Luna Dorada (HunterXOC)

Capítulo 3: El niño rubio y la chica del piano

Estaba castigada, eso era un hecho, jamás había tenido problemas en la escuela, pero aun así su padre insistió en que debía aprender una lección, así que estarían mucho más pendientes de ella, apenas salía de la escuela, tenía que ir a la biblioteca a ayudar a su madre y luego regresar juntas, al menos por una semana, a Luna nunca le molestó estar en la biblioteca, pero estaba demasiado vigilada, no podía escapar tan fácilmente a ver a Eda. Ya era de noche la castaña estaba sentada en su cama mirando una guitarra acústica que estaba cerca de un librero, de pronto su madre golpeó la puerta.

-¿Puedo pasar?
-Claro, no hay problema.

Entró y dio una mirada a toda la habitación, estaba ordenada como siempre, aunque en el suelo habían unas cajas con unos cuadernos y fotos.

-No sé porque pensé que estarías viendo esto-le dijo tomando un pañuelo color dorado.
-Me conoces un poco-dijo Luna con una sonrisa.
-Solo un poco-repitió su madre riendo y sentándose en la cama de su hija-Estaba pensando en lo de tu castigo y sé que a veces piensas que somos un poco...
-¿Tediosos?
-¿Cómo qué tediosos?-dijo su madre golpeándola con una almohada-protectores es la palabra.
-Lo sé-respondió la ojiverde.
-Por eso es que se me ocurrió que cuando estemos a punto de cerrar podríamos quedarnos un tiempo más para que puedas ensayar tus canciones y escribir tu música, hay un piano que...
-Lo aprecio mamá-interrumpió Luna tomando su mano-pero estoy bien así en serio.
-Bueno-habló suspirando-pero si cambias de opinión solo tienes que decirlo-dijo levantándose de la cama.

Antes de irse peino un poco su cabello que llegaba a media espalda y la abrazó.

-Te pareces mucho más ahora-comentó con una sonrisa y luego se acercó a la puerta-que descanses-dijo y luego la cerró.
-Tu igual-respondió la castaña con una media sonrisa.

Se tendió en la cama y quedó viendo el techo hasta quedarse dormida.

                                  *******
Al día siguiente, Luna tuvo un poco de tiempo para visitar a Eda y entregarle un poco más de elixir, aunque tenía que retirarse rápido antes de que notarán que se retrasó unos minutos. En casa estaba Luz escuchando la clase de demonios de King, mientras que afuera estaba Eda con ella cuando de pronto comenzaron a caer gotas del cielo, ambas se miraron preocupadas y corrieron hacia la casa búho.

-Lluvia hirviente-gritaba Eda jalando a Luz adentro.
-Hay que entrar ahora-dijo Luna.

Rápidamente, entraron a la casa todos juntos, sin casi ninguna marca en su piel por la lluvia.

-Estuvo cerca, pero lo importante es que no se lastimaron- dijo Eda.

Luz y King estaban tirados en el suelo sobre un montón de papeles.

-Sí, ningún rasguño-contestó Luz sobándose las heridas.

Gracias a la lluvia hirviente, la dama búho tuvo que salir al patio para lanzar un campo de fuerza mágico para su hogar. Mientras King y Luz se cubrían las heridas con curitas.

-Así que hasta que no pare la lluvia hirviente nadie puede salir de la casa-les dijo a todos que estaban sentados cerca de la puerta observando.
-Y si la lluvia no te atrapa, el gorilazón lo hará, deambula bajo la lluvia devorando turistas hervidos-comentó King mostrando un libro.
-No sabemos si es real King-dijo Luna tomándolo-y yo necesito regresar a casa lo antes posible-comentó preocupada.

Finalmente, Eda había terminado con su tarea de proteger la casa, por lo que regresó hacia el grupo, caminando lentamente mientras Luz miraba fascinada su poder.

-Wow algún día me gustaría ser tan cool como Eda, mágica, atrevida, sorprendentemente inteligente para su edad... ey ¿Por qué te dicen la dama búho?-preguntó.
-Porque soy muy sabia.
-Porque escupe huesos de rata-comentó Hooty.
-Porque tiene cara de búho-dijo Luna.
-Creo que es porque se distrae con objetos brillantes-se burló King.