Gotta Have You [G!P] |Lumity|

6.

Amity.

—Llegué —dije cerrando la puerta detrás de mí. Y de nuevo, la casa estaba totalmente sola.

Mis padres trabajando y mis hermanos en la universidad, simplemente no había nadie en casa más que Abdel y no le caigo muy bien que digamos.

—Señorita, Blight —escuché a Abdel acercarse, llegó a mi tomando mi bolso de entrenamiento—, su comida está lista. Su madre encargó que haga todos los deberes, en la tarde noche debe acompañarla a una fiesta negocios.

Mierda, hoy tenía ensayo con la banda.

—¿En necesario que asista? Tengo prueba el día de mañana y no me gustaría salir deficiente —mentí mirándolo y Abdel soltó un gruñido.

—Para eso tiene toda la tarde, ahora haga caso a su madre y deje de quejarse —Abdel se retiró hacia el cuarto de lavandería y solté un bufido.

Tomé mi celular y marqué directo al número de Boscha.

—Adivina quien no irá al ensayo —dije fingiendo un tono alegre cuando Boscha contestó la llamada.

—¿Sabes? En dónde vivo se empieza con un "buenas tardes" —Boscha enfatizó—, déjame adivinar ¿Tu madre te pidió ir a una fiesta?

—Sí y déjame adivinar ¿También estás obligada a ir? —pregunté y empezando a caminar hacia el comedor, mis platos estaban sobre la mesa cubiertos de una campana de metal.

—En efecto, estoy lista para escuchar a los imbéciles del resto de las empresas cuestionarse sobre mi vida, de nuevo —ella soltó un suspiro— ¿Lista para eso?

—Creo que estoy acostumbrada —tomé asiento y levanté la campana—, ve el lado positivo, al menos tu familia te apoya y tu madre te quiere más que la mía.

—Lamento decirlo, pero sí. Cambiando de tema, ¿llamas a Raine y le dices lo que pasa? —preguntó.

—Ah, sí, yo le aviso a Raine. Te dejo, debo comer y terminar deberes —comenté.

—Lo mismo digo, te veo en la noche —Bosha colgó y llamé a Raine.

Raine no me contestó en ningún momento, pero preferí dejarle un mensaje.

El silencio me mantiene en paz, pero a veces es tan deprimente que todo esté tan silencioso. Empecé a comer lo que habían cocinado y en unos minutos la puerta se abrió.

—¡Amity! Carajo, debíamos venir más rápido para hacerte compañía —Emira beso la coronilla de mi cabeza así como Edric— ¿Cuánto tiempo llevas sola?

—Tal vez... Unos quince minutos —respondí mirándolos.

—¿Por qué la urgencia? —Edric se sentó a mi lado y Emira inicio la acción—, oh ya —él se acercó a mí y empezó a susurrar— ¿Tienes ensayo?

—Tenía, lo tuve que cancelar —ellos fruncieron el ceño confundidos—. Mamá quiere que vaya con ella a una fiesta, no tengo opción.

—Siempre hay opción, podemos hacer algo que te caiga mal al estómago o tal vez decir que necesitas estudiar —dijo Emira rápidamente.

—Em, lo intenté, pero Abdel dijo que-

—Nada, Amity —ella se levantó furiosa—. Suficiente tienes con el rugby y la escuela, necesitas algo diferente por favor. No tienes cuarenta años, tiene veintiuno y no eres una mujer que solo vive del trabajo, eres joven... Mereces ir a fiestas, s-solo —ella empezó a respirar agitado.

Edric se levantó a abrazar a Emira y a ayudarle a controlar su respiración y a calmarla.

—Mierda, iré por algo de agua —me levanté rápido de la mesa y corrí a la cocina.