vio que el hombre sacaba de su cinturón con bolsillos un aparato. Oh, no. Iba a avisarle a Sarah que los había encontrado.

Su primer impulso quizá no fue el mejor pero cuando quiso darse cuenta, estaba corriendo en dirección al hombre y saltó sobre él en el momento en que el impacto lo hizo derrumbar el aparato. Apretó su cuello tan fuerte que sintió que le dolían los brazos. El asistente intentó moverse, liberarse, pero no sería posible.

Ya estaba rojo cuando comenzó a asfixiarse y luego, cayó al suelo a la vez que Olivia lo soltaba.

-Será mejor que te calles, Jaiden- le espetó, irritada, entendía que estuviese... raro. Edgar había dicho que lo más probable era que hubiese tratado de imponerse cuando quisieron llevar a Diane y a Alex. ¿Por qué no los habían matado en el refugio mismo?

Porque algo muy importante sucederá ahí pronto.

Esa voz de su cabeza la confundió pero la ignoró a la vez que le ponía mala cara a Jaiden, ¡a él le divertía la situación!

-No es gracioso, Jaiden- puso los ojos en blanco-. Será mejor que te calles, de verdad te lo digo- repitió.

-Sí, señora- puso una mano en la frente y se enderezó, burlón. Parecía un loco. O lo estaba. O lo era.

Olivia volvió con las chicas y se ocultaron mejor contra las bolsas, mientras planeaban como llegar al otro lado del galpón, detrás de las bolsas enormes que estaban lejos de ellas y en las que se hallaban Diane y Alex, detrás de ellas con Sarah. Entonces un teléfono comenzó a sonar a todo volumen, llamando la atención de dos asistentes que acababan de pasar por detrás de unas cajas apiladas en montones.

Venía de ellas, así que todas comenzaron a fijarse en sus teléfonos hasta que Amy descubrió que era el suyo, así que comenzó a tocar la pantalla desesperadamente y no llegaba a rechazar la llamada. Cuando al fin lo logró, sintieron pasos acercándose y Olivia las guió por el pasillo de al lado, así que forcejearon con un pedazo de lata que cubría parte de la puerta, pero lo lograron y se escabullieron por allí, corriendo rápidamente hasta que encontraron otra entrada y miraron por ella.

Estaban ya al otro lado del galpón y podían ver a Sarah, que hablaba por un teléfono, muy estresada al parecer. Y ahí los vieron.

Diane y Alex volvían a estar presos a dos sillas viejas y de plástico. Esta vez estaban amordazados. Olivia se fijó en que Sarah estaba muy concentrada en su discusión con la persona con la que estuviese hablando, así que comenzó a pensar como sacarlos de allí.

Davies

Jaiden estaba más calmo, aunque muy confundido. No sabía en donde estaban ni qué hacían allí, por lo que constantemente estaba haciendo preguntas a las que respondían con prisa, sin centrarse demasiado en él para controlar los movimientos de los hombres.

Había visto como Olivia llevaba a las chicas por un pasillo y desaparecían por allí, así que utilizó el Walkie Talkie para comunicarse con ellas. Seguramente habían llegado al otro lado del galpón, donde se suponía que estaba Sarah.

-Olivia, ¿están con Sarah?- preguntó hablando al aparato-. Cambio.

No tardó en recibir una respuesta, dándose cuenta de que Olivia hablaba en voz baja, seguramente sí estaban con ella.

-Así es- contestó-. Diane y Alex están aquí, con unas mordazas en la boca, Sarah está distraída. Cambio.

Oh, no.