Luna Dorada (HunterXOC)

Capítulo 14: Sangre joven, almas viejas

El día siguiente ya había llegado, Luna se estaba dirigiendo a la casa búho.

-Las islas hirvientes nacidas de los restos de un titán caído, esta magia original era tan potente que toda la vida en las islas evolucionó para ejercerla, también durante años exploramos esos poderes libremente hasta que apareció un misterioso brujo quien declaro que él y solo él podía hablar con la isla, él dijo que estábamos usando la magia incorrectamente, sus enseñanzas fueron establecidas, su poder creció y se convirtió en el emperador Belos, Belos decía que mezclar magia estaba mal y que solo él tenía ese derecho entonces creó el sistema de aquelarres y así nuestro conocimiento fue restringido y nuestro potencial sellado, quienes se resistían eran llamados brujos salvajes y eran castigados duramente. El emperador Belos se retiró a su castillo, hay rumores que dicen que está planeando algo grande... me pregunto si capturar a Eda era parte de su plan-dice King terminando de contar la historia de la isla a Luz.

-No me importa lo que Belos esté planeando porque hoy voy a salvar a Eda-comentó Luz con unos glifos y la capa que le habían obsequiado.

-La salvaremos-dijo Luna entrando a la habitación.

Ambas se dirigieron inmediatamente al castillo junto con King, Luna también llevaba la otra capa que diseño Eda solo que la de ella era de color rojo a diferencia de la de Luz que era morada. Parecía que Eda era la única que la conocía mejor, el color rojo era su favorito, pensar en ello la entristeció y cada paso que avanzaba la hacía sentir peor, no por temerle al emperador sino porque dejo a sus padres preocupados-mis padres-susurró en silencio con el rostro totalmente apagado, ni siquiera tuvo oportunidad de decirle a alguien lo que le estaba pasando, solo podía mantenerlo adentro.

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-Tenemos que hacer algo-habló Alessa totalmente desesperada.
-Sabes que no puedo regresar a ese lugar-le contestó Edric.
-Pero, la descubrirán...
-Es imposible que la reconozcan...

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Mientras iban en camino en las noticias de la Ciudad se informaba a todos sus habitantes sobre la captura y petrificación de Eda al atardecer. Así que el grupo decidió dirigirse ir al conformatorio lo antes posible, al llegar pudieron observar a las brujas que habían sido petrificadas anteriormente. Luz estaba completamente llena de ira hacia Lilith, mientras que Luna se sentía descontrolada, de pronto su collar parecía arder lastimándola, decidió ignorarlo hasta encontrar a Eda, pero cuando lo hicieron la dama búho las rechazó intentando lastimarlas.

-Eda espera somos nosotras-dijo Luna creando luz.
-No, oh no, pero ¿qué están haciendo aquí?-pregunto Eda medio convertida en la bestia búho.
-Venimos a salvarte-habló Luz intentando romper las cadenas.
-Quizás esto ayude-dijo Luna intentándolo también con su magia, pero sin éxito.
-Su magia no es tan fuerte como para esto, deben irse ahora-les dice la bruja.
-Pero no puedo, es mi culpa que tuvieran que intentar salvarme, es mi culpa que te hayan capturado-dijo Luz con lágrimas en sus ojos mirándolas a ambas.
-Luz... lo hubiéramos hecho, lo quisiera o no-dijo Luna acercándose.
-Escúchenme, estoy aquí por mis propias acciones, fui en contra de la ley de Belos y por un tiempo pude salirme con la mía, pero sin magia no puedo hacer mucho, no me arrepiento de nada, viví libremente y las conocí a las dos.
-Pero debemos permanecer juntos-respondió Luna con sus ojos acuosos abrazando a Eda.
-Los raros debemos estar unidos, ¿recuerdas?-dice Luz uniéndoseles.
-Ambas ya tienen una familia, regresen con ellos y Luz una vez que llegues al mundo humano destruye el portal con tu magia de fuego, no sé por qué Belos lo quiere, pero no podemos arriesgarnos-les dice Eda entregándole la llave a Luz abriendo el portal.
-Te quiero Eda-dicen ambas chicas abrazándola nuevamente.
-También las quiero mis niñas, ahora váyanse ya-las empuja a las dos mientras subía por una jaula.
-No, aún no-se aferró Luz mientras Eda comenzaba a subir a un anfiteatro para ser petrificada.
-No hagas esto-habló Luna haciendo lo mismo.
-Lo siento... adiós-les dijo haciendo empujándolas para hacerlas quedarse abajo.